Crónicas

Crónica de Marea en Córdoba: "Inundando La Axerquía"

«Valió la pena esperar a la banda durante ocho años»

12 julio 2019

Festival de la Guitarra, Córdoba

Texto: Antxonio Madueño Fotos: Antonio Vázquez

Los de Berriozar continúan girando por España con motivo de la presentación de su último disco, 'El Azogue', la cual está obteniendo unas cuotas realmente exitosas. Tras llenar La Caja Mágica y el Vicente Calderón (este último junto a Bon Jovi), Marea se presentaba ante el público del Teatro Axerquía, dentro del Festival de la Guitarra de Córdoba. Antxonio Madueño estuvo allí y nos cuenta sus impresiones.

“Estamos hasta la punta el ciruelo de tanto trap y tanto indie” así es como comenzó el amistoso Kutxi Romero, cantante de Marea, a dirigirse a las más de dos mil personas que acudieron al concierto de los de Berriozar en el 39º Festival de la Guitarra de Córdoba. De hecho, el vocalista estuvo un buen rato codeándose con la masa de fans de todas las edades (porque el rock y este grupo es lo que tiene, que une y hace incondicionales) durante las horas previas a la apertura de taquilla en las puertas del teatro, una cercanía que volvió a mostrar en el escenario.

Un corte de la música de fondo y apagón de luces. Comenzaba a sonar una secuencia para la salida de Alen Ayerdi, quien se colocó en su batería y ejecutó unos ritmos que nos pusieron totalmente en situación. Dieron inicio al concierto con “En la encías” el mismo tema que abre su séptimo disco de estudio 'El Azogue' (Warner Music Spain, 2019), el plástico que venían presentando después de ocho años de inactividad. Le siguió otro pedazo tema del mismo “El temblor”, con movimientos del rockero navarro valiéndose de su bastón, creemos, que como guiño a su amigo Enrique Villarreal “El Drogas”.

Por fin, Kutxi nos dedicó unas palabras, encantado de actuar en la ciudad califal y dio paso al primer invitado sorpresa de la noche, “el último guitar hero”, Jorge Salan, que tocó con ellos y se explayó con sus solos en “La noche de Viernes Santo”, un tema sobre feminismo en el que Romero rinde pleitesía a su madre y a las mujeres.

En “Mierda y cuchara”, del disco 'Las aceras están llenan de piojos' (Dro Atlantic, 2007), maldijeron a todo aquel que no se acuerda de aquellos días de hambres y penurias amorosas. A Kutxi, en “Muchas lanzas”, otra de las nuevas, muy épica y brutal para el directo, solo le faltó partirse la lanza en el pecho, como decía. En “Manuela canta saetas”, perteneciente a 'Besos de Perro' (Dro East Wet, 2002), el público se ocupó de hacer esos coros de los que el grupo está falto en los directos.

Aprovechó nuestro cantante solista para pedir un cigarro, y apareció en el tablao su compadre Iratxo para cantar juntos “Corazón de mimbre”, como siempre emocionante y haciendo gritar a la masa, tema de aquel 'Revolcón' (GOR Discos, 2000). “Mil quilates” fue de improvisto y, en mitad del tema, dieron paso a Evaristo de La Polla Records, quien no apareció y al que Kutxi imitó. Otro clásico, “Que se joda el viento”, del '28.000 puñaladas' (Dro East West, 2004), hizo saltar hasta a los espectadores del graderío al compás de la música con esa introducción tan evocadora y melodías melancólicas de los guitarristas Cesar Ramallo y David Diaz “Kolibrí”.

Más de 'El Azogue' con “Un hierro sin domar” y “Pecadores”, pero antes desafiaron a la audiencia advirtiendo que mañana tiraban para Soria y no tenían nada mejor que hacer que quedarse toda la noche tocando en Córdoba. Eduardo Beaumont, “El piñas”, se hizo con el micrófono del solista para “Trasegando”, tema del primitivo 'La Patera' (BMG Music Spain, 1999).

“Jindama”, con una introducción que recordaba a la de “Hay poco Rock n’ Roll” de los Platero y Tu pero añadiendo un tono más futurista, totalmente distinto al mítico tema realista de sus colegas del norte, también alejados del rock radical vasco. Seguidamente ejecutaron “Pájaros viejos”, un homenaje a los maestros del flamenco que caló en nosotros con su interpretación tan íntima y que tocó las fibras de Kolibrí.

