Marea: decimotercer aniversario de ‘Las aceras están llenas de piojos’, el disco con el que el grupo se sobrepuso a la tragedia

Blog: Juan Destroyer

24 abril, 2020 7:57 pm Publicado por  1 Comentario

Domingo 18 de febrero de 2007. Tan solo unas horas después de que DRO, el sello rockero de Warner, comunicara la buena nueva de que Marea regresaba con un nuevo disco que se pondría a la venta en abril, nos levantábamos con una noticia que nos dejó helados.

“Muchos conocíais a June, además de por ser la compañera de Alén, batería de Marea, por ser la que se encargó del merchandising de la banda durante muchos años. En el último año se había dedicado exclusivamente al hijo que ambos tenían, el pequeño Ian. Siempre estuvo muy ligada al grupo, tanto que el estudio de grabación, el local de ensayo y el centro de operaciones de Marea era el sótano de su casa. June no bebía, ni fumaba, ni tomaba ningún tipo de estupefacientes: nunca, bajo ningún pretexto. La sonrisa de Ian era suficiente para colmarla de esa felicidad que irradiaba. La noche del pasado sábado 17 de febrero no fue una excepción. Salió a celebrar el reencuentro con una amiga íntima con una cena en Pamplona tras la cual, y dado que no había ingerido ni una gota de alcohol, cogió su coche y se dirigió a Larragueta, el pueblo en el que vivía, situado a ocho kilómetros de Pamplona, a encontrarse con su compañero y su hijo que dormían plácidamente sin saber que nunca llegaría a casa. En un cambio de rasante, a quinientos metros de su casa, mientras conducía por su carril, a la velocidad indicada y con toda la precaución que sólo June sabía tener al volante, perdió la vida al chocar de frente con el vehículo de un mal nacido que iba adelantando, invadiendo su carril, borracho, por línea continua y, como ya hemos dicho, en un cambio de rasante, así que la visibilidad era nula. June se ha ido dejando un niño de quince meses y cientos de corazones rotos. No existen palabras para mostrar nuestra gratitud ante los cientos de muestras de apoyo que estamos recibiendo por parte de la comunidad rockera del estado. Gracias con el corazón que nos queda. Mil y una veces gracias. En nuestra web intentaremos ir colgando los nombres de todas las bandas, artistas y gente de la farándula que nos habéis brindado vuestro más sincero pesar”.

A los 20 días yo tenía programado un viaje a Berriozar para escuchar el disco y entrevistar al grupo. En aquel momento di por hecho que se suspendía el encuentro, que se aplazaría la promoción del álbum, la primera parte de la gira… todo. Pero por entonces no conocía tanto a Alen, y no contaba con su cojonazos. Se me informó de que todo el plan seguía adelante y yo me planté en el Kutxitril, el local de Kutxi que es al mismo tiempo el lugar de reunión del grupo y el museo personal del cantante, para escuchar las 11 canciones. Cuando llegué allí estaban Kolibrí, Piñas, César y el propio Kutxi, ni se me pasó por la cabeza que Alen vendría, pero al poco rato apareció, con una entereza digna de admirar, y recuerdo como si fuera antes de ayer aquel abrazo lleno de afecto que nos dimos.

Hizo la entrevista, vino al colegio abandonado en cuyo gimnasio el grupo ensayaba para la gira, se sentó en la batería para  tocar unos temas con sus compadres, comió con nosotros y, finalmente, nos llevó a su casa, donde entonces estaba el local de ensayo y el estudio R-5 del grupo en el que se grabó el disco. El reportaje fue portada de la revista Heavy Rock nº285. Alen le restó importancia a su fortaleza:

“Hablé con Kolibrí y le dije que teníamos que seguir, que no se podía morir nada y que había que seguir currando, si no al día siguiente, que fuera a los dos días ¿Qué si no? ¿Nos morimos todos? June, que estaba deseando que saliésemos a tocar e hiciéramos las cosas como siempre, lo hubiese querido así. La manera de ponernos bien todos es seguir siendo lo que somos, no puedes pretender ser otra persona de un día para otro porque te haya pasado algo. Eres quien eres y tienes que seguir adelante. Se lo dije a Kolibrí porque en ese momento era el más responsable de que la cosa continuase, aparte de su labor como guitarrista era el productor, y tenía que tirar del carro en ese momento. Siempre que pasan cosas nos toca a uno tirar del carro más durante una temporada y en este caso fue él. Yo sabía que estaba fuerte y capacitado para ello”.

El 24 de abril de 2007 salía ‘Las aceras están llenas de piojos’, el disco con el que Marea se sobreponía a la adversidad y le decía a la muerte que le plantaría cara una y mil veces. Unos días antes de su publicación, Kutxi me contaba que el videoclip de “Petenera (en carne viva)”, que aún tardaría un tiempo en ver la luz, estaría dedicado a June Edurne Olaizola. “Era una canción que le gustaba mucho, su preferida del disco, y vamos a hacer el vídeo con imágenes de ella intercaladas con otras nuestras. Estamos viendo con Alen cómo hacerlo con tacto para que sea un homenaje de verdad”. En él sale el pequeño Ian -hoy adolescente- jugando con su padre, y en las animaciones, June, que es una sirena, se reencuentra con los dos.

Marea se despidió de los escenarios el 28 de diciembre de 2019 -esta fue nuestra crónica- y desde ese día estamos echándoles de menos hasta el día en que la banda, que se lo suele tomar con calma, decida volver.

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Esta entrada fue escrita por Juan Destroyer

1 comentario

  • Juandie dice:

    De sobra es sabida esta tragedia hacia la compañera de Alen pero por mi parte me quedo con el aspecto musical hacia este gran álbum sin duda uno de sus mejores de su discografía y del cual es un puto placer.

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