Cancer Bats es de ese tipo de grupos a los que se les perdona hasta la mala música. Parecen majetes a rabiar, su guitarrista tiene unas buenas melenas y barba e incluso tienen un grupo tributo a Black Sabbath llamado Bat Sabbath, por lo que podríamos pasar por alto un paso en falso. Pero resulta que `The Spark That Moves´ no supone una excepción en su fiable y rotunda discografía: es otro disco cojonudo.
Los canadienses han recuperado parte de la inmediatez que habían dejado atrás con el enfoque sludge de `Searching For Zero´, y vuelven a sonar más punk y hardcore en temas como “Brightest Day” o “Headwound”, aunque todo sigue girando, afortunadamente, alrededor del buen riff de guitarra.
El rollo rockero de “We Run Free” es tan bienvenido como agradecido y el combo muestra, sin reparos, una mayor carga melódica en la voz. “Space Time” suena heavy y recuerda a Every Time I Die, mientras que “Bed of Nails” es puro punk rock y muestra la tónica del disco: Liam Cormier nunca había cantado tanto ni tan bien. Si os falta metal, tranquilos, hay están “Rattlesnake” y “Winterpeg” para daros lo vuestro.
Hace mucho que Cancer Bats viste las ropas de un grupo grande. El problema es que el mundo todavía no se ha enterado. Ellos sí, y por eso han sacado el disco por sorpresa, a lo Radiohead. Da igual si eres heavy, punk o hardcoreta. Cancer Bats es de los nuestros y nunca falla.
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