Débler + Lépoka: Un futuro fantástico por delante

Se auguraba fiesta la noche del sábado cuando, a las 19:47 exactamente, empezaba a sonar "Broceliande", la intro que daba paso a la primera actuación de la velada. Los castellonenses Lépoka abrían su show con "Simon Barrel" demostrando de qué iba la noche: fiesta, saltos y mucho buen rollo, que es lo que despliega esta banda cada vez que toca. Cabe destacar el sonido de la sala durante todo el concierto, que la verdad fue uno de los mejores sonidos que he disfrutado en directo en mucho tiempo.

"Samhain" sonó atronadora, sobre todo en viento y violín, que destacaron durante todo el repertorio de los goliardos. Dani nos pedía en ese momento que mintiéramos, y eso hicimos, diciéndole eso de "Yo controlo", uno de los temas más festivos de la banda, que daba paso a "Confessio" y "Carta a María" durante la cual una fan del grupo subió al escenario para recoger un premio de un sorteo que consistía en dos CDs y un vale para comer churros (ya nada nos sorprende viniendo de Lépoka la verdad).

La fiesta siguió con "Villabirra" y su cover de Mägo de Oz, una banda que significa mucho tanto para Lépoka como para Débler. "Vodkanroll" preparaba al público para la traca final, los termas quizá mas representativos de la formación castellonense: "Beerserkers", "Goliardos" y un último trago de puro folk con ese "Chupito" con el que se despedían, poniendo fin a un bolazo y abriéndole las puertas a los chicos de Débler, pero dejando claro que Lépoka pisa fuerte allá por donde va.

Débler se ha convertido en muy poco tiempo en algo más que los pupilos de Mägo de Oz. Por calidad musical, esfuerzo y carisma han alcanzado una cota de popularidad que, en mi opinión, merecen y espero que dure mucho tiempo, ya que es una banda de las que se echaban de menos en el panorama nacional.

"186, Fleet Street" nos llevaba a esos callejones oscuros del Londres victoriano en los que se inspira su obra ‘Somnia’, que cuenta la historia del “barbero del diablo”, Sweeney Todd, para empezar a descargar con un tremendo "Nada nos podrá parar", que mostraba una compenetración espectacular de la banda madrileña y un estado de forma en todos sus integrantes digo de admirar.

La noche avanzaba con "Renacer del alma" de su primer trabajo, "Noctem Diaboli", seguida por una canción ya emblemática de la banda, "El ritual de las llamas", para la cual contaron con la colaboración de Diego Palacio (Celtian), un mítico en esto de las colaboraciones, a la flauta. Hay que decir que junto a Dani (violín) hacen un tándem impresionante.

Agradecimiento tras agradecimiento, Débler seguía demostrando quién son y lo que saben hacer con un tremendo "Mar de lagrimas" acompañados del gran Manuel Seoane (ya casi un Mägo más) coordinado a la perfección musicalmente con los hermanos García  y "Se apagó el sol", que daban pie al momento lento de la noche. En primer lugar acompañados de Javi Diez, teclista de Mägo de Oz, unas "Rosas color marfil" que pusieron al público en modo balada, para culminar con "Cuando las estrellas dejen de brillar" con la colaboración de Xana Lavey (primicia: se anunció como nueva cantante de Celtian), fue en este momento cuando el club de fans de Débler demostró lo mucho que les quiere desplegando una tira de luces led con forma de estrellas, como ya vimos en el estreno de la gira en Cool Stage, volviendo a dejar boquiabiertos a los madrileños, que al finalizar el tema lo agradecieron profundamente.

Tras un solo de batería de Nelson, sonaban "Duelo hasta morir", "Frente al espejo" y "Siempre hay esperanza", que acabaron de reventar los pies del público, el suelo de la sala, y la voz de Rubén que, a pesar de estar enfermo, dio un recital. El final aun quedaba lejos. Antes de eso, un homenaje a la banda que ha apadrinando a Débler desde su comienzo, en forma de cover "El poema de la lluvia triste" dejaba claro por qué Mägo de Oz se fijó en estos chicos para ser sus sucesores naturales. Con "Somnia" se daba paso a los últimos cañonazos de la noche.

Empezaron por un medley de Queen, algo que dejó un poco desconcertada a la gente, pero entendible ahora que está de moda la banda de nuevo por el estreno aun reciente de ‘Bohemian Rhapsody’. Para terminar su actuación Débler dictaba sentencia sobre sus fans con "Sentencia final" y, como no podía ser de otra manera, "La procesión de los borrachos" cerraba la maravillosa actuación de los madrileños entre globos, confetis y muchos saltos y sobre todo caras de felicidad tanto en los músicos como en el público. Y eso es lo que Débler es, pura felicidad. El futuro que tienen por delante es realmente fantástico y estos chicos, la verdad, se lo merecen.

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