Crónica de JJ Fuentes: Hacia la inmensidad

A las 18:15 se abrió el telón del almeriense Teatro Cervantes, a oscuras y al son de un punteo melodioso proveniente de la PRS Custom esmeralda del guitarrista principal, Ángel Peñalver. Entre humo y aplausos apareció Fuentes, con la Rickenbacker 330 como si fuese una extremidad más y los brazos alzados para agradecer a su público sin una sola palabra, tan sólo con una tímida sonrisa.

Comenzaron fuerte. "Cerca del paraíso", con coros y letras pegadizas, inauguraba el concierto apostando por la velocidad y la energía del tema. Estaban tan cómodos como si estuviesen en el estudio, se nota que iban bien preparados. Destacaron los coros de Juan Antonio Hernández (también en la percusión) que celebraba esa noche su cumpleaños.

"El mundo parece una canción de Lapido", cargada de intertextualidad y claramente influenciada por uno de sus grandes referentes patrios, al que incluye en el título, fue, en mi opinión, de los mejores temas de la noche. Rock, country y folk se fundían bajo las cuerdas de su guitarra eléctrica. Muy seguros de sí mismos, tocaron a tempo y en armonía. Luego se conjugaban romanticismo y algo de punk en "Tu miedo", y rock clásico en "Rimas", que hizo bailar al público en sus butacas.

Uniformados con camisas negras y zapatos de vestir, el estilo resultaba un poco sobrio y contrastaba con la eléctrica de doble mástil, dorada y blanca –parece un híbrido entre Elvis y D. Felder -, que acariciaba enérgico Fuentes sobre el filo del escenario. Eléctrico, exhalando solo placer y diversión... sabe lo que quiere.

JJ (muy bien arropado por su banda: Jose Trujillo (batería) y Álex Martínez al bajo) interpretaba cada canción dotándolas de su propia idiosincrasia, siendo muy fácil, además, identificar sus influencias musicales, "Que el olvido se apiade de ti", por ejemplo, a pesar de algún matiz pop, suena a buen country rock que recuerda a lo mejor del disco 'Delta' de M Clan o a unos Crosby, Stills, Nash & Young pero más dinámicos.

El Weissenborn y el pedal steel tocados por Peñalver son una de las señas de identidad del disco, y ofrecen originalidad a la propuesta. De igual forma se fueron sucediendo canciones como "Miss Almería", "A los pies de la Alhambra", "Si quieres que nos conozcamos mejor" o el rock and roll "¿De verdad te casarás con él?". Tras "Orgánico", canción que grabó hace un año junto a Cifu de Celtas Cortos, se marcharon del escenario.

El público pidió más y se dio uno de los momentos más íntimos de la noche: solemne en la penumbra, salió el cantautor, solo acompañado por su guitarra, para interpretar la balada popular "Madre, anoche en las trincheras", la cual versionó dándole un tono muy blusero, más acorde con lo trágico de la letra y alejándose del estilo folk con el que tradicionalmente se interpreta. Luego vino "Hija de la Alpujarra" con unas divertidas armonías vocales, al más puro estilo country.

Para terminar, subieron al escenario Manuel Carmona y Pepe Atienza (del grupo Lepanto) y Kike y Alicia Parra para hacer los coros del emotivo tema "Ave Fénix", con un mensaje motivador y cargado de esperanza.

Finalmente, el público se puso en pie algo emocionado y ya preparado para despedir a su paisano, que emprende ahora una nueva etapa en su carrera y está dispuesto a seguir luchando para ocupar un espacio relevante en la escena del rock de autor español. Como ya dijo su admirado Tom Petty, "The future is wide open (el futuro está abierto de par en par)".

• Acerca de
• Últimas entradas

Redacción

El equipo de redactores de MariskalRock te trae toda la información del mundo del rock y del metal, en todas sus vertientes.

¡Síguenos!

       

Últimas entradas de Redacción (ver todo)

• Crónica de Sum 41 + Neck Deep en Barcelona: Una despedida a su manera - 21 noviembre 2024
• Crónica de Chino Banzai + Shalom + Davil Fantasies en Madrid: Trío de ases - 21 noviembre 2024
• La razón por la que Nirvana nunca tocaba bises: "A Kurt Cobain no le iba" - 21 noviembre 2024