Crónicas

Dr. Blues: Intensa sesión de sentimiento

«Rock de la escuela más clásica, blues hecho desde el corazón y desde las tripas»

Sala Clamores, Madrid

Texto: Mariano Muniesa. Fotos: Nerea Mayor

Showcase lleno de energía positiva, buen feeling y buen rollo el que nos ofrecieron Dr. Blues en esta actuación que apenas sobrepasó los cincuenta minutos, pero en la que nos supieron transmitir toda la fuerza y el sentimiento, amén de la gran calidad musical que han plasmado en su disco en directo grabado en la sala Galileo Galilei de Madrid, 'Cantos de Sirena – Dr.Blues en concierto'.

De hecho, este showcase venía a ser la presentación oficial de ese disco, que recientemente el propio Carlos Yébenes, líder y fundador del grupo, vino a presentar al programa Musicolandia de Mariskal Romero en nuestra radio. No quiero que me pase por alto el hecho de que este concierto tenía, especialmente para Carlos, otra significación muy especial: pasados pocos días del fallecimiento de su padre, a él quiso dedicarle esta actuación tan emotiva.

No era materialmente posible que todos los colaboradores de 'Cantos de sirena' pudieran estar en esta ocasión sobre el escenario de Clamores, pero alguno de ellos, que siempre ha tenido especial vinculación con el proyecto, como el armonicista Víctor Muñoz, hermano del mítico Maestro Reverendo, fue de los que no faltó. Temas como “Esto no va bien” o “Médico de urgencias” fueron de los más coreados por el público, compuesto sobre todo por amigos y familiares de la banda, entre el que me llamó la atención ver a numerosos niños, ya que imagino que por lo temprano de la hora de celebración – las 19.00 horas- podían acceder sin problemas a la sala.

Dr. Blues es una banda conocida por sus magníficas versiones de clásicos de la historia del rock y del blues y no defraudaron a quienes esperábamos alguna de esas delicatesen sonoras a las que nos tienen acostumbrados. “Oye como va” del chicano Santana y una excelente revisión del “Can’t Find My Way Home” de Blind Faith fueron esta vez las elegidas antes de que, hacia la recta final, nuevos amigos como el guitarrista Luis Acevedo y el armonicista Jeff Callow que dieron calor y color a una muy sentida y potente versión de “Cuatro amigos”.

Rock de la escuela más clásica, blues hecho desde el corazón y desde las tripas y la reconfortante sensación de ver y escuchar a gente que ama esta música y nos sabe transmitir esa pasión y ese sentimiento. Con esa grata impresión abandoné la sala Clamores, sumergiéndome en el profundo Madrid invernal ya de un más que agradable sábado noche.

 

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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