Crónicas
Gilipojazz: En busca del jazz perdido
«La formación desprendía una energía y un entusiasmo encima del escenario del que era imposible no contagiarse. Fue una velada de las que no se olvidan»
1 abril 2022
Sala Copérnico, Madrid
Texto y fotos: Estefanía Amores
El pasado viernes 1 de abril, mismo día en el que lanzaron el videoclip del tema "Afinación" y su primer álbum, '¿Dónde está el Jazz?', Gilipojazz nos dejaba una actuación cargada de energía en la sala Copérnico de Madrid, que fue un éxito absoluto. La banda de rock progresivo instrumental consiguió llenar la sala de un público que saltó, gritó y sobre todo disfrutó de cada una de sus composiciones.
Quien ha oído hablar de ellos alguna vez o ha visto sus videoclips sabrá que el humor es una parte muy importante para ellos y así nos lo hicieron llegar en este concierto. El gran virtuosismo que tiene la banda a la hora de tocar y la gracia con la que actúan hace que sea una mezcla única que no deja indiferente a nadie.
La formación está compuesta por Ángel (bajo), Iker (guitarra) y Pablo (batería), aunque a lo largo del concierto intercambiaron instrumentos e incluso hubo un momento en el que tocaron el teclado juntos. Comenzaron con canciones que nos hicieron saltar a todos como “Erzuín”, “Payasos” y “9'5 es casi un 10”, que según nos cuentan al presentarla es extrapolable a que un 4’5 es casi un 5, y que está dedicada a todos aquellos profesores que les dejaron disfrutar el verano.
Bajan un poco el ritmo para ofrecernos unos temas en acústico de los que disfrutamos mucho, presentando uno de ellos como un cover en el que tocan extractos de la serie “Dragon Ball”. A mitad del concierto, la banda organiza un concurso de sonidos desagradables en el que suben a cuatro personas del público para competir por el premio: un vinilo de Gilipojazz. Después de este inciso tan divertido en el que todos nos reímos mucho, nos volvieron a hacer saltar con el último tema de su nuevo álbum, “Aguante y paciencia”, el que componen con la idea de animar a todo el que esté pasando un mal momento. Cerraron la velada con “Hasta mañana si Dios quiere” y con “Iker me debe un café”, presentando esta última de una manera muy divertida, simulando una discusión entre los integrantes que finalmente acaba bien.
Aunque fue un concierto instrumental casi en su totalidad, al público no le hizo falta la letra para cantar, ya que coreaban los riffs de las canciones. La formación desprendía una energía y un entusiasmo encima del escenario del que era imposible no contagiarse. Fue una velada de las que no se olvidan, repleta de buena música y diversión, que finalizó con un aplauso eterno y gritos con el nombre de la banda. Se puede decir que el lanzamiento del álbum ha tenido una gran acogida y que seguirán llenando salas en esta gira que no ha hecho nada más que empezar.
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1 comentario
Correcta actuación por parte de esta banda como son GILIPOJAZZ presentando su nuevo álbum en una de las mejores salas rockeras de Madrid.