Crónicas

Reylobo + Redención + Kharmia: Retomando la normalidad con tres promesas del metal

«Esperemos no estropear todo lo que hemos conseguido hasta ahora y poder así seguir disfrutando de bandas y conciertos como los acaecidos en esta noche»

13 noviembre 2021

Sala Hysteria, Madrid

Texto y fotos: David Esteban

Reylobo

Inigualable tándem musical el que llegaba por medio de las actuaciones de Reylobo, Kharmia y Redención, que confirma y restablece la escena de nuestro rollo en vivo en la nueva era pospandémica (esperemos no estropearlo), a la vez que certifica el buen estado de salud que las nuevas y jóvenes bandas metálicas atesoran. Agradable noche madrileña para dejarse caer por la actualmente muy de moda sala Hysteria, y disfrutar del atractivo pack que los madrileños (Redención), los murcianos (Reylobo) y los navarros (Kharmia) nos tenían preparado.

Kharmia

Hay que indicar que hubo cierta confusión en la hora de inicio de las actuaciones y, por tanto, me fue imposible asistir a la puesta en escena de la primera banda en cuestión, los navarros Kharmia, no obstante, pude charlar tanto con su vocalista, Marta Nicolás, como con otros asistentes al evento, transmitiéndome todos ellos la unánime conclusión de que la proyección de la banda está más que garantizada debido, fundamentalmente, a su puesta en escena, desparpajo sobre las tablas e increíble demostración técnica por parte de los cinco miembros de la banda, en especial, por la capacidad vocal de Marta.

Doy las gracias de corazón a la banda, pues la agrupación tuvo a bien de hacerme entrega de su reciente EP, el cual incluye los cortes "Despierta" y "Quiero volver", dos auténticos trallazos de absoluto power metal melódico que a nadie dejará indiferente. Investigad por la red y dadles una escucha. ¡Más que recomendados!

Con algo más de gente en la sala, y tras poco tiempo de espera, saltaban a escena los murcianos Reylobo para presentarnos su flamante y sobresaliente primer trabajo, titulado ‘El octavo pecado’, que ha sido grabado, como sabéis, bajo la supervisión del gran Alberto Rionda, todo un garante.

Reylobo

Como no podía ser de otra manera, el repaso al mismo fue casi íntegro, y es que desde el comienzo con "La configuración del caos" demostraron al respetable las absolutas dotes instrumentales que cada miembro de la banda esconde y, por supuesto, el portento vocal que atesora Nacho Fernández. Me encanta ese cierto halo aterciopelado que esconde su voz y que en algunos momentos recuerda al célebre Timo Kotipelto de Stratovarius.

La excelente demostración de power metal continuaría con "La jauría humana", cuyo pegadizo estribillo animó a los presentes a corearlo al unísono. La siguiente en caer fue "Rebelión", cuyas bonitas melodías no desentonan en un corte que llama a la revolución.

Por medio de la inicial guitarra de Pedro Gallego y la dura pegada de Guillermo Barranco la potencia sonora se incrementó en unos cuantos decibelios gracias a "El hombre inquieto", un magnífico corte de power metal progresivo, donde el colchón de teclado por parte de Miguel Torralba resultó realmente exquisito. La épica de "Los olvidados" inundó la sala al completo para destaparse como uno de esos temas con cierto regusto a Avalanch que tanto profesan los murcianos.

Como primicia, pudimos escuchar "El otro mundo", tema nuevo que formará parte del inminente segundo disco de Reylobo.

Con la sala prácticamente llena, alcanzábamos el ecuador del show y con ello la calma, pues por medio de "Origen", a modo de intro, enlazaban con la preciosa "Dogma", una soberbia demostración tanto vocal por parte de Nacho como instrumental por parte de las teclas de Miguel.

En la parte final, los latigazos iniciales del bajo de Wen Miralles nos indicaban que estábamos ante la pegadiza y cadente "Réquiem". Sin tiempo para más, y forzosamente despidiéndose envueltos en una gran ovación, acometían con el que es el primer single de su álbum debut, la pegadiza y powermetalera "Águilas blancas". Estaremos muy atentos a los siguientes pasos de la banda, porque desde luego se encuentran en un momento bien dulce.

Poco tiempo de espera y escasos cambios sobre el escenario nos llevaron a divisar sobre la tarima las siluetas de los madrileños Redención. Hay que indicar que los de Aranjuez jugaban en casa, por lo que contaron con mayor cantidad de público, hecho este que siempre ayuda a propiciar el ambiente idóneo para disfrutar de una auténtica noche de heavy metal.

Sin mayor dilación, y haciendo gala de una contundente puesta en escena, irrumpieron con "Tu muro", primer corte de su anterior álbum, titulado ‘Abruptum’ (2019), del cual lamentaron no haberlo podido presentar en directo por las razones pandémicas por todos conocidas. Del mismo compacto cayeron, sin respiro alguno, "Presión" e "Inocencia", pesadas demostraciones de metal moderno de excelente calidad.

Riffs densos como plomo derretido salían de las manos de Sergio Gómez a la par que su colega a las seis cuerdas, Alex Posilio, soleaba sobre su mástil con gran habilidad y maestría. La siguiente, "Arritmia" dejó en claro que el vocalista, David Peñalver, se desenvuelve perfectamente tanto en tonalidades ásperas y algo más agresivas como, en este caso, mucho más limpias y cristalinas. Todo ello sin olvidarnos de lo buen frontman que es, saltando, moviéndose de un lado a otro –pese al reducido tamaño del escenario– y animando al público en todo momento.

"La noche no purga la culpa", bien celebrada por los asistentes, demostró el amplio abanico de influencias de las que beben los ribereños para, por medio de "Matar a la madre", dejar en evidencia lo brutal y genial batería que es Jason Simmons, y que todo lo que tiene de grande lo tiene de sobresaliente rompe parches. ¡Qué manera de tocar! Espectacular.

En la recta final, "Derrota" y "La marca" vinieron en representación de su nuevo y  flamante EP, dos fantásticos cortes que dejan a un lado el característico groove de la banda para adentrarse en terrenos algo más clásicos. Inmediatamente después, "Noche de rock'n roll" se destapó como una agradable sorpresa versionando el clásico de Barricada.

Retomando la densidad musical inherente a la banda, "Tu héroe interior" sonó bestial gracias a los brutales guturales de Sergio y ese atractivo regusto a Sôber. La compenetración de ambos guitarristas junto con la base rítmica fue especialmente mágica en "El pozo de los mortales", con un Javier Díaz (bajo) descendiendo del escenario para rodearse de sus seguidores y desprender simpatía con todos los allí congregados. El respetable, oliéndose el final del show enloquecía desaforadamente, locura colectiva transitoria que fue momentáneamente minorada por la incursión del medio tiempo "Licor negro".

Pasándose varios minutos sobre el horario establecido, los madrileños remataron a los asistentes por medio del cañonazo que es "Perro guardián". Pese al desfase sobre el horario marcado por la organización, y tras aclamación popular, la agrupación tuvo a bien plantearse la ejecución de un tema extra, sin embargo, la cordura retornó a la mente de los presentes y la banda dio por finalizada una velada de lo más atractiva.

Esperemos no estropear todo lo que hemos conseguido hasta ahora y poder así seguir disfrutando de bandas y conciertos como los acaecidos esta noche.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Muy buena crónica de los cojonudos recitales que se marcaron estas tres buenas bandas de nuestro pais en la Hysteria madrileña presentando cada una sus respectivos álbumes de estudio.

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