Iron Maiden: 40 años de 'The Number of the Beast', la esencia del legado de la bestia
22 marzo, 2022 11:30 am 10 ComentariosEl 23 de marzo de 1982 se escribió una de las páginas más importantes de la historia de nuestro rollo. Ese día, Iron Maiden publicaba ‘The Number of the Beast’, su tercer álbum de estudio, que rápidamente se convertiría en todo un pilar dentro del género. Y es que estamos ante un disco peculiar en todos sus aspectos. Como que incluso aquellos que públicamente reconocemos que los discos que más nos gustan son los dos primeros, no dejamos de admitir que este es el más importante de la historia del grupo. Y de hecho, es innegable que está mejor compuesto, mejor producido, más trabajado, tiene mejor sonido, mejor estudio de grabación, más medios, etc. Mejor en definitiva. Simplemente, a mí me gustan más los otros dos.
‘The Number of the Beast’ fue grabado en los estudios Battery de Londres entre enero y febrero de 1982, y fue producido por el gran Martin Birch, quien ya se había hecho con el timón en ‘Killers’. La formación que lo llevó a cabo registraba, como en ocasiones anteriores, un cambio, quedando así: Bruce Dickinson a la voz, Steve Harris al bajo, Adrian Smith y Dave Murray en las guitarras, y el llorado Clive Burr a la batería, en lo que sería su última participación en estudio con la banda.
El tema de la sustitución de Paul Di’Anno por Bruce Dickinson merece un aparte. Vuelvo a lo de antes, yo prefiero los discos de Di’Anno, pero ni remotamente se me ocurre discutir que Bruce es mejor cantante, mejor frontman y, sobre todo, no estaba ni la mitad de zumbado en aquellos días (hoy tampoco, pero no aplica). Desde luego, Paul no era la persona adecuada para el viaje a la cima del mundo. Muy descontrolado y con varias adicciones reconocidas por él mismo, se tuvieron que cancelar por su culpa conciertos en Alemania y en Japón, que para una banda inglesa que se está abriendo camino no es lo mismo que cancelarlos en UK. Esa y no otra fue la razón del despido de Di’Anno de Iron Maiden, de hecho, el viejo Steve ya había elegido tiempo antes del despido a Bruce como sustituto. Lo que tampoco está reñido con lo que dijo Birch al respecto: “Simplemente no creía que Paul fuera capaz de manejar la voz en algunas de las direcciones, bastante complejas, que Steve me había dicho que quería explorar. Pero cuando Bruce se unió, abrió tremendamente las posibilidades para el nuevo álbum”.
¿Qué os voy a decir de la portada del disco? Más famosa que la torre Eiffel. Como comentamos en el artículo publicado en la Heavy sobre los 40 años de ‘Killers’, originalmente Derek Riggs, creador y primer ilustrador de las portadas de Maiden, la había diseñado para la portada del sencillo “Purgatory” de ‘Killers’. Sin embargo, Rod Smallwood, mánager de la banda, reconoció que lo habían descartado por ser demasiado bueno para un sencillo. La cantidad de camisetas, sudaderas, chapas, parches y posters, sin entrar en otro tipo de artículos más propios de estos tiempos como el menaje, que se habrán podido vender con ese dibujo debe de ser estratosférica.
Y en lo que a la música se refiere, el disco abría con “Invaders”, es el tema más corto del disco, y según las malas lenguas, fue escrita sobre una composición antigua del grupo no editada llamada “Invasion”. Mucha batería, mucho bajo, mucha velocidad y un cierto regusto todavía a la etapa anterior. Bruce está tan bien que parece que lleva toda la vida en la banda, cantando a una velocidad vertiginosa mientras Adrian y Dave nos deleitan con sus filigranas. Un buen comienzo.
