Crónicas

Hermanos del rock: Más que una familia

«“Los principios son complicados, pero lo importante es que sean eso, principios”»

Universo Rock, Valdemoro (Madrid)

Texto y fotos: Jorge Bobadilla

Está claro que todos los principios son complicados, pero si se está rodeado de familia, de la familia rockera, todo se hace más agradable. La sala Universo Rock de Valdemoro, que me sorprendió gratamente en cuanto al aforo del que dispone, acogía la descarga de un festival que ha apostado por salirse de la norma y contar con bandas cuya calidad está por encima de su popularidad, en una clara intención de apoyar, en toda su extensión, a la escena rockera que más lo necesita.

Mariano Muniesa con el amplificador "XOA"

Tuvimos sobre el escenario bandas de rock, de hard rock, de heavy metal, metal extremo, punk y de todos los estilos imaginables materializados en siete nombres de hermanos del rock, faltaban las siete novias para estos hermanos, pero nunca llegaron. Me refiero a que faltó mucho color en una sala enorme que echó de menos a los que prefirieran la opción futbolera y a los que no vieran claro que Valdemoro, al sur de Madrid, fuera su destino para este día plagado ya de fiestas populares en pueblos cercanos y barrios de la capital.

Nadie se echó atrás por este motivo y todas las bandas lo dieron todo desde el principio, cuando empezó a sonar la mítica sintonía de Curro Jiménez y los organizadores, uno vestido de bandolero y otra, Cristina Garrido, de bruja rockera (con una SG en lugar de escoba), nos pusieron en situación hablándonos de los discos recopilatorios de “Hermanos del rock” con los que todo empezó.

Tras la descarga de guitarra a cargo de Juan Delgado con la que se abría el primero de estos discos, ejecutada en directo, Mariano Muniesa empezó a ejercer de presentador para cada una de las bandas. No quiero olvidarme de destacar que toda la noche estuvo presidiendo el escenario un cabezal de una nueva marca, XOA, dadle la vuelta y veréis lo que puede empezar a ser tendencia entre todos los que tenemos un ampli de los que popularizó Brian May.

Los barceloneses Brote fueron los primeros en demostrar sobre las tablas la potencia de un rock duro y combativo con temas como “Maldita sea” o “Probar la tentación” que no tardaron en contagiar a todos los asistentes.

Siempre da gusto disfrutar de este tipo de bandas que van al grano, aunque se les quedó corta la media hora de la que disponían y nos quedamos sin un par de temas de su repertorio, pero la semilla estaba plantada.

Llegaba el turno para los madrileños KontraGolpe, que nos trajeron la esencia de la actitud punk y el thrash metal de la vieja escuela. Un giro al extremo de nuestra música (serían constantes en el festival) que empezó a alternar intensidades entre las bandas.

“Mundo de mierda” fue el tema con el que se introdujeron en el mundo HDR y el trío dejó claro que tiene sonido y temas para colarse en cualquier cita en la que se busque caña de la buena. Además cuentan con una auténtica bestia a la batería, al que todo se le queda pequeño y constantemente derribando su set.

No os lo perdáis si tenéis ocasión. “Blood for Blood” cerró una actuación más que interesante.

En ese vaivén de estilos llegó pronto el paso hacia el heavy metal, que llegó de manos de los canarios Anya, presentados por Muniesa y por la voz de Nocturnia, Alberto Symon, destacando el apoyo que el gobierno canario da a las bandas de su tierra para que se muestren en la península.

Con algún problemilla rápidamente solventado (no fue fácil coordinarse con el técnico de la sala durante toda la noche) comenzó la actuación de esta joven banda a la que le sobró un poco de intro, aunque no tardaron en meterse en harina como si estuvieran delante de diez mil personas.

Temas como “Siento tu latir” o “Ya no lloraré”, dedicada a las víctimas de violencia de género, fueron enganchando al público antes de darle una vuelta al propio festival con “Hermanos del metal”.

Ellos disfrutaron sobre el escenario y nos hicieron disfrutar y apuntar su matrícula para el futuro.

Muniesa nos avisaba, llegaba Cabramacabra, había que estar preparados. Los de Guadalajara, a los que la definición de “banda de metal” se les queda bastante corta, fueron un huracán sobre el escenario… y por toda la sala. Una constante llamada a la destrucción hecha música.

Puede que la audiencia no fuera la más cercana a su extremo estilo, solo unos pocos se animaron a desatar algún pogo, pero la banda hizo arder el escenario con la mezcla de elementos que tienen en su formación. Una base rítmica aplastante y más moderna, una guitarra de acero puro y la otra aportando virtuosismo en la receta a la que su vocalista, Carlos, pone la pimienta. “Tiempo”, “Pachamama” o la propia “Cabramacabra”, cráneo caprino incluido, se unieron a un “Territory” de Sepultura realmente brutal. Decir recomendables es quedarse corto.

Nuevamente dábamos un brusco giro y nos plantábamos ante los catalanes PP Cuervos. Otro gran descubrimiento en terrenos de rock de colores más urbanos, en los que las guitarras limpias se mezclan con las más rasgadas.

“El hombre del espejo” o “Ciudad alegría” fueron algunos de los temas con los que fueron enseñándonos sus armas y dejando una muy buena sensación, con un estilo original dentro del género en el que sus dos guitarristas se fueron moviendo con soltura y energía. También a los cuervos se les quedó corto el tiempo de actuación.

Era el momento de recibir a la banda más extrema de la velada. Los jóvenes madrileños Survael nos sumergieron en una batalla medieval con la intensidad de un metal que se va bañando en aguas black y death con cortes más melódicos y una buena actitud con la que llenan el escenario y dan honestidad a su propuesta.

Para la ocasión tuvieron que contar con Coke (ex-Fostioner, ex-Sechem) al bajo, cubriendo sin problema la ausencia de Joaquín, su bajista habitual.

Gran banda a la que seguir si lo tuyo es el lado más oscuro del metal.

Pan-Z minutos antes de su actuación

Y para terminar, ¿qué mejor que el descaro punk que le sale por los poros a los tres miembros de Pan-Z? Cruzábamos la frontera de un nuevo día con una actuación que rompió todos los corsés y trajo la fiesta a la sala para exprimir las últimas fuerzas de todos los asistentes, especialmente de manos de un bajista al que parece imposible poner freno.

Todas las bandas agradecieron el ambiente que se creó entre todos los músicos y entre todos los hermanos del rock que nos reunimos esta noche en Valdemoro para ver el nacimiento del que esperemos sea un festival que se mantenga mucho tiempo siendo escaparate en el que descubrir y disfrutar lo mejor de lo que muchos no quieren ver: la hermandad del rock.

Todos los principios son complicados, pero lo importante es eso, que sean principios.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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