Jodidos, pero...

Blog: Palabra de Mariskal

11 junio, 2021 11:23 am Publicado por  1 Comentario

¿Contentos? Dejémoslo de momento en un poco menos acojonados como para afrontar el esfuerzo titánico (muchos otros del gremio están en el mismo barco remando y con el cuchillo en boca) para que tengáis en vuestras manos La Heavy 432 (más gracias). Es la undécima edición de cuantas hemos publicado hasta ahora en tiempos de una pandemia que quizás dentro de una década suene tan obsoleta como la gripe española de comienzos del siglo veinte, que también dejó una secuela de millones de muertos.

Así es esta misteriosa e incomprensible vida que nos ha tocado a los que pisaron, pisamos y pisarán hasta el día final este loco planeta lleno de injusticias, miserias y desigualdades, pero también de muchas cosas para celebrar y disfrutar que el maldito COVID-19 nos arrebató. El castigo todavía no cesa, aunque la pesadilla empieza a amainar en algunos países con el júbilo-esperemos no desmadrado- de todos por encarrilar una cierta forma de normalidad que, en el caso de lo que nos atañe, cultura, rock, tuvo ya una primera gran celebración. El pasado 24 de mayo fue el ochenta cumpleaños de Dylan, que significó la reafirmación del poderoso rock como fuerza imparable y estable por un mundo mejor, con este gran icono y Nobel como referente venido de las raíces de música del pueblo llano, del folk y blues, hasta desembocar en la electrificación que lo elevó a los altares, con “hijos” y discípulos en todos los rincones donde haya poesía y ganas de romper barreras. Bendito genio que todavía mantiene viva su interminable gira “Never Ending Tour”, que ojalá podamos volver a disfrutar en vivo pronto como las de tantas otras leyendas (desde los Stones a Maiden y un montón más) que tuvieron que parar y posponer hasta ese deseado 22 que, aunque a estas alturas de desgaste económico y emocional nos parece lejano, seguro que llegará sin perder de vista esa repetida sentencia de que resistir ya es una forma de ganarle la partida a la adversidad.

Y de eso va el rollo: de los que aquí siguen arrimando ejemplar y generosamente el hombro, desde ilustres veteranos como Pepe Barranco, Gaby Alegret, Pere Gené, Miguel Ríos o Teddy Bautista; a los que siguieron contra viento y marea aún en post-dictadura franquista como Ñu, Asfalto, Ramoncín, Barón Rojo, Obús, Panzer; o los más cercanos Mägo de Oz, Robe, Fito, Rulo, Saratoga, Medina, La Polla, Ciclonautas, Adventus, Sôber (orgullosos de que vuelvan a nuestra portada por derecho propio, con excelente nuevo disco) y tantos otros.

Foto: Gabriele Giussani

Así hasta hoy con la reciente explosión -pasándose por el forro la crisis- de talentos emergentes, como dan fe nuestras páginas, web y radio cada día. Citarlos a todos haría interminable este editorial que contradice con nombres y gestas a los sordos y ciegos de siempre, que nos siguen retando para montar coloquios del tipo “El grunge mató al heavy”, que sugirió en entrevista con Muniesa el muy despistado y rockero exárbitro internacional Iturralde González, o “El rock... ¿ha muerto?”, que queda pendiente con el colega Alex Gara de Radio 3, que nos invitó y debe ignorar  que mensualmente siguen editándose en papel casi una decena de cabeceras de revistas de heavy y rock. Mientras, las de pop, eclécticas (por ejemplo la Rolling Stone edición española) e indies desaparecieron o se refugian en el  planeta internet, donde se renuncia a la trinchera por el cómodo sofá en muchos casos. Amén de ignorar el gran fenómeno radiofónico de los últimos años aquí con el más de un millón de oyentes de Rock FM (EGM), con El Pirata y su Banda de locomotora matinal de una programación de rock puro rock que triplica la audiencia de otras cadenas con más personal, presupuesto, y emisoras, haciendo realidad aquello del milagro de los panes y los peces, pero con los mejores artistas y sus canciones y mucha credibilidad.

Encima este año unos “heavylongos” por los que nadie apostaba -Måneskin- se llevan Eurovisión, como en alguna otra ocasión, para escándalo de críticos horteras y rancias mentalidades, que se montan que estaban esnifando coca -cuando en realidad andaban al loro de una botella que se había caído- para birlarles el premio. Esa canción nos suena. Lo importante es seguir peleándola tras las huellas de Dylan y sus “Salieris”, a los que seguimos celebrando.

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“The Times Are A-Changin” ('The Times Are A-Changin', 1963)
Vengan senadores y congresistas
Contesten las llamadas
No se queden parados en la puerta
No bloqueen los pasillos
Porque el que sea herido
Será el que se quede parado
Hay una batalla afuera
Y está empeorando
Pronto agitará tus ventanas
Y hará vibrar tus paredes
Porque los tiempos están cambiando


Puedes encontrar este editorial en el nuevo número de La Heavy, el 432, que ya puedes encontrar en tu quiosco más cercano y en nuestra tienda online. Entrevistas con Sôber, Billy F Gibbons, Rise Against, Powerwolf, At The Gates, Los de Marras, Atreyu, Red Fang, entramos en profundidad en históricos discos de Metallica, Motörhead, Skid Row o The Runaways, y muchos contenidos más como cada mes. ¡Hazte con ella!

Redacción
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1 comentario

  • Juandie dice:

    Muy buen resumen hacia este icono rockero como es BOB DYLAN que en pleno siglo 21 sigue al pie del cañón inmerso en giras y de vez en cuando currandose algún que otro álbum de estudio. Por mi parte tuve el privilegio de disfrutar en primera fila de su gran directo en aquel 2008 en la preciosa ciudad de JAÉN en un pabellón lleno hasta la bandera además recuerdo hace 13 años el genio de Minnessota solo descargo su propuesta en nuestro pais en dos de sus ciudades más bellas como JAÉN y SANTIAGO DE COMPOSTELA. Yo tuve el placer de disfrutar en aquella preciosa ciudad andaluza.

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