Crónicas

EELS: Dos horas de melodías subterráneas

«Mr Eels se descuelga la guitarra y se da un baño de masas abrazando a todos desde el escenario para cerrar dos horas de melodías subterráneas en el corazón de la sala Razzmatazz»

Razzmatazz, Barcelona

Texto y fotos: Markceröck

Se acaba el verano, es viernes y tu cuerpo lo sabe. Mark Oliver Everett no nos dice nada a secas, pero su alter ego, EELS, nos proyecta rock and roll por las venas en todas sus variantes. Por genética tendría que haber sido científico, pero los átomos en forma de corcheas dijeron otra cosa.

Se demoró un año en volver a la ciudad condal. Tras una intro algo pomposa, de la clásica película de Stallone, "Rocky", aparece Mr. E a la hora señalada arropado por el trío de músicos en formato rock. Luces fuera y que empiece la función.

Atacó con versiones ajenas, "Out In The Street" de los Who, "Misissipi Delta" de Bobbie Gentry y "Rasberry Beret", que fue la más coreada, recordando al fallecido genio de Mineápolis, Prince.

La seriedad llegó con "Bone Dry", una melodía que encajaría en cualquier banda sonora de James Bond, arrancada de su último disco, ‘The Descontruction’. La cajita de música, "Flyswatter", resuena de punta a punta. Enfundado en el típico uniforme del rock, tejanos y chaqueta azulados, hipnotiza con "Dog Faced Boy", dejando a un lado la guitarra y jugando con la percusión.

"I Need Some Sleep", nos vamos a contar ovejas para no dar bostezos antes de recobrar el ritmo con "Dirty Girl", al más puro estilo country. El paseo discográfico sigue con "Prizefigther", ¿un guiño a Bowie o solo es producto de la imaginación?

"She Said Yeah", de Los Rolling Stones, nos retorna al universo de las versiones. La monótona "Tremendous Dynamite" cabalga entre el bajo de Big Al y la batería de Little Joe. Así avanzamos a toda velocidad para llegar a las canciones más conocidas, como "Novocaine for the Soul", con Mr. E paseando sus dedos por el mástil de su inmaculada guitarra y unificando la groovie "Souljacker Part 1" y sus riffs endemoniados, con alfombra roja incluida a modo de pasarela para desfilar uno a uno los integrantes de la banda, en plan comedia.

"P.S You Rock my World" marcaría el final para EELS, en teoría, pero volvieron con "Fresh Felling". Una lluvia de aplausos y vítores los harían volver a escena por segunda vez con "Mr E´s Beatiful Blues", que genera un buen rollo con su monosílabo estribillo que todos bailan sin cesar.

Los homenajes a sus ídolos no terminaron ahí, "Love And Mercy", del chico de la playa Brian Wilson, camuflada con cosecha propia, "Blinking Lights (For Me)", a modo de viaje hippie; la introspectiva "Woderful, Glorius", y, para llegar al final de las versiones, "The End", de los amados Beatles.

Mr Eels se descuelga la guitarra y se da un baño de masas abrazando a todos desde el escenario para cerrar dos horas de melodías subterráneas en el corazón de la sala Razzmatazz.

Hasta la próxima, Mark Oliver y compañía.

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