Crónicas

Bárbara Black + The Grassland Sinners + Monterrey: Ilusionante cambio de ciclo

«Bárbara Black y su formidable banda volvieron a demostrar su inmenso talento en el cierre de una etapa que ya aguarda sucesora en forma de nuevo disco»

26 abril 2019

Sala We Rock, Madrid

Texto: Jason Cenador Fotos: Sami Auvinen

Más consagrada si cabe en la escena que cuando arrancó la gira de presentación de su primer álbum de larga duración, ‘Ad Libitum’, la soberbia vocalista Bárbara Black y su no menos formidable banda echó el candado oficialmente a una etapa que ya aguarda sucesora en forma de un nuevo disco cuya confección ya ha comenzado. Lo hizo demostrando, una vez más, la espectacularidad de un torrente de voz pletórico de matices y tocado por la varita mágica de un talento inabarcable, pero también exhibiendo una actitud en el escenario de la queridísima Sala We Rock a la altura de una estrella a la que no le faltan méritos para hacerse un nombre que resuene en todos los rincones del escarpado panorama estatal.

The Grassland Sinners

Tampoco van faltos de méritos los barceloneses The Grassland Sinners, que nos dejaron perplejos con su irresistible directo empapado de rock setentero, auténtico y sublime. Herederos sonoros de Led Zeppelin y su escuela, demostraron ser, por lo menos, alumnos tan aventajados como los hoy tan encumbrados Greta Van Fleet, si bien se orientan hacia unas tesituras más crudas, conduciendo por la calzada que transitan combos como Graveyard o Kadavar.

Exprimieron, eso sí, una personalidad propia arrolladora y una lucidez extraordinaria, brillando con luz propia la fervorosa voz de su entregado vocalista, Jacin Castrillo, y las guitarras tanto de este como del vehemente Aleix Lozano, cuyos penetrantes punteos y solos se adosaban a la perfección a unos teclados, articulados por Ferran Bruach, no exentos de encanto y musicalidad. Los temas de su primer trabajo, ‘Let It Ride’, fueron metiéndose al creciente público en el bolsillo hasta el punto de que se volverán a su Barcelona natal con las maletas llenas de nuevas devociones hacia su rock and roll. Un servidor ya está deseando volver a disfrutarlos.

El plato fuerte de la noche llegaba con la actuación de Bárbara Black, que pisó con energía el escenario al son de “Southern Soul”, una de esas canciones en las que el poderío de un sustrato musical muy metalero, en el que la batería del salvaje Nitro Destruction yergue un muro infranqueable que sostiene un verdadero torbellino de electricidad, se funde con esa influencia sureña tan presente en su obra.

Bárbara Black

Manejando muy bien los cambios de dirección en un repertorio que reunió toda la diversidad de su propuesta, en la que la genuinidad y la pasión son denominadores comunes a todas las canciones, Bárbara volvió a dar una lección de cómo domar las cuerdas vocales para ponerlas al servicio de la intensidad cuando es imperativa y la finura cuando así lo requiere el tema. Así, imprimió su incontestable carácter a “The Bible or the Gun”, cover de Blues Saraceno, y la adictiva “Nice to Meet Me”, otrora sintonía de Rock On Fire, su añorado programa en Mariskal Rock Radio, entre palabras de agradecimiento y cercanía con un público que dotó de un buen aspecto a la sala.

“The Hill” y “Seven Nation Army”, inevitable y coreada versión de The White Stripes, fueron adrenalínicos preludios a uno de los momentos cumbre de la velada, cuando la exquisita balada “Shiva” derritió nuestros corazones – y el de quien escribe las líneas más aún –, contando además con las colaboraciones de lujo de Narciso Tenorio, vocalista de Júpiter, y el experimentado guitarrista Javier Mira.

Volvieron a pisar el acelerador con “Stardust”, sucedida por la colosal “Ghost”, en la que Óscar Lujuria fue convocado bajo los focos para prestar su voz en unas tesituras inusitadamente rasgadas, poniendo toda su vehemencia – y cómo no, su tremendo carisma micrófono en mano – al servicio de la canción.

Bárbara Black y Narciso Tenorio

El concierto iba acercándose a su fin con otra versión, la de “Are You Gonna Be My Girl” original de Jet, que aunque sonó lustrosa, nos conminó a añorar alguna que otra canción de su excelente cosecha propia, como “Alabama Rose” o “A Girl Has No Name”. Sí que reivindicó, y de qué manera, el irreductible talento compositivo que sigue acompañándola a ella y a los suyos con “Tiger Tamer”, un nuevo single que estrenaba en directo y que acrecentaba exponencialmente nuestras ganas de tener en las manos su nueva obra.

Aunque no estaba en el repertorio, no pudieron resistirse a poner la guinda al pastel con “Hush”, versión de Deep Purple que clavan como ninguna y que hizo de aquello una verdadera fiesta, a la que aún le quedaban cartuchos por quemar.

Monterrey, curtido conjunto que cuenta con Manolo Arias (Sobredosis, Niágara, Ñu, Atlas…) a la guitarra, se plantó después sobre el escenario del templo madrileño del rock con el motor muy engrasado, convidándonos a una actuación impoluta en la que cada una de las piezas musicales se mantuvo en su sitio para ofrecer una experiencia completa y genuina, aderezada por contantes alusiones a un hard rock clásico sin las que no se podría entender la naturaleza musical de sus curtidos integrantes.

Monterrey

Su nuevo disco, ‘Al final del camino’, llegó a los estantes hace muy poco y, recubierto de reminiscencias a todas aquellas bandas que han marcado a Manolo Arias y compañía, incluyendo aquellas en las que ha militado, se presta servicial a un directo sensacional que enganchó más a nostálgicos que a los más ávidos por sonidos contemporáneos.

Concluyó entrada la madrugada una estimulante fiesta de rock en vivo de muchísimos quilates, una celebración de las que echarán en falta hogares como We Rock cuando esta cese su actividad el próximo mes de junio. En la retina, y en los tímpanos, tres actuaciones magníficas en clave de hard rock que quien firma este texto tuvo el inmenso honor de presentar como maestro de ceremonias. Gracias a aquellas y aquellos que lo hicieron posible, a aquellas y aquellos que siguen caminando hacia el frente sin soltar jamás a los suyos.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Que mejor marco que la sala WE ROCK que mientras le quede unos meses de vida pueda desarrollar dichos conciertos y esa noche con estas bandas según la crónica todas dieron lo que pudieron realizando dignas actuaciones saliendo todas victoriosas. Echaremos de menos la WE ROCK, uno de los templos rockeros de la capital.

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