Ozzy Osbourne: 30º aniversario de “No More Tears”, el disco que sin Lemmy y Mike Inez no habría sido el mismo

17 septiembre, 2021 10:47 am Publicado por  10 Comentarios

En una época en la que la mayoría de las bandas de la escena del rock pasaba más o menos problemas, el Príncipe de las Tinieblas demostró que, al igual que otros pocos elegidos, estaba un peldaño por encima del resto de los mortales. Prueba de ello fue que el 17 de septiembre de 1991 lanzó al mercado el que acabaría siendo su segundo disco más exitoso a nivel de ventas tras el inalcanzable ‘Blizzard of Ozz’, hablamos de ‘No More Tears’.

De pie, Zakk Wylde y Ozzy. En el sofá, Randy Castillo y Mike Inez, que en realidad no grabó el disco

Fue grabado en los estudios A&M y en los estudios Devonshire de Los Ángeles por el mismo equipo que había grabado ‘No Rest for the Wicked’ tres años antes. Esto es, Ozzy Osbourne en las cuerdas vocales, Zakk Wylde a la guitarra, Bob Daisley al bajo, Randy Castillo en la batería, y John Sinclair a los teclados. Un equipazo, vamos. En los créditos también encontramos a Michael Inez como “bass/inspiration and musical direction”. La verdad es que Inez era el bajista habitual de Ozzy en las giras y estaba en las sesiones de grabación. La razón por la que, en mitad de las sesiones de grabación, Ozzy llamó a Bob Daisley para que grabara todas las pistas de bajo del disco, Ozzy la sabrá, pero todo apunta a que no debía de estar muy satisfecho con el trabajo de Inez.

También en los créditos, tenemos al gran Lemmy Kilmister, acreditado como autor –primordialmente letrista- en cuatro temas. Llegó a componer seis, pero sólo se escogieron cuatro de ellos. Finalmente, la producción corrió a cargo de Duane Baron y John Purdell.

La portada del disco, según cuenta Ozzy en sus memorias, fue obra de su mujer, Sharon. Está compuesta por “un retrato de Ozzy en tonos sepia, con un ala de ángel sobre el hombro”, abandonando radicalmente la línea de portadas de sus anteriores álbumes. Según Ozzy: “La idea era que el álbum tuviera un aire más maduro. No podía seguir haciendo lo de los colmillos cubiertos de sangre”. Pues yo… qué queréis que os diga, a mí me molaban más.

“Mr. Tinkertrain” abría la cara A. Unas voces infantiles acompañadas por una caja de música dan pie para que toda la sección instrumental, liderada por las guitarras de Zakk, entre a saco en plan principio de concierto loco. Y en eso, que de repente el tema como que empieza otra vez con un nuevo guitarreo que, esta vez sí, da paso al riff. Un riff que empieza tranquilo con Ozzy cantando en plan suave y con algún vacile de Zakk, pero que en seguida gana contundencia, tanto en los guitarreos como en la voz de Ozzy. Y con este punto de contundencia ganado, llegamos al estribillo, que para mí es lo que le falta al tema para ser un temazo, un gran estribillo, con más pegada y enganche. Después de la segunda entrega del estribillo, tenemos un momento tierno de Ozzy, que da pie a un buen solo de Zakk, que nos lleva a un breve tercer pase por el riff y al estribillo con el que concluye el tema.

Le sigue “I Don’t Want to Change the World”, que entra directa al asunto sin ningún tipo de adorno preliminar, pues un brevísimo guitarreo nos conduce enseguida a un riff bastante guitarrero sobre el que Ozzy va desgranando las estrofas de la letra. Y si a “Mr. Tinkertrain”, en mi opinión, le falta estribillo, “I Don’t Want to Change the World” tiene un estribillo de escándalo, en todos los sentidos: guitarrero, plagado de musicalidad, pegadizo y magistralmente cantado por Ozzy, maravilloso, lo mejor de un gran tema.

Después del segundo estribillo, en vez de volver al riff, el tema se desvía y unas estrofas cantadas como en un segundo plano por Ozzy nos introducen al solo de guitarra, otro gran solo de Zakk, del que yo resaltaría su originalidad. El solo desemboca en unas guitarras acústicas que sirven de nuevo para que Ozzy se ponga tierno y cante en tonos bajos. Vuelta al riff y al estribillo final, salpicado esta vez de fraseos cortos y otros vaciles a cargo de Zakk, que además se encarga de cerrar el tema.

