Saber detectar el problema y actuar rápido puede ser la clave entre vivir un día más o no hacerlo cuando se habla de un asunto del corazón. La historia que vivió el guitarrista de Three Days Grace, Barry Stock, resulta realmente impactante, ya que los síntomas aparecieron mientras estaba dando un concierto con la banda, pero decidió terminar la actuación antes de acudir a un centro médico. “Supongo que me está dando un infarto”, recuerda que dijo cuando le atendieron los especialistas después de que él pensara que solo tenía un fuerte dolor de estómago.
La historia nos lleva a Detroit en el año 2013, y la ha revivido Stock durante una reciente entrevista para Ultimate Guitar, donde no duda en afirmar que ese día podía haber muerto: “Sí, fue interesante. Estábamos dando un concierto, era 2013, y tocábamos en un festival al norte de Detroit. A mitad del concierto, Neil (Sanderson) tenía un solo de batería. La canción anterior era “Good Life”. Y mientras tocábamos “Good Life”, sentí lo que me pareció un ardor de estómago muy fuerte, algo que no suelo tener”.
El relato continúa alrededor del equivocado autodiagnóstico que hizo el guitarrista: “La canción terminó y me fui, porque Neil hacía un solo de unos siete minutos. Estaba sentado allí y llamé a mi asistente. Le dije: “Tienes que venir aquí con Tums (un antiácido), amigo. Me estoy muriendo”, sin darme cuenta de que realmente me estaba muriendo. Me dio como ocho Tums y aún así no se me pasaba”.
Stock siguió el lema de que “el show debe continuar” mientras contaba los minutos para salir del escenario: “Después del solo, volví al escenario y estaba totalmente en blanco. Ni siquiera pensaba en el corazón, ¿entiendes? Pensaba: “Soy demasiado joven para esta mierda, ¿no?” Así que mi cerebro ni siquiera estaba en su sitio. Seguí tocando, pero la verdad es que no estaba bien, amigo. Seguía mirando la lista de canciones y diciendo: “Vale, seis canciones más, vale, cinco canciones más.”… Solo contaba los minutos, haciendo todo lo posible para aguantar”.
Fueron unos amigos los que le aconsejaron ir al hospital: “Luego, después del concierto, pasó lo mismo, pero aguanté un rato. Tenía algunos amigos allí y les dije: “Esto no es normal en mí, y realmente no me siento bien. Me voy al autobús. Tengo que despedirme”. Al final, los chicos me convencieron. Me dijeron: “Tienes que ir al hospital, amigo, parece que estás teniendo un maldito ataque al corazón”. Así que lo hice”.
La casualidad quiso que un centro especializado estuviera cerca de allí: “Por suerte para mí, el Beaumont, que es un hospital especializado en cardiología, estaba a dos minutos de donde estábamos. Las posibilidades de que eso ocurriera eran muy remotas. Si hubiera estado en cualquier otro lugar de Estados Unidos, quizá no estaría aquí. Así que el tour mánager me llevó allí y entré, y creo que en ese momento me di cuenta de que podía estar sufriendo un ataque”.
Las pruebas no tardaron en confirmar que Stock estaba teniendo un infarto: “Lo dije en el mostrador y me hicieron pasar, me hicieron un electrocardiograma, me quitaron la camisa y me hicieron todas las pruebas, y tan pronto como ese tipo salió, dos segundos después, se abrieron las cortinas y aparecieron los médicos y me llevaron volando por el pasillo. Así que pensé: “Supongo que estoy teniendo un ataque al corazón”. Ellos me dijeron: “Sí, definitivamente estás teniendo un ataque al corazón, pero ya te tenemos controlado”, y fue genial”.
El guitarrista recuerda que también coincidió que los médicos que le atendieron eran seguidores de Three Days Grace: “Algunos de los médicos eran fans, y cuidaron de mí, así que sí, fue un momento interesante para mí”.
Barry aprendió la lección, y desde entonces adoptó un estilo de vida más saludable, alejado de los malos humos y el alcohol, aunque el precio a pagar estuvo cerca de ser extremadamente caro. Hay que recordar que un caso similar, aunque todavía más grave, fue el que sufrió Richie Faulkner, guitarrista de Judas Priest, que tuvo que pasar por quirófano de urgencia tras el concierto en el festival Louder Than Life de 2021, una actuación que llegó a terminar y tras la que tuvo que pasar diez horas de operación a corazón abierto, lo que llevó al aplazamiento de la gira de la banda. El propio Faulkner explicaba su situación un año después.
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Un comentario
Siempre es mejor quedarse con los buenos momentos y es lo buen guitarrista que es este guitarrista al frente de tan conocida banda.