Crónicas

Nashville Pussy + Neon Delta: Directos desde Dixieland

«Rápido, directo y a la cara, con una fuerza y contundencia que hace que su directo sea realmente hipnótico»

10 octubre 2018

Sala Caracol, Madrid

Texto y fotos: Fernando Calatayud

Los sureños Nashville Pussy se encuentran de gira por nuestras tierras, con 3 fechas en Madrid, Murcia y Barcelona, y no dudamos en acudir a la sala Caracol para disfrutar de su show en la capital, que bien podría tener una granja de Dixieland o un trailer park como entorno idílico para su puesta en escena. Nashville Pussy es de esos grupos que va al contenido, sin nada de envoltorio, todo muy crudo, lo cual a veces está bien para traernos de vuelta a la tierra y mostrarnos el rock n’ roll en su versión más pura.

Para calentar el ambiente según iba llegando el personal, tuvimos a Neon Delta, que salió al escenario para enfrentarse a una sala todavía medio vacía, lo cual no les hizo perder ni un ápice de su energía y potencia. Sin más dilación, nos soltaron dos de los temas que compondrán su próximo disco, como el corte “Huracán”, al cual, sin duda, habrá que echarle un vistazo, porque tiene muy buena pinta.

Con una buena presencia escénica y una calidad musical en la que destaca la voz de su cantante Dani Blanco, nos deleitaron con “Quemándonos la piel” y “Nada mejor”, la cual estuvo dedicada a todos aquellos que intentan abrirse camino en lugar de conformarse con lo que hay. El discurso fue bien recibido por el público, que le hizo saber su acuerdo con él. También dejaron caer “Yo soy la noche”, y la ingeniosa “Dios salve al Rey”, traducción de “God Save the Queen” de los Sex Pistols, que estrenaron en su concierto junto a Rosendo en Londres. Tema que a pesar de que pase el tiempo, sigue teniendo un contenido de rabiosa actualidad. Terminaron con la potente “Imparable”, dejando al público más que preparado para lo que se venía a continuación.

A las 9 y media terminaron de llegar los últimos asistentes recién salidos del trabajo, dejando una entrada más que decente teniendo en cuenta que se trataba de un día entre semana. Se abrió el telón con Nashville Pussy ya sobre el escenario, y comenzaron a sonar los primeros acordes de “Kicked in the Teeth”, tema de los australianos AC/DC en su época con Bon Scott, demostrando las influencias de las que beben para su música.

Sin ningún tipo de parón entre ellas encadenaron “Piece of Ass”,  “Wrong Side of a Gun”, y “Pillbilly Blues”. Con “Go Home and Die” llegaría el primer tema de su nuevo corte “Pleased to Eat You”. A estas alturas ya nos estábamos preguntando cómo sigue todavía en su sitio la melena rubia de Ruyter Suys, con toda la actividad frenética que la hacía no parar más de un segundo en el mismo sitio.

Después de “Rub It to Death”, el voceras Blaine Cartwright dirigió al público las que serían sus únicas palabras en todo el concierto, un simple “Encantados de tocar aquí”. Se nota que les gusta ir al grano y no se entretienen con discursos, parando únicamente para refrescarse con un buen trago de Jack Daniels.

A continuación nos presentaron los temas del último disco “We Want a War”, “She Keeps Me Coming and I Keep Going Back” y “CCKMP”, siendo esta última original del cantante Steve Earle. Todas ellas fueron aclamadas y cantadas por parte del respetable, mostrando la buena acogida que ha tenido este nuevo álbum de los americanos.

El corte “5 Minutes to Live” fue el primero que tocaron de su primer disco ‘Let them Eat Pussy’, uno de los redondos más queridos por parte de sus seguidores.

Tras el solo de batería de Ben Thomas, volvió a aparecer Blaney a escena, con un sombrero de cowboy que no dudaría en utilizar a modo de vaso para beberse una cerveza de un trago. Esto dio paso a las correspondientes presentaciones del grupo, a las que le siguieron los temas “Eat My Dust” y “First I Look at the Purse”.

El concierto se iba ya encaminando hacia su parte final con “Go To Hell”, “I’m So High” y “Why, why, why”, todas ellas con unos buenos coros que los asistentes no dudaron en cantar junto al grupo.

Tras abandonar la escena durante unos segundos, volvieron a aparecer para deleitarnos con la traca final. Como una ametralladora, sonaron “Struttin' Cock”, “Till the Meat Falls Off the Bone”, y la célebre “Go Motherfucker Go”, que terminó con Ruyter rompiendo las cuerdas de su flamante SG por los suelos, con una rabia que hizo las delicias del respetable. Con esto se despidieron, dejando una sensación de agotamiento como si nos hubieran drenado toda la energía que nos quedaba.

18 temas en una hora y media de concierto nos permite hacernos una idea de cómo se toman los conciertos esta gente. Rápido, directo y a la cara, con una fuerza y contundencia que hace que su directo sea realmente hipnótico. Un grupo que, por su garra, no debería perderse ningún amante del buen rock n’ roll.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Una banda que en directo son pura caña y esa noche en Madrid la volvieron a liar los de Atlanta con esos temazos rockeros como he podido leer por aquí. Me encantaría verles algunas vez por Andalucia.

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