Crónicas

Korriban: Ardiente metalcore convertido en cálido abrazo

«Ha sabido entender que la técnica no tiene por qué estar reñida con la cercanía al público y que el metalcore puede llegar a todo el mundo»

16 noviembre 2019

Berlín nº1, La Línea de la Concepción (Cádiz)

Texto y foto: Pablo Camacho

Parecía que el metal no existía al sur del sur, pero un pequeño reducto de aguerridos campogibraltareños sigue resistiendo el empaque de las fuerzas reguetoneras. Parecía que habían salado esta tierra, pero el rock es eterno y los brotes acaban surgiendo. Un inmigrante alemán (la vida al revés) ha decidido arriesgar y abrir un bar de metal en pleno centro de La Línea, ciudad muy vinculada a la música pero que parecía haberse dado por vencida con su hijo más rebelde. Cada sábado se conectan los amplificadores y el metal vuelve a rugir en la localidad fronteriza.

Este pasado sábado llegaba desde Granada nada menos que Korriban, una banda llena de fuerza y juventud, que ha sabido entender que la técnica no tiene por qué estar reñida con la cercanía al público y que el metalcore puede llegar a todo el mundo. Como parte de su gira de presentación de ‘The Masquerade’, primer LP de la banda, Korriban llegaba a La Línea para jugar en casa. Su guitarrista Ari Martínez es linense y su cantante, Adrián Rodríguez, es originario de la vecina Algeciras. Así pues, la noche pintaba con viento favorable para el quinteto.

A las diez y media, con una fuerza arrebatadora, arrancaba “Fury”, con la que demostraban que la contundencia es uno de sus puntos fuertes. Adrián parecía emular a un dragón rugiendo, que se tornó un gigante amistoso con “The Unchained”, donde dio buena cuenta del cable de su micrófono para recorrer todo el local y acercar a la gente a escena. El nu-metal sigue muy arraigado en el sur, y temas como “Humanity” y “Burn Your Fears” reflejan la calidad y registro de la banda, que trabaja en equipo, a pesar de no poder contar con Mari, su bajista, pero teniendo a Matu, guitarrista de Anima Corvus, que se manejó de maravilla a las cuatro cuerdas.

Como homenaje a la tierra, Korriban había preparado una versión (más “embrutecida” aún) de la mítica “Esso Cuenno” de O’Funk’illo, que fue coreada por todo el respetable. Público, por cierto, de lo más variopinto, desde jóvenes con pinta de asistir a su primer concierto de metal a veteranos de chupa y melena cana. Los presentes estaban encantados con la actuación y no se amedrentaban con las bromas de la banda, que amagaban con cantar clásicos populares como “A quién le importa”, “Cuando zarpa el amor” o incluso una salve rociera. Las versiones que sí pasaron el filtro fueron “Breathe” de The Prodigy, “The Show Must Go On” de Queen y “The End of Heartache” de Killswitch Engage.

Pero volviendo a ‘The Masquerade’, cortes como “Seas & Monsters”, que trata el tema de la inmigración en el Estrecho, o “First Light”, single del álbum que conocían a la perfección los allí presentes, hicieron las delicias de aquellos que venían a disfrutar de las composiciones de la formación. Pero la canción que se llevó todos los elogios y alabanzas fue “Requiem”, surco que cierra el disco debut de Korriban. Una auténtica epopeya con la que se pone al fuego todo el poderío de la banda, desde la contundente batería de Lex a la virtuosa guitarra de Dewy, que consiguió que varios de los testigos se rindieran a sus pies. La voz de Adri fluctuaba entre profundos guturales y la rota voz del grunge de Seattle, consiguiendo un tema redondo que quedará en el recuerdo de todos los que allí estuvimos.

Con el setlist terminado, el público se negó a que Korriban se retirase y pidió insistentemente un tema más, aunque fuese de Camarón de la Isla (Dewy llegó a tocar unas notas de “La leyenda del tiempo). No les quedó más remedio que repetir “Esso Cuenno” ante el disfrute del personal. Los cinco terminaron entre aplausos y compartieron cervezas y charla con los presentes.

Korriban ofreció un concierto muy personal, desenfadado y familiar, en el que no faltó el humor y los abrazos. Más de uno del respetable (entre los que me encuentro) tuvo oportunidad de cantar en el micro que Adri mantuvo en constante movimiento. Los pequeños problemas técnicos no se hicieron notar y la satisfacción general nos dejó a todos con ganas de más. Por suerte no tardarán en volver por la zona, ya que Algeciras será uno de los próximos destinos de la banda, esta vez en una de las salas de conciertos más prestigiosas de la zona. Eso sí, atentos a este Berlín nº1, su teutón dueño es uno de los fundadores del festival Eier mit Speck de Alemania, que ha dado acogida a grandes bandas, siendo, por ejemplo, el escenario en el que Volbeat debutó en el país germano. Ha prometido que quiere traer el mejor rock al sur y parece que voluntad y ganas no le faltan.

Redacción
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1 comentario

  • Juandie dice:

    Sencillamente brutal el concierto que se marcaron estos KORRIBAN en tierras gaditanas a través de su potente Metal presentando su nueva placa de estudio. A ver si nos lo traen un poco por el Norte andaluz como es la bella provincia de JAÉN para poder disfrutar de su potente directo.

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