Una guitarra acústica nos introduce a “Mama I’m Coming Home”, el segundo sencillo que se extrajo del disco y un clásico de los repertorios del cantante de Birmingham, que alcanzó el puesto 28, siendo el único sencillo de Ozzy en solitario que ha alcanzado el Top 40 del Billboard Hot 100. Al poco, la voz de Ozzy empieza a cantar sobre la acústica un tema lento repitiendo a cada poco el título del tema. Cuando la eléctrica entra, llevamos casi un minuto de tema, y si no estás atento, ni te enteras. La acústica no desaparece, pero se diluye un poco, y finalmente entra la sección rítmica para dotar de un poco de contundencia a la canción. Finalmente, mediado el tema, tenemos el estribillo en la línea musical del resto del tema, al igual que el solo de guitarra que le sigue, ambos de mucha calidad. Después de volver a la versión eléctrica del riff y de un segundo pase por el estribillo, el tema acaba con una guitarra acústica al igual de cómo empezó.

En “Desire” volvemos a las entradas guitarreras a más no poder, aunque en esta ocasión el trabajo de la sección rítmica es más que notable, especialmente los platillos de Randy Castillo. Así, después de una extensa introducción, llegamos a un riff guitarrero y contundente sobre el cual, al poco tenemos a Ozzy cantando un poco por encima de lo acostumbrado. Por si fuera poco, un estribillo de calidad y un vertiginoso solo de Zakk completan el paquete, convirtiendo a “Desire” en un señor tema.

A continuación, tenemos “No More Tears”, primer sencillo del disco, el tema más largo y que, según cuenta Zakk Wylde, se originó en una jam session con el riff de Mike Inez como motor: “Estábamos tonteando en los ensayos y Mike comenzó a tocar eso en el bajo, luego Randy comenzó a tocar la batería y luego John (Purdell, el productor) comenzó a tocar el teclado”. Esta vez es el maravilloso bajo de Bob Daisley el que empieza una larga introducción a la que se van incorporando teclados, batería y finalmente la guitarra, y que da pie a un medio tempo sobre el que empieza a cantar Ozzy. El riff transcurre al principio con la guitarra sobresaliendo entre estrofa y estrofa, mientras que después son los teclados los que cobran protagonismo hasta que llegamos a un estribillo que le viene como un guante al tema. Después de la segunda entrega de este, los teclados de Sinclair, primero el sintetizador y luego el órgano, ganan protagonismo durante un buen rato, hasta que le ceden paso a las seis cuerdas. Tras el solo volvemos al principio y al maravilloso bajo de Daisley, que da paso a un nuevo comienzo del tema, que tras un nuevo pase por el riff y por el estribillo acaba con una especie de cinta repitiendo “In the bush, in the Bush…”.

“S. I. N.” abría la cara B. Tiene una entrada lenta de guitarra acústica y teclados, con la eléctrica punteando por encima, que para nada tiene que ver con el resto del tema, el cual estalla, cuando la cosa lleva como medio minuto, en un riff de guitarras rápidas que Ozzy canta alegremente. El riff nos lleva a un buen estribillo, pegadizo y fácil de cantar, que en la segunda toma Ozzy prolonga con un coro, al sigue una variación al riff que enlaza con un buen solo de Zakk. Volvemos al riff y a un nuevo estribillo que cuando acaba repite la variación anterior, con lo que inevitablemente nos encontramos con un segundo solo de Zakk, diferente al anterior, con un sonido más limpio, a mi modo de ver.

A continuación, tenemos “Hellraiser”, una de las canciones en las que Lemmy figura como autor, y que posteriormente también sería editada por Mötorhead en el álbum ‘March ör Die’. Empieza, con un aire a peli de suspense cuando comienzan a salir los créditos del principio, hasta que a aquello le mete Zakk guitarras a degüello y ya no hay suspense que valga. Por el contrario, los guitarreos desembocan en un riff de ritmo medio que transcurre entre adornos de guitarra y batería hasta que llega otro estribillo marca de la casa con coros muy bien trabajados. Mediado el tema, tras el segundo estribillo, Zakk empieza a vacilar y te crees que viene el solo, y la verdad es que viene, pero tarda un poco. No es el mejor del disco, pero como todo lo que toca Mr. Wylde, raya a gran nivel. Después, repetición de la estructura riff-estribillo, y final otra vez para Zakk, que se marca una serie de guitarreos que no llegan a cristalizar en un solo bien definido. Coincidiendo con la reedición 30º aniversario del disco, que se ha lanzado hoy mismo, se ha publicado la canción de nuevo, esta vez con Ozzy y Lemmy haciendo dueto.

Una entrada ligera de guitarra abre “Time After Time”. Sobre ella empieza a cantar Ozzy, en la misma línea, hasta que entra la sección rítmica para dar pie a un riff gobernado por las guitarras, pero en el que los teclados de John Sinclair también tienen un papel predominante, que nos conduce al estribillo, que no es precisamente el más currado del disco. En el ecuador de la canción tenemos otro gran solo de Zakk, que enlaza con una preciosa secuencia de guitarras suaves y rabiosas que nos lleva de vuelta al riff. Un último pase por el estribillo nos lleva al final del tema, que acaba con la misma guitarra que empezó.

