Podríamos empezar a hablar de este concierto como se empieza un chiste: Un grupo de vikingos de Islandia y un grupo de piratas de Escocia han llegado a Lisboa... ¡y se ha montado una fiesta toda la noche!
Skalmöld entraron en el escenario cervezas en mano, agradeciendo y brindando con toda la gente. Siempre muy simpáticos, estos islandeses nos regalaron una actuación de lujo. Empezaran con “Árás” y desde el primer segundo se apoderaron de la audiencia. Hacen de las voces (todos cantan) y de sus melodías, casi de heavy metal clásico, la base de su sonido, pero cantando en su idioma se torna todo mucho más épico.
Siguieron “Gleipnir”, “Sverðið”, “Múspell”, “Niflheimur”, “Narfi”, “Móri”, “Niðavellir”, “Að vetri” y “Kvaðning” y todos nos sabíamos las canciones, desde las más antiguas a las del nuevo álbum, ‘Sorgir’. Genial la actuación de los de Reykjavík, parecía que no se querían marchar del escenario, siempre agradeciendo y dejando claro que volverán muy pronto.
Después de ver el cambio de equipo y los accesorios (pato de goma gigante incluido) se adivinaba que la noche seguiría llena de diversión. La audiencia no paraba de crecer junto al escenario y el ambiente estaba a punto de reventar.
Alestorm empezaron con “Keelhaud” y ya habían ganado. Había tanto mosh y crowdsurfing que hasta los escoceses se quedaron con la boca abierta.
“Buenas noches, somos los Alestorm” y siguieron con la canción que les da nombre y “Magnetic North”, la siempre festiva “Mexico”, “The Sunk'n Norwegian”, “No Grave But The Sea”, “Nancy the Tavern Wench”, “Rumpelkombo”, “1741 (The Battle of Cartagena)”, “Hangover (Taio Cruz cover)”, “Pegleg Potion”, “Bar ünd Imbiss”, “Captain Morgan's Revenge”, “Shipwrecked”, “Drink”, “Wolves of the Sea (Pirates of the Sea cover)” y “Fucked With an Anchor”, siempre con muchas bromas por el medio… y siempre con mucha cerveza.
Se vio de todo por el escenario, desde un gigante australiano bebiendo Jägermeister y cantando rap en “Hangover”, a un miembro de la audiencia disfrazado de elefante que estuvo bromeando toda la noche con la banda.
La entrega fue constante tanto de la banda como del público en una noche en que la música ha servido como banda sonora de una película de humor. Este ha sido sin duda un concierto para disfrutar y ni un alma ha salido de la sala lisboeta sin la sonrisa en sus labios.
¡Que vuelvan muy pronto!
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Un comentario
Muy buen concierto por parte de estas dos bandas nórdicas que a su manera y estilo musical lo bordaron por tierras lisboetas.