Crónicas

Crónica de Dog Eat Dog en Barcelona

«Dog Eat Dog una lección de humildad y de ser fieles a su música y no morir en el intento por unos dólares más»

25 septiembre 2019

Razzmatazz 3, Barcelona

Texto y fotos: Markceröck

Dog Eat Dog, vecinos ilustres de Springteen o Bon Jovi en su natal New Jersey al otro lado del charco,  pioneros del crossover del metal y el rap y, por ende, padres del nü-metal popularizado por agrupaciones como Deftones, Korn o System of a Down, nos visitaban con motivo del 25 aniversario de su álbum debut, ‘All Boro Kings’. Una oportunidad única que solo un puñado de melómanos aprovechó.

La pequeña sala recibió a estos héroes del hardcore con tintes de hip hop de la mano de su líder John Connor, el eterno Peter Pan del punk, luciendo una camiseta deportiva de los Rangers. Un enorme telón con el logo de la banda dominaba desde el fondo, con un enorme set de batería pilotado por el acrobático Brandon Finley, amplificadores, pedales y demás juguetes necesarios para este combo musical. El saxo es un sello personal de la banda, protagonista del primer track "If These Are Good Times".

Saludando con un fluido "¡Hola Barcelona!" en la lengua de Cervantes abren la fiesta que desde el minuto cero empieza a agitar las primeras filas. La adrenalínica "Think" produce los primeros mini pogos con un sonido impecable. Poco a poco la sala se iba llenando con incondicionales fans de la banda. La presencia femenina tampoco se hizo esperar, un buen punto entre tanta hormona masculina.

Dave Neabore marcaba el ritmo en las cuatro cuerdas para la rapeada "Pull My Finger", que nos transporta a los gloriosos noventa, el principal leitmotiv de este concierto. El saxo se hace presente en "Queen", tema dedicado a “las ladies” presentes, que inundan el escenario para zambullirse en crowsurfings interminables. No había más de cien personas, pero parecían miles por la energía que emanaban.

Sin respiro cayeron "Dog House" y "What Comes Around", que daría paso a la teatralizada "Rocky". Mr. Connor lo anuncia como “el más grande bassman” de todos los tiempos y Dave Neabore hace su juego de piernas y manos ataviado con una bata negra con la inscripción en su pecho del popular personaje pugilístico de Stallone. El turno del “pass the Mic” seria para el aporreador de parches y cajas, Brandon Finley, oficiando de improvisado MC.

Poco a poco vamos descontando minutos para el final, que llegaría con el momento top de la noche con "Dog Eat Dog" coreada por una jauría de fans ya maduros mezclados con sangre joven que, por suerte, no escucha ni reggaeton ni trap ni mierdas parecidas, tan de moda entre el rebaño nacional.

Lamentablemente, la función terminaba con un tema nuevo, "XXV", de su EP ‘Brand New Breed’. John Connor deletreaba letra a letra el nombre de la banda a manera de coro para que no se te olvide en tu vida. Se despidieron muy cariñosamente de sus seguidores para ir directamente al merchadising a firmar souvenirs de la banda y fotos con todo dios. Dog Eat Dog una lección de humildad y de ser fieles a su música y no morir en el intento por unos dólares más.

Redacción
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