De empalme sonaba “En tu agujero”, con esa línea de bajo de nuestro Piñas y cómo no, seguida por la siempre deseada “La luna me sabe a poco”, pura celebración que cerró el set list “oficial” de los navarros, tras la cual apagaron luces y se recogieron tras los telones. El público gritaba más canciones y, por fin, apareció Kutxi, que se disculpó por haberse tenido que ir corriendo a hacer de vientre.

Se dispusieron a interpretar los bises planificados: primero la introspectiva y nostálgica “Ocho mares”, con la que enlazaron otra que no podía faltar en el concierto: “La Rueca”, potente y directa. Un “¡Hasta siempre!” y tocaron el “Romance de José Etxailarena”, cuyos estribillos fueron puros gritos al idealismo por la audiencia.

Decía Kutxi que “Los grupos tributos son todos unos hijos de puta”, pero que ellos en todas las giras tocan algún tema de una banda muy importante para ellos. En esta ocasión, rindieron homenaje a Los Suaves pero no tuvimos la suerte de disfrutar de la colaboración de Yosi, como hace unas semanas en el concierto de Ourense. Sonó “Dulce Castigo” del 'Santa Compaña' (Universal Music Spain, 1994) y “Preparados para el Rock n’ Roll” del 'San Francisco Express' (Universal Music Spain, 1997), homónima pero no la misma que la de Manolo Tena.

Tuvo lugar otro amago del grupo saliendo del escenario, pero volvió Kutxi Romero para presentar a sus compañeros de banda y equipo, llamándolos uno por uno, brindando con whiskey y pidiendo un fuerte aplauso para poder seguir con el concierto.

Kolibrí volvió a coger su stratocaster  y comenzó con las ligaduras de “Bienvenido al secadero”, la única que sonó de su penúltimo disco 'En mi hambre mando yo' (Warner Music Spain, 2011), para seguirle todo el grupo. Otra celebérrima, “El perro verde”, llena de contrastes vocales y acabando con un: “Hasta siempre, nos vemos y si no nos vemos será mi culpa”.

Ahora sí, la última era la ansiada “Marea”, que encandiló al público después de este poema de Kutxi:

Y esta palabra, este papel, escrito por las mil manos de una sola mano, no queda en mí ni en vosotros, ni tampoco sirve para sueños. Cae a la tierra, y allí se continúa, pero no como mera palabra en papel escrito, sino como una sucesión de sonidos del corazón. Llamadlo música si queréis. Y cuando la música se termina, los bailarines nos miramos como si estuviésemos desnudos, y ahí decidimos si merece la pena seguir tocándonos, o si sólo fuimos meros objetos del infinito equilibrio universal de los planetas. Hasta siempre.”

Improvisaciones de los músicos y más intenciones de Kutxi de deslumbrar nuestros afectos: “Que vuestra vida sea un viaje en patera hacia un futuro nada incierto, la libertad, sólo vuestra libertad.”

Aplausos imparables. Sonaba “Gonna Fly Now”, de la película “Rocky”, en alusión a ese ring que había sido el escenario durante las más de dos horas de concierto, durante las cuales pasaron por toda su discografía. Marea se despedía ante un público apabullante. Interpretaron casi todo 'El Azogue', tan solo quedándose fuera “Copla el precipicio”, y es que tenemos que decir que este directo ha sido eso, todo un AZOGUE: subidas de temperatura, inquietudes y nerviosismo.

Valió la pena esperarles ocho años.

Etiquetas: , , , , , , , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Otro gran concierto en la ciudad califa por parte de una de nuestras mejores bandas desde hace muchos años como son MAREA presentando su buen álbum de estudio el cual me pillaré. Yo por suerte tuve el placer de disfrutar el pasado mes de Junio de su potente directo en la vecina pero bella JAÉN.

  • Rest dice:

    Volverían a congregar sesenta y tantas mil jetas, fijo!. Ah no, sorry, petaron 3.500 localidades (pero porque era en La Axerquía y no en un Coliseo, que si nooo...).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *