Crónicas

Architects + Beartooth + Polaris: Ave fénix 

«Están para comerse el mundo entero»

Razzmatazz, Barcelona

Texto: Víctor Vallespir. Fotos: Hughes Van Houcke

Encarar la muerte de un compañero de banda. Encarar la muerte de tu hermano. El proceso por el cual han pasado Architects en los últimos dos años ha sido el renacer de una banda que no dio nunca la batalla por perdida. La muerte a finales de 2016 de Tom Searle, guitarrista y fundador de la banda británica allá por el 2004, a causa de un cáncer de piel, provocó un verdadero temblor en la escena metalera. Punto y aparte en la carrera de la formación; pero Dan, su hermano y batería de Architects, nunca dejó de creer en la banda. Y siguieron adelante. Vaya si siguieron.

Dos años atrás les teníamos en esa misma sala compartiendo cartel con Parkway Drive y Thy Art Is Murder; ahora, y tras los terribles sucesos antes comentados (y la consiguiente recuperación de la banda), los teníamos encabezando su propio show en la sala grande de una Razzmatazz a reventar. Seguramente la calidad de su último larga duración, ‘Holy Hell’, haya ayudado a que la popularidad de la banda haya crecido exponencialmente durante los últimos meses. Se nota la sinceridad, el tributo y la honestidad a la hora de encarar sus nuevas propuestas. Quizás por esto son aún más queridos a estas alturas de la película. Sea como fuera, todo estaba servido para una de esas veladas marcadas a sangre y fuego en nuestro particular calendario metalero.

Primero y antes que nada, eso sí, tendríamos la oportunidad de ver en directo a los jóvenes Polaris, formación australiana que, con un primer LP lanzado justo el año pasado, ha conseguido situarse como una de las bandas más prometedoras en el panorama metalcore de nueva generación. A decir verdad, el concierto que se marcaron durante la media hora que dispusieron encima del escenario fue para quitarse el sombrero. Se notó que había mucha gente que ya les conocía y que coreaba sus canciones, pero lo más destacable de su concurso fue la capacidad de Jamie Hails, vocalista, para mover a toda una sala a esas tempranas horas de la tarde noche condal. Con toda una hilera de plataformas que cubrirían el conjunto de la parte frontal del escenario (y que se mantendría para las otras dos bandas del cartel) y con un juego de luces bastante impactante, Polaris supo caldear el ambiente en base a las composiciones de ese ‘The Mortal Coil’ del que antes hablábamos. Desde la inicial “The Remedy” demostraron su buen hacer encima de las tablas, y fue en temas como la segunda “Casualty” donde montaron los primeros circle pit de la velada. En “Dusk To Day” hicieron que todo el gentío ahí congregado encendiera las luces de sus móviles, y en “Consume” lograron un wall of death bastante impresionante. Acabaron con “Lucid” y Razzmatazz entera se puso a botar. Muy buen concierto de una banda que promete, y mucho.

Unos minutos después llegaría el turno de Beartooth, que por fin aterrizaban a tierras catalanas para la primera actuación de su carrera en Barcelona. Con ellos bajarían un pelín las pulsaciones, y es que su mezcla de hardcore y metalcore renovaría el espectro sonoro para una actuación aún mejor recibida por la audiencia catalana. Los americanos salieron en tromba con una “Bad Listener”, perteneciente a su más reciente álbum titulado ‘Disease’, y con el público cantando muchas de las líneas vocales de la banda. En ese sentido, Caleb Shomo, vocalista y absoluto frontman del grupo, no se bajaría del pedestal colocado al frente del escenario para animar y conducir el show a través de las composiciones de la formación.

Cayeron verdaderos temazos como “In Between” o “The Lines”, un punto álgido, esta última, que se vería interrumpido por un solo de batería a cargo de Connor Denis que, si bien correcto, supuso un bajón importante en la dinámica del show de Beartooth. “Hated” fue otra de las más celebradas, mientras que los temas de nueva hornada como “You Never Know” o la propia “Disease”, que cerraría el set de los americanos, fueron tremendamente coreados por el respetable. Si bien menos espectaculares escénicamente hablando que Polaris, demostraron que en poco más de seis años se han convertido en verdaderos estandartes de su estilo musical.

