Crónicas

Cruïlla 2018 (13 de julio)

«Un repertorio muy repartido, aunque se echó en falta el habitual recuerdo que han tenido en el pasado hacia Chris Cornell y Audioslave»

13 julio 2018

Parc del Fòrum, Barcelona

Texto: Jordi Campàs. Fotos: Markceröck

Segunda jornada de festival con un aliciente máximo, el retorno del trio de instrumentistas de Rage Against The Machine, y posteriormente de Audioslave, a los que se han unido los vocalistas B-Real (Cypress Hill), y Chuck D (Public Enemy), así como DJ Lord, también procedente del mítico combo afroamericano.

Una penetrante sirena a las once de la noche anunciaba la salida a escena de Prophets of Rage, con la vieja composición de Public Enemy debidamente remodelada por el sexteto que da nombre a esta súper banda norteamericana, que apareció con los puños arriba y con todos y cada uno luciendo la camiseta oficial del Fútbol Club Barcelona, personalizada con sus nombres en la espalda, aunque sin numeración. Le siguió el primero de los temas de RATM de la noche, estridencia y algarabía para “Testify”, desde su ‘Battle of Los Angeles’ (1999), con Morello tocando solo con la mano derecha, puño izquierdo alzado. B-Real sería el primero en dirigirse a la audiencia con “¿Qué pasa mi gente?”, antes de entrar con “Take The Power Back”, del primer álbum de los RATM, puños arriba de nuevo y apoyo al rapper mallorquín Valtonyc. Más candela con un par de cortes propios, primero el nuevo single recientemente editado, “Heart Afire” que recuerda un poco a The Prodigy por sus pinceladas electrónicas, y desde su disco de 2017, “Hail to Chief”, que trajo las primeras alusiones al actual presidente norteamericano. Tremenda intro de Morello a la guitarra para otra de las piezas maestras del debut de RATM, “Know Your Enemy”, con Chuck D repitiendo hasta la saciedad la lírica final con aquello “¡All of wich are American dreams!

Turno para Public Enemy con la clásica “Fight the Power”, durante la cual, Tom Morello se marcó un excepcional solo de guitarra mordiendo las cuerdas con los dientes y mostrando la parte trasera del cuerpo de la guitarra con el lema Fuck Trump, durante el show repetiría la jugada, esta vez mostrando la reivindicación Catalunya Lliure. “Os gusta el Hip Hop?” Pregunta B.Real, ataviado con un pañuelo palestino y gafas de sol, antes de entrar con un mix de Cypress Hil & Public Enemy en formato de trio, con los dos frontmen, y DJ Lord a los mandos: una versión spanglish del “Insane in the Brain” y su versión hispana “Loco en el Coco”, el “Bring the Noise” que conoceréis por su colaboración de Public Enemy con Anthrax, “I Ain’t Gonna Like That”, y “Welcome to the Terrordrome”, durante las cuales los cantantes bajarían al foso para estar más cerca de una audiencia enfervorecida, a la que Morello lanzó algunas púas durante la interpretación de “Guerrilla Radio”. Algo machacona sonó “Living on the 110”, una de las nuevas de Prophets, que habla de vivir en la pobreza, de la democracia y su hipocresía. Siguen con “Black Steel in the Hour of Chaos” de Public Enemy y con otro de los bombazos del primero de RATM, que es, sin duda, la trepidante “Bullet in the Head”. Otro middle con “Yo Quiero Fumar” (“I Wanna Get High”), y el “Jump Around” de House of Pain, para el cual B-Real nos hizo agachar para saltar hasta lo más alto. Suena “Sleep Now in the Fire”, con un puño en las pantallas, y se nos pide energía positiva para “Unfuck the World”.

A estas horas del partido ya solo los dos afroamericanos de la banda siguen con la blaugrana enfundada. B-Real dice que ahora viene una vieja, a ver si la conocemos, claro que sí, es “How I Could Just Kill a Man” de Cypress Hill. Morello se curra una tremenda intro para entrar a matar, o a botar, con “Bulls on Parade”. El guitarra se pasó un buen rato pegando botes sin parar, al igual que los que estábamos abajo para esta única elección de su 'Evil Empire' (1996). Bombardeo final con “Freedom” y, como no podía ser de otra forma, “Killing in the Name”, la que parece ser la única que se sabían la mayoría de los que andaban por ahí, con lluvia de cerveza ya de forma casi masiva, vasos y botellas de agua volando por doquier entre parte de las treinta y cuatro mil almas repartidas por los distintos escenarios del Festival Cruïlla el viernes.

Un repertorio como la lotería, muy repartida, aunque se echó en falta el habitual recuerdo que han tenido en el pasado hacia Chris Cornell y Audioslave, la banda en la que compartieron seis años con el fallecido vocalista de Soundgarden los tres de Rage Against the Machine, que ahora forman parte de este excelente combo llamada Prophets of Rage. Terminamos la sesión viendo la parte final del directo de los rebeldes roqueros neoyorquinos The Last Internationale, con una enorme bandera anarquista roja y negra de telón de fondo. Se podría decir que verlos era una asignatura pendiente, ya que me perdí su actuación el fin de semana pasado en el Rock Fest al coincidir con la de los alemanes Accept. Enérgico trío, del que formó parte en su origen Brad Wilk, junto al guitarrista Edgey Pires con notable influencia de Tom Morello, también amigo de la banda, y la fantástica voz de la bajista Delila Paz, que se marcó un bis final ella sola con guitarra acústica del tema “Stay” que puso los pelos de punta a los allí presentes. Otro grato descubrimiento que nos llevamos del festival. El sábado jornada final con David Byrne, los vascos Belako, etcétera.

Redacción
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