Detrás viene “Zombie Stomp”, que para variar un poquito empieza con el bajo de Bob Daisley, aunque enseguida entran la guitarra y unos cuantos efectos especiales. Y así, con un aire como de suspense moderno, eso sí ya con batería y teclados incorporados, nos tiramos la friolera de dos minutos largos hasta que el Príncipe de las Tinieblas se digna a entrar, justo cuando Zakk acaba de dibujar el riff. Este, bien cantado por Ozzy, transcurre bajo dominio implacable de las guitarras hasta la llegada del estribillo, donde cede un punto de protagonismo a Ozzy y los coros. No es el mejor estribillo de Ozzy, algo que por cierto es muy difícil, pero es un buen estribillo. Después de oírlo por segunda vez, llega el solo de guitarra, perfectamente ejecutado por Zakk, que deliberadamente lo alarga en su vuelta al riff. Al riff le sigue una vez más el estribillo y a este de nuevo al riff para cerrar el tema.

Con una entrada engañosa de guitarra, con sonido tipo peli del oeste comienza “A.V.H.”. Y es que, efectivamente, al poco se desata un tema rápido y cañero, con papel predominante para batería y guitarra, que crean un riff contundente pero no exento de melodía, que Ozzy canta con gran soltura y Zakk rellena de guitarreos de todos los colores. En la segunda vuelta, el breve estribillo se prolonga con la inclusión de nuevas estrofas para dar pie al solo de guitarra, salvaje en la línea de la canción y de enorme calidad. La anécdota curiosa de esta canción es que siempre se ha rumoreado que “A.V.H.” es un acrónimo de "Alcohol - Valium - Hashish", sin embargo, la web oficial de Ozzy afirma que significa "Aston Villa Highway", una referencia al equipo favorito de Ozzy, el Aston Villa Football Club de Birmingham, Inglaterra.

Para cerrar el disco tenemos “Road to Nowhere”, que hasta que no canta Ozzy parece un tema de Journey, con unas maravillosas guitarras en la línea de cómo toca Neal Schon. Pero a partir de ahí tenemos el típico tema de Ozzy, con cambios sobre el riff, guitarreos a punta pala, buen tono melódico en voz y coros, y, al menos, un buen solo de guitarra, que son dos breves en este caso. Un digno final para la ocasión.

La gira tuvo parada en la sala Zeleste de Barcelona en 1992.

En lo que a las ventas se refiere, el asunto le salió bordado puesto que ‘No More Tears’ ha sido certificado como disco de platino cuatro veces en EE.UU. y dos en Canadá, además de conseguir la certificación de oro en Australia y Japón. Y en lo referente a las listas de éxitos, alcanzó el puesto número 7 en el Billboard 200, mientras que en el viejo continente no tuvo tanto eco, siendo el puesto número 17, alcanzado en las listas británicas, su mejor resultado.

En definitiva, un gran disco, más si cabe si tenemos en cuenta los momentos complicados, dentro el panorama del rock duro, durante los que fue lanzado. Particularmente, disiento de quien dice que está a la altura de los dos primeros discos de Ozzy, pero sí que creo que es el más firme candidato a la medalla de bronce. Que lo disfrutéis.

F. J. Villasante

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Esta entrada fue escrita por Redacción

10 comentarios

  • Juandie dice:

    Pedazo de resumen hacia uno de los mejores álbumes de OZZY OSBOURNE en su trigésimo aniversario y con una de sus mejores formaciones además de tener este álbum un sonido aplastante. Por mi parte solo puedo decir que es un puto placer tener este discazo desde hace muchisimos años.

  • Anónimo dice:

    Como era habitual en aquellos años estábamos esperando la llegada de este album el poder ir a la tienda de discos de nuestro municipio y que el dependiente te pinchase en primicia algunos temas para dar el gustazo de cómo sonaba era todo un privilegio y en este caso un señor disco del gran Ozzy Osbourne

  • José Batres dice:

    Uno de los mejores discos de Ozzy y del cual escucho seguido, para mi Road to nowhere es también una gran canción.
    I was looking back on my life
    And all the things I've done to me
    I'm still looking for the answers
    I'm still searching for the key.
    Saludos desde ciudad de Guatemala.

  • Laka dice:

    Cutrísima la descripción, parece redactada por un aprendiz. Ahora borradme el comentario por decir la verdad

  • Ancy dice:

    Curioso lo del bajista: compone Inez, graba Daisley, y en los vídeos vuelve a salir Inez.

    • Marcelo Coronel dice:

      La relación amor/odio con Daisley,en No Rest for The Wicked pasó lo mismo,Bob grabó el disco pero el Tour y los videos promocionales los hizo Geezer Butler

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