Crónicas
Flogging Molly + Bastards On Parade: La buena vida
«"Esperemos que no pase otra década antes de que los chicos vuelvan a pisar la península"»
Santana 27, Bilbao
Texto y fotos: Hughes Van Houcke
Por segunda noche consecutiva estábamos en la emblemática sala Santana 27 de Bilbao, uno de los lugares más famosos del norte de España en lo que se refiere a actuaciones de rock y metal. Si la anterior fue una velada de metal moderno y metalcore, hoy se trataba de punk celta. Flogging Molly volvía a visitar España después de más de diez años, los días anteriores tuvieron presentaciones en Madrid y Barcelona. La primera vez que los de Los Ángeles pasaron por Bilbao, en la sala Azkena, hubo muy poco público, ahora en 2019 se ha mejorado, ésta noche estimo que habría aproximadamente mil asistentes, mucho más que la vez anterior en Bilborock.
La velada empezaba con Bastards On Parade, una banda de punk celta de A Coruña, que se han presentado varias veces en uno de los mejores festivales de la península ibérica, el Resurrection Fest, quienes también organizaban esta mini gira de Flogging Molly en España.
Vestido con una camiseta de The Clash y con una Gibson Les Paul alrededor del cuello con la inscripción "Love Music - Hate Facism", el cantante y guitarrista, David Boozer, pone el fuego en la mecha de una noche llena de punk festivo delante de un público vasco que está bailando, saltando y cantando desde el principio.
Bastards On Parade no es un nombre desconocido para este público que no solo se componía de residentes en el País Vasco, también hay de Francia y hasta estadounidenses que actualmente viven y trabajan en Asturias.
Las canciones que trae la banda son por una parte en inglés, pero su último álbum, que vio la luz hace apenas dos meses, ‘Cara a Liberdade’, fue grabado completamente en gallego, tras cinco años de silencio musical, un álbum con el que la banda celebró una década en los escenarios. Obviamente, el recién nacido se promocionó esta noche y, en mi humilde opinión, la banda suena más chula en gallego que en inglés, cosa totalmente subjetiva.
Bastards On Parade, con el pedazo de gaitero y flautista Aspy, muestra un set increíblemente fuerte, mientras que la cerveza fluye sin parar de los grifos, que bailar y saltar causa sed, aunque cuando el cantante David Boozer solicita un pogo es inmediatamente atendido con entusiasmo por una buena parte la asistencia. Temas festivos, tanto en inglés como en gallego, se siguen y aseguran un estado de ánimo óptimo en la audiencia, un público bien calentado para el directo de los californianos.
Hacia el final del set, dos temas notables, una versión gallega de “We're Coming Back”, de los londinenses Cock Sparrer, y “A Rianxeira”, el himno no oficial de Galicia, compuesto hace más de setenta años por un emigrado gallego en Buenos Aires, bien conocido por la afición del Celta de Vigo, un tema que hasta ha sido tocado por los irlandeses de The Chieftains.
Son las diez en punto cuando el irlandés Dave King, su esposa y sus acólitos suben al escenario, una banda fuerte de siete miembros delante de una audiencia muy heterogénea, bajo los tonos de “Baba O'Reily” de The Who. Aunque Flogging Molly vino a presentar su elepé más joven, ‘Life Is Good’ de 2017, nos ofrece una amalgama de canciones, cada una más festiva que la anterior.
El buen ambiente en el escenario se transfiere desde el principio a la audiencia, incluso durante la primera canción de repente vemos a una joven en el escenario que vino de la nada, lo que provoca cierto pánico en la seguridad.
Entre las canciones escuchamos anécdotas en relación cada tema que vendría a continuación, y durante las canciones mismas, los músicos muestran su mejor lado artístico mientras la audiencia se está volviendo loca. Los fans tuvieron que esperar más de una década para el regreso de uno de los protagonistas del género.
La fiesta continúa sin parar, principalmente con canciones del nuevo álbum, del exitoso ‘Float’, del primero ‘Swagger’, y del álbum que los lanzó a nivel internacional, ‘Drunken Lullabies’; de ‘Speed of Darkness’ (2011) sorprendentemente no oímos nada.
Gracias al comportamiento familiar del líder de la banda, teníamos la impresión de ver un grupo de amigos en lugar de una banda del otro lado del charco, tocando temas conocidos como “Drunken Lullabies”, “Requiem for a Dying Song” o “Swagger”, entre otros.
Después de casi una hora y media, concluía un set brillante, lleno de energía, una buena dosis de humor y una sensación de bienestar predominante, con “The Seven Deadly Sins” y “Within A Mile From Home”.
Luego de un breve silencio, los irlandeses/americanos vuelven con “If I Ever Leave This World Alive” y el inevitable “Salty Dog” que dejará la sala hecha un lío por última vez.
Después que Flogging, Molly tocara la última nota, recibimos “Always Look On The Bright Side of Life” de Monty Python, el espectáculo no puede quedar mejor ilustrado que con este tema de despedida, con el que las dos bandas de la noche, juntas sobre el escenario, agradecían al público.
Esperemos que no pase otra década antes de que los chicos vuelvan a pisar la península.
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1 comentario
Que importa la peña que fuera a dicho concierto cuando lo importante es que estas dos interesantes bandas lo dieron e hicieron un gran concierto cada una a su manera. Esperemos que estos BASTARDS ON PARADE no se tarden mucho en volver de nuevo a España siempre y cuando haya promotores que se la jueguen y nos los traigan.