Crónicas

Izal: Fin de trayecto

«Atrás dejan discos de platino, discos de oro y varios premios discográficos. Se nos hace muy difícil asimilar el final. Nos quedará la música. Hasta siempre Izal, siempre tendremos los brazos abiertos para vosotros. »

1 octubre 2022

WiZink Center, Madrid

Texto y fotos: Carmen Molina

Pensábamos que el fin del trayecto nunca llegaría, pero nos encontramos hoy con la fatídica cita. Hace ya unos meses que Izal anunciaron su retirada de los escenarios. Han sido más de treinta conciertos desde entonces.

¿Cuáles son los verdaderos motivos de tal separación? Nunca lo sabremos, pero esta es la decisión de Izal tras doce años de trayectoria. Nos gustaría seguir disfrutándolos para siempre. Es impensable la despedida cuando, a ojos vista, todo funciona: un quinteto perfectamente engrasado que se encuentra en lo más alto de su carrera, como demuestra el doblete de conciertos en el Wizink Center de Madrid con el cartel de todo vendido desde hace meses para cerrar ciclo. Comenzaron su andadura ensayando en la habitación ubicada en la calle Máiquez, en el madrileño barrio de Ibiza (un cuarto sin ventanas, a escasos metros de donde me encuentro). Quién se lo iba a decir. Ahora llenan estadios y abarrotan recintos. Una formación musical en forma de caramelo que todo promotor de festival quiere tener en cartel, pues con ellos el éxito está asegurado.

Este es, quizás, uno de los conciertos más emotivos que he retratado. Las lágrimas están a flor de piel. Los que allí se encuentran se sienten unos auténticos privilegiados. Quieren dar el último adiós a sus Izal. Dos pantallas gigantes cuelgan a cada lado del escenario para retransmitir todo lo que allí va a acontecer, cinco pantallas a modo de cuadros cuelgan del telón frontal y adornan el escenario. Enfrente, 15.000 personas abarrotan el recinto.

Secuencian las primeras imágenes filmando a los cinco integrantes en backstage, brindando y abrazados bailando en corro antes de salir. Los nervios están de punta. Sale la banda a escena y los gritos son atronadores. El público los recibe con carteles en los que se lee "Gracias Izal" (que emociona profundamente a los miembros de la banda).

Los primeros temas se interpretan sin descanso, con lágrimas en los ojos de público y banda. “El pozo”, “Asuntos delicados”… Mikel agradece todo lo vivido. Se emociona y se tapa la cara… También Alejandro, baquetas en mano. Parecía que este último baile les iba a resultar muy difícil, pero no es así, cantan y tocan como nunca.

Todo el Wizink es una sola voz con cada tema, animándolos a seguir. Algunas de las canciones parecen estar compuestas a modo de premonición: “Bailando hasta que todo acabe”, “Ya ha comenzado la cuenta atrás, se acabará”.

Con “Copacabana” el estadio estalla. También con “Meiuqér” o “Pequeña gran revolución”, que suena a continuación. La euforia es colectiva de un público que se siente afortunado al poder asistir a la última cita.

Mikel nos avisa que el show será diferente en todos los sentidos. Que no habrá ritmo ni una lógica continuidad, y que habrá pausas para que cada integrante se pueda despedir a su manera. Todos hablan a lo largo del concierto. El mismo Mikel, Alejandro Jordá (batería), Emanuel Pérez “Gato” (bajo y percusión), Iván Mella (teclados, piano y sintetizadores) y Alberto Pérez (guitarra). Idéntico es el mensaje de agradecimiento sincero de la banda al completo. No se olvidan de sus seguidores, oficina de contratación, management, equipo técnico y, por supuesto, de su familia allí presente. Llama la atención la dedicatoria del frotman hacia su ex, que se encuentra en las gradas en compañía de su nueva pareja; Mikel bromea con un “han sido dos años a tu lado… Dicen que es un buen chico. Espero que sea así, te estoy vigilando”.

