Paul Di’Anno (ex-Iron Maiden) nos cuenta su calvario: “Estuve a 45 minutos de morir, me siento prisionero en mi propia casa”

3 diciembre, 2019 3:09 pm Publicado por  20 Comentarios

Paul Di'Anno en los estudios de MariskalRock Radio, en 2014

El que fuera vocalista de Iron Maiden desde 1978 hasta 1981, periodo en el que puso voz a los dos primeros discos de la banda británica, ‘Iron Maiden’ (1980) y ‘Killers’ (1981), ha reaparecido con motivo de la publicación, el próximo 31 de enero, de ‘Hell Over Waltrop – Live In Germany’, un directo registrado en la urbe alemana de Waltrop allá por el año 2006.

Tras apartarse forzosamente de los escenarios en 2016 debido a una grave infección que llegó a ser confundida con un cáncer, Paul Di’Anno ha vivido un auténtico calvario motivado por sus serios problemas de salud, el cual relató hace unas horas a Jason Cenador, que mantuvo con él una charla que pronto se podrá leer íntegra en nuestros medios.

"¿Sabes que estuve a punto de morirme hace cuatro años en Argentina por sepsis? A duras penas conseguí volver a Inglaterra para ir directamente al hospital y desde entonces no he parado de entrar y salir de allí”, comentó el vocalista, que rompió entonces con la banda en la que se encontraba involucrado, Architects of Chaoz, acusándoles de traidores.

El periplo sanitario, que aún hoy continúa, empezó entonces para Di’Anno, quien ha tenido que lidiar con varias cirugías: “Me operaron ambas piernas y no puedo caminar. Por la culpa de la sepsis mis piernas pillan infecciones cada dos por tres y aún estoy pendiente para que me inserten una nueva rodilla izquierda y todo está siendo muy duro para mí”.

Aun con todo, el histórico cantante se resiste a tirar la toalla y dar por culminada su carrera musical. “No pienso jubilarme; sigo tocando con la banda, pero no podré subir al escenario hasta que los médicos me dejen como nuevo otra vez y hasta que supere la fase de rehabilitación, ya que tendré que aprender a caminar con una pierna durante un tiempo. Por lo menos, aun con una pierna funcional podré caminar con muletas, y quizás podré saltar por el escenario durante un rato y después cantar sentado en una silla de ruedas”, comenta sin perder un ácido sentido del humor y una naturalidad en el trato cara a cara que ya puso de relieve cuando, años atrás, visitó los estudios de MariskalRock Radio.

Paul Di'Anno en Argentina en 2015 | Foto: Roman Daydukov

Paul Di'Anno con Jason Cenador en 2014. Esta vez, la conversación tuvo que ser telefónica.

Aún le quedan batallas por luchar, y aunque pondrá toda la carne en el asador para regresar algún día a la actividad en vivo, en consciente de que las cosas podrían no salir como desea, si bien se lo toma con filosofía: “Aun con todo, y si no llegase a recuperarme completamente, debería darme con un canto en los dientes, porque estuve a 45 minutos de palmarla, colega. Es el tiempo del que dispone uno cuando es atacado por la sepsis para meter en su organismo los antibióticos; es eso o te mueres”.

Su discurso se torna peliagudo cuando relata su peligroso viaje desde Sudamérica hasta su tierra natal, en el que su salud pendía de un hilo: “Me acuerdo que estaba en el avión de vuelta a Inglaterra y las azafatas no paraban de preguntarme si me encontraba bien. Yo decía por dentro: "Sí, estoy bien, ahora déjenme en paz”. De lo que no me daba cuenta es que tenía pinta de un moribundo, y fue justo entrar en mi casa y colapsé. Estaba solo en casa porque mi familia se encontraba en EE.UU. por aquel entonces, y a duras penas conseguí llamar a la ambulancia y a unos vecinos para que me mantuvieran consciente mientras esperaba que me llevaran al hospital”.

Su delicado estado de salud le mantuvo ingresado durante cerca de un año, tras el que además sufrió patologías añadidas que ralentizaron su precaria recuperación: “No volví a salir del hospital en ocho meses, y después pasé otros tres meses en un centro especial. Más tarde tuve que mudarme a una casa nueva, adaptada para gente que usa silla de ruedas, y luego tuve la mala suerte de pillar infecciones, lo cual me impidió que me operaran hace dos años, porque los médicos no operan a un paciente infectado. Tuve lo que se llama SARM (Staphylococcus Sureus Resistente a la Meticilina), así que estoy en proceso de limpiar mi organismo de esta infección para poder entrar así al quirófano de una vez”.

“Los médicos me dicen que la operación duraría unas tres o cuatro horas”, explica sobre su futura y esperada cirugía, tras la cual espera, al fin ver la luz: “Después tendría que pasar por varios meses de rehabilitación para poder andar con mi nueva rodilla. Tendré que usar muletas, pero por lo menos podré viajar y podré tocar en directo, aunque tenga que hacerlo sentado. Bastante tengo con ni siquiera poder salir de mi casa ahora por si acaso pillo otra infección desde el exterior. No poder hacer nada me vuelve totalmente loco; me siento prisionero en mi propia casa".

Jason Cenador
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