Y por fin llegaba el turno de los cabezas de cartel de la noche. La pausa entre bandas fue superior debido a la gran cantidad de artilugios y ornamentación que llevarían Architects para su show. Y es que fue empezar las notas de “Death Is Not Defeat” y nos impresionamos con la cantidad de luces que rodearían el escenario y las formas que irían configurando a lo largo de las canciones de la banda. Perfectamente sincronizadas con cada uno de los breakdowns y líneas vocales, fue un verdadero espectáculo (a la altura de los mejores Meshuggah) poder disfrutar de un cuidado visual a la altura de las circunstancias.

La música, que al final es lo importante, consiguió llevar al éxtasis al público barcelonés mientras Architects encaraban las notas de temas como “Modern Misery” o “Nihilist”, con un Sam Carter que bordaría su interpretación vocal a lo largo del concierto y con un Josh Middleton a la guitarra (ex-Sylosis) que, pese a ser algo comedido en escena, sonaría perfectamente compenetrado con el resto de la formación. No tuvieron reparos en repasar muchas de las canciones que configuran su último ‘Holy Hell’, temas como “Royal Beggars”, “Mortal After All” o la propia “Holly Hell”, que demostraría que el nuevo material de la banda ha cuajado genial entre su audiencia. Pero, obviamente, habría tiempo para canciones de antigua hornada como “These Colours Don’t Run”, de ‘Daybreaker’, o “Broken Cross” y “Gravedigger”, de ‘Lost Forever // Lost Together’.

Las columnas de humo irían posándose frente a nuestras miradas a lo largo del espectáculo, con el confeti acumulado en el techo de Razzmatazz cayendo encima de las cabezas de los asistentes. Dan Searle y Alex Dean, a la batería y al bajo respectivamente, restarían escondidos en un segundo plano, mientras que Adam Christianson a la guitarra sería otro de los elementos más activos en la parte frontal de la escena.

Encararíamos la parte fuerte del show de la mano de “A Match Made In Heaven”, especialmente dedicada al fallecido Tom Searle, quien recibió una más que merecida ovación por parte del público. Carter no dejó de agradecer a la audiencia el fantástico recibimiento que les estábamos brindando, asegurando que Barcelona era una de las ciudades favoritas de Tom y, en definitiva, ensalzando la cultura gastronómica y arquitectónica de la ciudad. A saber si lo dice en todas las ciudades… pero este tipo de cosas siempre gustan. “Hereafter” se fusionó con “A Wasted Hym”, mientras que “Memento Mori” y “Gone With The Wind” lo prepararían todo para la traca final.

Las notas de “Doomsday”, primera canción que lanzaron tras la muerte de Tom y que supuso la re-afirmación de la voluntad de la banda británica por seguir reventando escenarios, puso el broche de oro a una actuación de hora y media marcada por un espectáculo visual en mayúsculas. Se nota que Architects han dado un paso al frente en la escena metálica contemporánea, que configuran sus conciertos como verdaderas propuestas de cabezas de cartel y que mantienen la voluntad de ser una de esas bandas que marcan época, especialmente, entre las nuevas generaciones. Renacidos, como el ave fénix, están dispuestos a todo. Muchos nos sorprendimos al ver que encabezaban festivales como el Metaldays esloveno; después de ver la calidad de la propuesta en su gira en solitario, solo hace falta esperar para ver que nos pueden brindar en un show con todas las de la ley. Están para comerse el mundo entero.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    A pesar de los problemas de antaño lo importante es que esta banda sigue adelante ofreciendo el mejor directo dentro de su estilo musical y esa noche en la ciudad condal lo bordó con esos geniales temas.

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