Crónicas

Myles Kennedy + Dorian Sorriaux: Cercanía y honestidad

«El paso de Myles Kennedy por la capital supuso un exitazo absoluto y, su concierto, una obra para enmarcar.»

24 julio 2018

Sala But, Madrid

Texto: David Esteban. Foto: Alfonso Dávila

Sin artificios ni complejidades se presentó el bueno de Myles Kennedy en la capital, tanto para disfrutar él mismo, como para hacer disfrutar a los demás de una música distinta a la que nos tiene acostumbrados. Una velada única, donde quedó patente lo buen músico que es, haciendo gala siempre de una autenticidad, una simpatía y una honestidad inigualables.

Iron Maiden, The Dead Daisies, Kiss más Megadeth… son una sola pincelada de todos y cada uno de los atractivos conciertos que hemos podido disfrutar en este inolvidable verano en la capital. Eso sin contar el Download y demás festivales repartidos por toda la geografía española, que, de un modo u otro, han diezmado los bolsillos del seguidor heavy/rockero medio en las pasadas semanas. Por si esto fuera poco, un martes del caluroso julio madrileño tampoco es el marco perfecto para que un concierto al uso termine por catalogarse de rotundo éxito. Pues bien, precisamente todo lo contrario fue lo que sucedió, y el paso de Myles Kennedy por la capital supuso un exitazo absoluto y, su concierto, una obra para enmarcar.

El concierto del guitarrista y vocalista norteamericano, por todos conocido por ser el frontman de Alter Bridge y miembro de pleno derecho de Slash and the Conspirators, se presentaba en la capital (un día antes ya lo había hecho en la Ciudad Condal) con su debut en solitario bajo el brazo titulado, 'The Year of the Tiger', un trabajo muy alejado musicalmente a lo que nos tiene acostumbrados. Como no podía ser de otro modo, el concepto del concierto en cuestión giró en torno al estilo y forma del álbum que venía a presentar. Ochenta por ciento acústico, las sonoridades puramente americanas dejaron patentes las profundas raíces musicales de las que bebe el protagonista. Tanto el álbum, 'The Year of the Tiger', como la gira de presentación, son para Myles Kennedy todo un ejercicio de liberación, por el cual logra desmarcarse de los condicionamientos impuestos por los líderes de sus habituales formaciones, el binomio Slash/Tremonti. Además, queda claro que dicha gira no la realiza el vocalista/guitarrista con afán económico, pues son sus dos grandes grupos los que le proporcionan el grueso de sus ingresos, con esto quiero decir que Myles Kennedy ha llevado a cabo tales conciertos por gusto, por el placer de rocanrrolear como él quiere y como a él le apetece… y a disfrutar con honestidad. Y disfrute es lo que consiguió que el respetable experimentara.

 

Tras un anodino y monótono concierto puramente acústico por parte del guitarrista de Blues Pills, el francés, Dorian Sorriaux, que no empaña lo buen guitarrista que es, salió a escena Myles Kennedy para deleite del personal. Su mera presencia llena el escenario y por tanto no necesitó de mayores artificios. Desde las iniciales y pertenecientes a su disco en solitario, “Devil on the Wall”, The Great Beyond” y “Ghost of Shangri La”, dejaron en claro los derroteros semiacústicos y semieléctricos por los que iba a transcurrir el directo. Actitud y honestidad más una voz prodigiosa es lo que ofreció Myles Kennedy. Por algo es la voz del momento. ¡Qué versatilidad vocal, qué manera de transcurrir de un tono agudo a uno grave sin despeinarse! Impresionante. Si 'The Year of the Tiger' es un buen disco en el equipo de música, Myles consigue elevar sus temas en directo a otro nivel. Por ejemplo, “Haunted by Design” fue muy celebrada por todo el público y ejecutada a la perfección, incluyendo un solo al más puro estilo made in America con su preciosa Gretsch semi hollow. Se nota que Myles Kennedy goza sobre el escenario, cercano y sin complejos, se muestra tal y como es, haciendo bromas y regalando guiños y sonrisas a todos los asistentes, y lo mejor, se percibe sinceridad. Momentazo y grata sorpresa “Starlight”, de su banda compartida con Slash. Preciosa, compitiendo con la posterior “Whatch Over Your” (espeluznante) como los dos grades momentos del concierto. “Addicted to Pain”, remozada para la ocasión, nos movió como no podía ser de otra manera al igual que la exquisita versión de “The Trooper”. Para un fanático de Iron Maiden como el que escribe, solamente puedo deciros que fue una auténtica pasada. “White Flag”, de su primigenia banda The Mayfield Four dio paso a la preciosista “Songbird” y a “Travelling Riverside Blues”, versión de Robert Johnson, guitarra resonadora mediante y a tope de slide. De vuelta a los conspiradores del bueno de Slash, Myles eligió la fantástica “World on Fire” para enlazarla con el tema que da título a su disco, “The Year of the Tiger”.

Paso a los bises y tras agradecer al público madrileño lo mucho que nos aprecia, “All Ends Well” de su banda madre, Alter Bridge, y la bonita “Love Can Only Heal”, terminaron por redondear un concierto perfecto, donde tanto Myles Kennedy como los asistentes disfrutamos a partes iguales. Un concierto único donde pudimos degustar a un Myles Kennedy en esencia, cercano y honesto. Como es él. Impresionante. No exagero.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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