Polaris

The Death of Me

Sharptone Records (2020)

Por: Alberto Zamora

7

Parece que Australia se ha empeñado en mantener viva la llama del metalcore: mientras que grupos como Parkway Drive encabezan festivales y se establecen como la gran promesa del metal, otros como Polaris siguen manteniendo intacta la pureza del estilo, a riesgo de sonar ciertamente genéricos en la mayoría de sus canciones.

No puede negarse que ‘The Death of Me’ contiene buenos temas, pero el oyente no escapa de la continua sensación de deja vu durante las diez canciones que componen el álbum. ¿Significa eso que estamos ante un mal disco? Para nada, el segundo artefacto de los metalcoretas es bastante disfrutable.

“Pray for Rain” deja claro el libro de estilo del combo: voces agresivas ciertamente sentidas, guitarrazos metalcore con un punto técnico a lo Architects, zapatilla en la batería cuando hace falta y (horror) unos estribillos melódicos que recuerdan a The Amity Affliction, también del continente del surf. Ese mismo camino siguen temas como “Masochist” o “Vagabond”.

Como si fuera el reflejo de un espejo, en la primera mitad del álbum los temas comienzan con fuerza, dejando paso a las fugas melódicas, para en la segunda mitad, cambiar los roles, empezando como baladas que dan paso a la brutalidad, como puede verse en “Martys (Waves)” y “All of This Fleeting”.

Servidor prefiere cuando dejan que de la melodía se ocupen las líneas de guitarra y se dedican a dar cera, como en “Creatures of Habit” y en “Hypermania”, tema en el que incluyen una agradecida dosis de hardcore rock n' roll del estilo Every Time I Die: ojalá siguieran ese camino, bastante menos trillado.

Un buen disco que saciará vuestras ansias de metalcore de calidad, aunque desde luego no inventan la rueda.

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Esta entrada fue escrita por Alberto Zamora

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