Crónica de Death From Above (1979): La tormenta perfecta

Foto: Xavi Pisano

La realeza underground pisaba la Ciudad Condal para demostrar, en apenas lo que duró el partido del Chelsea-Barça, por qué siguen siendo un must y el motivo por el cual creo que navegan entre aquellos The White Stripes más imponentes y los recién encumbrados Royal Blood. Algunos ciertamente dirán que hay pocas semejanzas musicales entre las tres formaciones, pero el espíritu DIY y una actitud punk, de todo me la suda, sigue embalsamando su propuesta.

Jesse F. Keller (bajo, piano y melena) y Sebastien Grainger (batería y voz). Sebastien y Jesse. Músculo y Cerebro. Cerebro y Músculo. Tanto monta y monta tanto. Una pareja arrolladora que afrontaba el reto que supone encabezar la sala Apolo, una tarima que ha visto el despegue de Royal Blood, la maestría de The Mars Volta…En definitiva, el ring ideal para demostrar tu derecho a estar en plazas mayores.

Salieron puntuales. Empezaron con “Nomad”, “Virgins” y “Caught Up”, y el público enloqueció. Al principio, parecían fríos. Quizás arrastraban el jet lag de volar desde su casa (Toronto y Los Ángeles) para empezar el tour en Madrid, tan solo 24 horas antes. La sala, además, no mostraba la capacidad de las citas históricas. El público nacional era joven, el internacional (la mayoría) de mi quinta, los patrios de 1979 éramos pocos. Añades dos factores determinantes: concierto entre semana y un martes de febrero. Difícil ruedo, pero la profesionalidad y el empeño hicieron el resto.

Dos músicos en plena forma. Un matrimonio bien avenido. Unas canciones que en directo crecen. Fue una velada para privilegiados, un menú para los amantes del buen yantar, consecutivos puñetazos en nuestras idiotizadas caras. Su receta convirtió la noche de ayer en la fotografía perfecta para subir a Instagram y la oportunidad de chillar a los cuatro vientos: “Yo estuve allí”. Tras su paso por el Primavera Sound de 2015, ayer fue la primera vez que pisaban Barcelona en sala pequeña y extender la alfombra de su puesta de largo oficial.

Foto: Pau Peñalver

Jesse F. Keller y Sebastien Grainger son inclasificables, han marcado un antes y un después en muchas escenas. Son dance-punk, les tildan de noise-rock, da igual, su energía es demoledora; una fuerza sobrenatural; la tormenta necesaria para combatir un día de mierda. Cuando ellos lanzan torpedos como “Freeze Me”, single de su nuevo largo ‘Outrage! Is Now’ (del que sonaron hasta 8 piezas), tu odio al jefe se torna sutil, casi inexistente. Es imposible resistirse ante la calidad de su debut ‘You’re A Woman, I’m A Machine’ y nos regalaron 5 temas. Son infalibles incluso cuando se endulzan en “White Is Red” o deciden cambiar el bis a petición del público y rescatan una enloquecida “Pull Out”. La mejor terapia para un martes cualquiera. La oportunidad perfecta de resarcirse de todos tus demonios personales. Gracias Death From Above. Volveremos a vernos.

Setlist: Nomad / Virgins  / Caught Up / Turn It Out / Moonlight / Always On / Little Girl / White Is Red / Outrage! Is Now / Holy Books / Freeze Me / Going Steady / Black History Month / Never Swim Alone / NVR 4EVR / Romantic Rights / Physical World. Bis: / Trainwreck 1979 / Pull Out

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