Continúan con “Palos de ciego”, “El hombre del futuro” o “Agujeros de gusano”, iniciada por el ya conocido “One, two, three, go”, coreada por los asistentes a la par que la voz de la pequeña Alba antes de que el tema dé comienzo.

Sabemos que este directo será especial. Alberto ha creado una guitarra para tocar en este concierto. Su elaboración le ha llevado diez semanas de intenso trabajo. La criatura de seis cuerdas ha sido bautizada como “Albertinny: La Fletwood”, y a decir verdad, suena como los ángeles. En palabras del propio guitarrista y a raíz de tal creación: “Apuesta por no tener miedo a nada, que nadie te limite. Sólo tu mente puede detenerte…”. Tras los aplausos, da paso a “Pánico práctico”, seguida de “Inercia”, “Autoterapia” y de “La increíble historia del hombre que podía volar, pero no sabía cómo”. ¡Y cómo suena a coro la frase de este tema “He visto a Bowie flotando” a voz en grito! Qué emocionante pensar que puede ser la última vez.

“Magia y efectos especiales” dan paso a un Mikel que recuerda cómo compuso el tema que va a sonar a continuación, cuando tocaron en el circo Price allá por el año 2016. Así llega “Billy Murray”, uno de los temas más conocidos de la banda.

Un recorrido visual de los mejores momentos de la trayectoria de la banda se secuencia en las pantallas del escenario de telón de fondo para “Despedida”.

Recuerdo que conocí a los chicos de Izal en el concierto a beneficio de “Acción contra el hambre”, en este mismo escenario, en diciembre de 2019, bajo el lema “Lucha de gigantes”, en compañía de Miguel Ríos, Los Secretos o Miss Caffeina. ¿Quién iba a pensar entonces que este mismo escenario sería testigo de la despedida de estos Izal al poco tiempo? Tampoco nos imaginábamos que meses después nos meteríamos de lleno en una pandemia mundial. Así hace referencia Mikel de estos “dos años de mierda, que nos pille bailando” para dar paso a “El baile”.

Las tablas se llenan de gente, suponemos que son parte de los técnicos de la banda junto a un dinosaurio Rex hinchable que se une a la fiesta. Este no para de brincar.

El concierto está llegando a su fin. Si todo comenzó en Madrid, aquí termina con “Hogar”, tema de su nuevo y último trabajo homónimo.

Aún hay tiempo para tocar “Qué bien”, que se interpreta en formato acústico con la banda al completo rodeada del público.

Llega el momento del tema más esperado de la noche, no sin antes recordar a todo el personal sanitario que ha ayudado en esta pandemia y que, según palabras de Mikel, "debemos apostar por todos ellos y por una sanidad pública de calidad. Tengamos memoria”.

Ahora sí “La mujer de verde” nos brinda este tan temido punto final al show. Y a la vida de una banda ya mítica. El recinto se llena de pequeñas lucecitas, son cientos de móviles grabando. El juego brillante es espectacular. Todos quieren grabar este último instante. Cae el telón. Ahora sí ha llegado el momento.

Algunos seguidores se desplazan hacia el parking del recinto para ver por última vez a sus Izal y brindar vítores a su banda antes de que abandonen el Wizink. El grupo se asoma emocionado para aplaudir y dar las gracias por todo el apoyo recibido durante todos estos años. “Los mejores años de nuestra vida”, como han referido en varias ocasiones.

Atrás dejan discos de platino, discos de oro y varios premios discográficos. Se nos hace muy difícil asimilar el final. Nos quedará la música.

Hasta siempre Izal, siempre tendremos los brazos abiertos para vosotros.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Extenso resumen hacia el gran concierto que se marcaron IZAL en el histórico Palacio De Los Deportes de Madrid como modo de despedida definitiva para este combo madrileño.

  • Alberto Rodriguez dice:

    Los que pudimos asistir a este concierto lo vamos a recordar toda la vida. Que bestia Izal. Qué bandaza. . Los echaremos de menos. Gracias por la crónica y por esas fotos. Que buenas! Saludos MARISKAL

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