Dry River: Imparables e insuperables

Ante una sala abarrotada, el presentador y showman Fanfi García nos dio la bienvenida al 2038, y Dry River despegó como una bala a ritmo de “Perder el norte”. Con su habitual atuendo de trajes rojos, Pedro Corral (batería), Matías Orero (guitarra), David Mascaró (bajo), Carlos Álvarez (guitarra, teclados), Martí Bellmunt (saxo, teclados) y Ángel Belinchón (voz, guitarra, keytar) pisaron con fuerza el escenario. Ya nada más empezar, se notaba un público entregado al máximo. La fiesta continuaba con “Fundido a negro”, toda una oda a la destrucción del planeta, para seguir reventando la sala con “Rómpelo”. Muchas eran las buenas vibraciones que ya desde el comienzo nos estaba trayendo la banda.

Tras romperlo todo, el grupo se fue “Con la música a otra parte”, provocando un gran subidón entre el público. El vocalista aprovechó una interacción con los asistentes para presentar al primero de los invitados de la noche: Juanjo Melero (ex Sangre Azul). Junto a los dos guitarristas, protagonizó un solo digno de asombro, muy a la altura de la calidad del show. Tocaba a continuación venirse muy arriba con “Me pone a cien”, en el que llegamos a ver a Fanfi García con maracas y a Matías Orero con sombrero rosa. Momentos impagables como mínimo. Un tema especialmente aclamado por el público fue “El camino”, al igual que “Al otro lado”, con un gran derroche vocal de Ángel Belinchón. Por su parte, “Cautivos” contó con una curiosa performance con carteles de símbolos y dibujos que hacían referencia a la letra de la canción. Cada tema fue creando su propia atmósfera.

Si hay algo especial en Dry River, es que cada canción puede transmitir una emoción diferente. En directo resultan una mezcla perfecta entre calidad musical, humor, carisma y buen rollo. Sin duda, saben cómo ganarse a su público. Asimismo, destacaría el hecho de que lleven toda su música en absoluto directo, sin pregrabados de ningún tipo. Así, por ejemplo, Martí Bellmunt y Carlos Álvarez pasaban respectivamente de teclados a saxo y de guitarra a teclados con una facilidad pasmosa. Admirable.

La gran capacidad técnica de todos y cada uno de los miembros en directo quedó sobradamente demostrada con “Peán”, el corte más largo de ‘2038’. Fue además el momento para que hiciera aparición en escena otro de los invitados: Ronnie Romero (Rainbow, ex Lords of Black). Su calidad vocal unida al grandísimo potencial de la banda hicieron las delicias de todos los asistentes. Las baladas también tuvieron lugar en el concierto, y “Me va a faltar el aire” no podía estar de más en el setlist. Un medio tiempo con una fuerza desgarradora, muy coreado por el público. Con este corte llegaban ya al final del repertorio.

Sin embargo, como era de esperar, aún les quedaban ases en la manga. Después de una breve pausa, y tras la intro de “Traspasa mi piel”, vino el primero de ellos con “Bajo control”, bombazo de su segundo disco, ‘Quien tenga algo que decir… que calle para siempre’. Personalmente, uno de mis temas favoritos. A continuación, llegó un momento realmente único. Presentando a Francisco Mazuecos (Solid Relax Project) como batería invitado, dieron la sorpresa de tocar “Bohemian Rhapsody” de los legendarios Queen. La versión contó asimismo con el apoyo de Ronnie Romero, que emuló al gran Freddie Mercury de manera muy acertada. Fue sin duda un momento lleno de emoción.

Siguiendo con los invitados, esta vez les tocaba a Roberto Bravo (Solid Relax Project) a los teclados y a Julio Castejón (Asfalto). El siguiente tema fue todo un canto contra la violencia de género, y no fue otro que “Melani” de los propios Asfalto. A pesar de no tratarse de un corte propio, supieron defenderlo con creces. “Punto y aparte, ni una más”, clamaba el tema. Los invitados se quedaron para interpretar con cuerpo y alma “La llave del sol”, una balada muy sentida y emotiva de su primer disco, ‘El circo de La Tierra’. Para cambiar por completo de tercio, el vocalista agarró su keytar y la banda se acercó al final del repertorio con “Irresistible”. Un tema de lo más bailongo de su segundo disco, que hasta contó con coreografía de Fanfi García, y que efectivamente puso a bailar a todo el público.

Para poner un broche memorable, Dry River se guardó para el final su “Traspasa mi piel”, canción evocadora donde las haya. El directo culminó con todos los asistentes, totalmente entregados, coreando el estribillo del tema, creando una conexión única entre público y banda. Imparables. Insuperables. Sin duda, Dry River traspasó nuestra piel.

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