Gato Ventura y Ekko en Madrid: Rock and roll sin tregua

El primero en salir fué Gato Ventura, y desde luego que facturó una descarga brillante e intensa con temas de rock directo, donde nos encontramos matices de ese deje y toque flamenco con sabor a su tierra, y el rock más urbano que lleva las riendas de su sonido, lo que deja como resultado junto a su registro vocal algo muy propio que disfrutamos al máximo y que se remata con unas letras muy especiales, que te calan hasta los huesos.

El inicio vertiginoso con “Condenados” marcó el nivel de intensidad que no bajaría ni un ápice durante la descarga en la que fueron apareciendo temas como “Las musas y tú”, con una melodía que personalmente me gusta mucho, un tremendo “Soltaré” o ““Córtame las penas”, en la que contó con el primer invitado de la noche, Sergio Mateos (guitarrista de Txema Benitez y anteriormente en Re-Verso) que imprimió más velocidad al tema.

Sin darnos tiempo a respirar sonarían “Desaire”, "Podrán cortar todas las flores" (con la colaboración de Joako Perro Verde de Ciudad Olvido compartiendo voces con Gato), la versión de “La llorona”, que contó con la participación de Mer, cantante de Manhattan Rock Band; o “Detrás de la piel”, haciéndonos disfrutar cada segundo de una actuación absolutamente formidable.

No tardaron mucho en salir Ekko, banda que mantuvo la intensidad y el nivel marcado por Gato Ventura. Nos dejaron con la boca abierta por la fuerza de  “Puro soñador” y “Constante sensación”, que iniciaban con fuerza demoledora un show de puro rock and roll directo, que me recordó a nombres como mis queridos Barricada o Marea, pero eso sí, llevándolo todo a su terreno y logrando sonar y facturar algo con marca propia.

Sin dejarnos descansar fueron cayendo con fuerza demoledora “Seremos tempestad” o “Cada madrugada”, temas que hicieron al público presente cantar y bailar con la banda cada palabra y acorde de las composiciones. “Ramajes” y “Alza la voz” fueron las siguientes en caer de manera directa con sonrisas en la cara de cada miembro de Ekko, que veían una sala entregada de manera absoluta a la banda.

Suenan frescos, directos y sobre todo nos encontramos a un grupo que se ve compenetrado de manera perfecta, lo que sin duda repercute en un show que te deja un excelente sabor de boca y muchas ganas de verles otra vez de nuevo sobre un escenario.

Llegamos al final de la noche con un setlist con composiciones como “Mil abrazos”, “Luna de octubre” y un himno como “Desbocados”, que puso la guinda a un pastel musical absolutamente delicioso y exquisito.

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