Eyrem

Siervos del tiempo

Rock CD (2021)

Por: Jorge Bobadilla

8

Pueden dormir tranquilos los fieles seguidores de nuestro heavy metal sabiendo que el legado del power más característico de tierras levantinas sigue teniendo grandes defensores que saltan a la batalla con espadas en forma de canciones tan bien afiladas como las que nos presentan los valencianos Eyrem en este 'Siervos del tiempo'.

Comentar que el disco se hace corto es, además de algo bastante positivo, una realidad que muchas veces se agradece, ya que hablamos de un trabajo con siete cortes, que son realmente seis temas si no contamos la introducción, que pronto encuentran acomodo entre los que gusten de las arrancadas más épicas de Warcry y estuvieran deseando contar con más opciones en la paleta a la hora de disfrutar de nuevos colores.

Un primer latigazo de virtuosismo instrumental nos recibe en "Allí estaré", en la que la voz de Fran Rivas será lo primero que te sorprenda, ya que se maneja alrededor del registro más rasgado que se puede identificar con Víctor García, pero no esquiva los momentos en los que hay que subir a lo más alto. Una parte intermedia en la que vemos que son capaces de manejarse bien más allá del corsé power desemboca en lo que parece la marca de la casa: subir la perilla de la épica al once al afrontar el estribillo y una subida final que lleva los temas al límite.

La estructura es similar en "Podré volar", tema que entra directo con el estribillo dándote en toda la cara, lo que hace que no sea difícil de imaginar siendo parte importante de los futuros conciertos de Eyrem. El doble bombo empieza a echar humo a la vez que nos vamos fijando en la producción y los muchos pequeños detalles que encierra cada tema bajo el potente mensaje y la capa de guitarras, que también ha contado con la colaboración de Pablo García, hacha de Warcry, ampliando el barniz de la banda asturiana que cubre la escucha.

"Maldición dorada" consigue romper la dinámica de los dos primeros cortes sin que se pierda la atención, por mucho que no quede un hueco sin cubrir con un coro, teclas o líneas de bajo que de repente te sorprenden cuando pensabas que solo tenías que fijarte en el solo de guitarra. Un tema más crudo en el que Fran nos deja el lado más desgarrador de su garganta.

El corte que da título a este álbum juega con pinceladas progresivas, aunque sigamos sobre el mismo lienzo de heavy metal melódico, por lo que se convierte en un rincón de la escucha en el que me paré en más ocasiones para poder apreciar todos los elementos que presenta. Pero que estamos ante una banda de "tocones" sigue quedando claro en "Mil batallas", que pueden ser las que la voz tiene que lidiar para hacerse hueco entre semejante torrente instrumental. Lo curioso es que terminada la escucha (o escuchas, como debe ser) el sabor que te queda es más el de los estribillos y las melodías, por lo que el menú ha sido el correcto.

Cierra el álbum "La luz del camino" mostrándonos la cara más delicada de Eyrem. Una powerballad en toda regla a la que no le falta de nada, contraste de guitarras distorsionadas con la voz en su registro más melódico, capa de orquestación, coros, solo con una parte de más vértigo (también con el bajo en retaguardia) y otra más coreable.

Un más que digno primer paso para un camino realmente prometedor, al que, como he tratado de hacer dando solo una referencia obvia, espero que cada vez haya menos con lo que comparar, y encuentren buenos ladrillos para seguir construyendo sobre estos fuertes cimientos con los que ya cuentan.

Etiquetas: , , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *