Judith Mateo + Chuse Joven: Músicas celta, pop y rock juntas y bien revueltas

Judith Mateo y Chuse Joven

También era una magnífica ocasión para que su vocalista y compañero de fatigas, el maño Chuse Joven, presentara su primer y homónimo disco en solitario, la mejor manera para caldear la sala. Su propuesta musical es una hábil mezcla de pop y rock, como si mezcláramos a Amaral o Pereza con unos Héroes del Silencio, pero con guitarras que a menudo se meten en terrenos casi heavies, por no hablar de la voz de Chuse, que oscila fácilmente entre el pop melódico y el power metal en un mismo tema, pero haciéndolo con gran naturalidad debido a su amplio rango de voz. Sin embargo, lo que le distingue del resto de los artistas mencionados es su fuerte cariz reivindicativo, tal como queda patente en temas como "Álzate", "Tiempos de libertad", "Saltemos al vacío", "La hora ya llegó", o "La otra mitad", temas que incitan al oyente a rebelarse contra las injusticias sociales y rendir homenaje a movimientos sociales como el 8M. Sin embargo, la otra faceta de Chuse es más sentimental, tal como quiso mostrarnos en temas como "Pasión", "Primera vez" o "El bufón"

Jose Carlos Molina (Ñu) y Judith Mate

Chuse es un frontman nato y sabe cómo meterse el publico en el bolsillo, pero también hay que destacar la banda de músicos que le apoyaron en este directo, tanto a él como a Judith Mateo, quien entró en el escenario para acompañar con su violín a Chuse en el último tema de su actuación: "La promesa". El medley de Soda Stereo con los temas "Juego de seducción" y "Persiana americana", tal como aparece en su disco 'Radiestesia', sirvió de transición entre la actuación de Chuse y la de Judith, un medley que fue seguido por el tema de son mexicano "Malagueña salerosa", famoso por haber sonado en películas de directores como Robert Rodriguez o Quentin Tarantino y que también más recientemente fue interpretado por Avenged Sevenfold.

Después del "Sound of Silence" y "Dust In the Wind" (su versión del tema de Kansas es ya un clásico de su repertorio), llegó la hora para la primera invitada de la noche, la soprano brasileño-cubana Angélica de La Riva, quien cantó de manera lírica el tema "Bring Me to Life" de Evanescence, una ocurrencia curiosa que dio al tema un cariz inesperado y fresco.

Fernando Ponce de León y Judith Mateo

Judith es una violinista que no se queda quieta en el escenario y se deja llevar por los ritmos y melodías que interpreta, así que ahora tocaba verla botar sin parar mientras interpretaba el irresistible tema tradicional "Cotton-Eyed Joe", tema que hizo que la sala entera botara también. El segundo invitado de la noche fue José Carlos Molina (Ñu) quien la acompaño con su flauta travesera en el tema tradicional "The Raggle Taggle Gypsy", tema animadito con que nos entraron ganas a saborear un poco de whisky escocés. El siguiente invitado fue Fernando Ponce de León (ex-Mägo de Oz) quien la acompañó con la flauta irlandesa primero y la flauta travesera después en el jig "The Irish Washerwoman", otro tema con que toda la sala botó sin parar.

Judith aprovechó durante el tema "Trouble With a Capital T" para presentar a su banda (Guillermo Guerrer y Tony Martinez en las guitarras, Sergio Pascual en el bajo, Pedro Ivett en los teclados, Jorge Santana en la batería y, cómo no, Chuse Joven en la voz). La temperatura en la sala ya era tan alta que hizo que dos cuerdas del violín de Judith se bajaran de tonalidad, algo que le impidió que tocara en el siguiente tema, "Negro es su corazón" (adaptación al castellano y en formato heavy del tema tradicional "Black Is the Color (of My True Love's Hair)". Molina volvió al ruedo para acompañar a Judith en su tema "Miércoles Santo (X-Sto)" y posteriormente subieron al escenario Juankar y Jano (con su oboe) de Boikot para tocar con ella "Grito en alto", otro tema que invita a la fiesta salvaje sin perder el espíritu reivindicativo.

Juankar (Boikot) y Judith Mateo

Fernando volvió al escenario, esta vez con su gaita, para acompañar a Judith en su versión del clásico de AC/DC, "Highway to Hell", tema coreado por toda la sala obviamente.

La soprano brasileña volvió al escenario para cantar el clásico de Iron Maiden, “The Trooper” aunque fue curioso ver cómo cantaba leyendo la letra desde la palma de su mano donde la tenía escrita. Con lo de los Maiden la velada llegó a su fin porque ya se sabe que las salas a partir de medianoche cambian de registro totalmente y se transforman en discotecas así que nos quedamos sin los bises. Una lástima porque todos nos lo estábamos pasando tan bien "de fiestas", tal como reza el título de la versión que hizo en su momento Judith de un tema de los Ñu, que el bolo se me hizo muy corto.

Da gusto ver a gente que vive por y para la música dándolo todo sobre las tablas y Judith ya ha conseguido hacerse un hueco con su violín en el panorama rockero nacional e internacional. Personalmente, siento curiosidad por ver cuál será su siguiente paso artístico y aquí estaré para transmitirlo a todos ustedes.

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