Accept + Night Demon: Volvió el rodillo teutónico

Para abrir boca, contamos previamente con los californianos Night Demon, que se han labrado una magnífica y merecida reputación por la contundencia y solidez de sus directos, en los que nunca defraudan, y que hicieron honor al concepto de artista invitado, en detrimento del término telonero, que para el que subscribe tiene connotaciones peyorativas.

Con apenas un par de discos de larga duración y un EP a sus espaldas, han sabido ganarse la confianza de los aficionados al heavy metal clásico, practicando un estilo denostado por los adalides de los nuevos sonidos pero que trata de abrirse camino entre las nuevas generaciones junto a sonidos que gozan de más popularidad actualmente  como el thrash y el metal extremo.

Durante cuarenta y cinco minutos, nos dieron una fantástica e intensa sesión, repasando su corta pero efectiva discografía con temas como el inicial "Welcome To The Night, "Full Speed", "Curse of the Damned", "Hallowed Ground" u "On Your Own".

Su bajista y cantante Jeff Hershey "Jarvis Leatherby" curtido en bandas como Cirith Ungol, Jaguar o Black Opal entre otras, junto al guitarrista Armand Anthony y al batería Dustin Squires, conforman una perfecta y engrasada maquinaria, que nos dejó unas magníficas sensaciones con su rocoso repertorio perfectamente ejecutado y donde su experiencia es todo un grado.

"Save Me Now, su emblemático "Heavy Metal Heat", "Black Widow", "Screams in the Night", "The Chalice", su homónimo "Night Demon", y la versión de sus admirados Iron Maiden "Wasted Years", con la que cerraron, nos dejaron a todos con ganas de más y preparados para la tralla que vendría después.

A las nueve y veintisiete, con doce minutos de retraso sobre la hora anunciada, y temiendo que nos recortaran el set list debido a los horarios de la sala, hecho que afortunadamente no se produjo, salieron los incombustibles germanos a escena. Tras una pequeña intro, con un decorado en los laterales, en la tarima de batería y sobre las plataformas delanteras, alusivo a la portada de su nuevo trabajo 'The Rise of Chaos', Accept se lanzó a dar una cátedra sobre el heavy metal.

Hay que agradecer a la banda que no escatimaran en luces y que el humo se usara de forma razonable, sin ser demasiado protagonista, como desgraciadamente nos están acostumbrando algunas bandas y algunos recintos.

El pistoletazo de salida lo dieron con "Die By the Sword", corte que inicia su nuevo disco, y seña de identidad de la banda el abrir con canciones de sus últimos trabajos. Tras el poderoso y marcial "Stalingrad", tiraron de tres clásicos de su época primigenia como "Restless and Wild", "London Leatherboys" y "Breaker", que siempre son muy bien recibidos.

El vocalista Mark Tornillo, con su gorra, su chaleco lleno de pines metálicos y sus gafas de sol, que sólo se quitaría en la parte final del show, se mostró como un gran maestro de ceremonias, escoltado a su izquierda por un solvente y divertido guitarrista como Wolf Hoffman, y a su derecha por el otro veterano de la formación como el bajista Peter Baltes. En un segundo plano quedaba el miembro más reciente Uwe Lulis (ex-Giftwarf, ex-Digger, ex-Grave Digger y ex-Rebellion entre otros) y el batería Christopher Williams (ex-War Within, ex-Meatcurtain, ex-Habit of Force, ex-Blackfoot, etc).

Sin bajar el pistón para nada, se lanzaron de lleno con 'The Rise of Chaos', desgranando cuatro de sus cortes seguidos, como el que da título a la obra, "Koolaid", "No Regrets" y Analog Man".

La maquinaria permanecía muy bien engrasada, con Mark dando la talla a nivel vocal, Wolf sacando lo mejor de sus riffs de guitarra con un variado despliegue de flying tuneadas, y el resto de la banda perfectamente compenetrada, donde la pegada de Christopher parecía un martillo pilón, que marcaba el poderoso y frenético ritmo del concierto. Un espléndido sonido también ayudaba mucho a introducirnos en su dinámica y seguir su propuesta musical con auténtico entusiasmo y devoción.

"Final Journey" y "Shadows Soldiers" de su última época nos mantenían por todo lo alto, antes de dar paso al sólo de guitarra de Wolf  sorprendiéndonos con su versión de "El amor brujo", del compositor gaditano Manuel de Falla, que serviría para que Mark tomara un pequeño resuello.

Para su vuelta, tiraron de clásicos que pusieron la sala patas arriba, desde "Neon Knights", pasando por "Princess of the Down" con unos coros multitudinarios, hasta "Midnight Mover, "Up to the Limits", "Objection Overruled", "Pandemic" que con apenas ocho años ya tiene esta categoría, y la indispensable "Fast as Shark", que siempre es toda una explosión entres sus seguidores, desde los coros tiroleses iniciales.

Con un Mark que sufrió un poco en este último y exigente tema, se retiraron momentáneamente, para volver enseguida con la última ración de bises. "Metal Heart", "Teutonic Terror" y "Balls to the Walls" pusieron el perfecto broche de oro a la inmaculada e impecable ejecución de una formación en estado gracia, que ofreció durante dos horas una actuación de sobresaliente, como nos tienen acostumbrados en sus últimas giras.

Junto a los británicos Saxon, mantienen muy viva la llama del heavy metal, frente a otras tendencias emergentes y grupos de nuevo cuño, realizando magníficos discos y ejemplarizantes conciertos, de los que deberían tomar notas todos los que empiezan y quieren dedicarse a esto en un futuro.

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José Luis Martín

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