Cuenta Steve Harris en el documental ‘Classic Albums: The Number of the Beast’ que “Children of the Damned” está basada en la película de Anton Leader de 1964 del mismo título. Sin embargo, el bueno de Bruce, al que le gusta revolverlo todo, en la última entrega de su programa de radio "Bruce Dickinson Friday Rock Show", el 28 de mayo de 2010, durante un tramo dedicado a Dio, dejó caer que la canción estaba inspirada en “Children of the Sea” de Black Sabbath. El caso es que esté en quien esté inspirado, es un temazo, además de esos que ganan a medida que van avanzando, y con un solo de guitarra delicioso hacia el final del tema. El tema le pega más a Bruce que “Invaders”, y eso se nota en que en vez de hacerlo muy bien, directamente se sale.
A continuación venía “The Prisioner”, inspirada en un programa del mismo título de la TV guiri, y cuyos diálogos de la secuencia del título se oyen al principio del tema. Cuenta Mick Wallen en "Iron Maiden: Run to the Hills, the Authorised Biography", que Rod Smallwood tuvo que telefonear a Patrick McGoohan para pedirle permiso para usar los clips de audio en la canción, quién dudo mucho durante la conversación, y a quien el propio Smallwood describe como "un verdadero actor superestrella de buena fe". Según él McGoohan dijo: "¿Cómo dijiste que se llamaba? ¿Una banda de rock, dices? Hazlo". Larga entrada instrumental, alternando protagonismo entre batería y guitarras, hasta que conjugan para dar pie a Bruce, sobresaliente otra vez, especialmente en el estribillo, bueno y pegadizo, donde despliega toda la melodía de su voz. Y las guitarras, por donde solían, poderosas cuando toca y rápidas a más no poder cuando la cosa se desmadra. "Not a prisioner, I’m a free man…"
La cara A se cerraba con “22 Acacia Avenue”, la continuación de “Charlotte the Harlot”, la chica favorita de los maidenmaniacos. Se trata de una vieja composición de Adrian Smith en su banda anterior, Urchin, reformateada para la ocasión. Y se nota, porque tiene todavía un regusto claro a la primera época de la banda, con esos cambios de ritmo que la primera vez te parten la cintura, y sobre todo en el riff de guitarra, aunque el estribillo, buenísimo por cierto, es la prueba evidente de que algo está cambiando. Una vez más, gran trabajo de la batería de Clive Burr, del bajo de Steve Harris y de Bruce Dickinson a la voz.
La cara B la abría el tema que da título al disco “The Number of the Beast”, palabras mayores. La brasa que les dieron en EE. UU. durante la gira mundial. Boicots y manifestaciones por donde iban, activistas repartiendo panfletos y hasta portando una cruz de 7 metros y medio de altura en alguna ocasión. Cómo dijo el bueno de Steve: “Aquello fue un disparate. Estaban completamente equivocados. Obviamente, no leyeron la letra. Simplemente creían toda esa basura de que somos satanistas”. Y es que las apariencias engañan y en este caso el título más, ya que la letra versa sobre un sueño que tuvo el bajista. Y para los efectos, podría hablar de Caperucita, porque desde la entrada magistral con la lectura de los versos del Apocalipsis por el actor inglés Barry Clayton (se lo pidieron primero a Vincent Price, pero quería 25.000£), pasando por el espectacular riff y las demoledoras guitarras, hasta el pegadizo y maravilloso estribillo, estamos ante una de esas piezas magistrales en las que importa poco de qué se hable. Y no puedo dejar de citar el grito de Bruce al final de la introducción, espectacular a más no poder.
La brasa que les dieron los puritanos por “The Number of the Beast” y, sin embargo, no les molestó mucho la feroz crítica que se describe en “Run to the Hills”, dónde se retrata la llegada del hombre blanco a las costas norteamericanas. El tema se estructura en tres estrofas. En la primera tenemos la perspectiva de los nativos: “El hombre blanco vino a través del mar y nos trajo dolor y miseria”. En la segunda, la de un soldado yankee de caballería: “Persiguiendo a los pieles rojas de regreso a sus agujeros”. Y el tercero y último, que viene a ser una condena de todo aquello: “violando a las mujeres y desperdiciando a los hombres[…] esclavizando a los jóvenes y destruyendo a los viejos”. En fin, a cada uno le molesta lo que le molesta. Maravillosa introducción de Clive Burr con una gran combinación de platillos y bombo, gran riff, y estribillo de 10 puntos coronado con unos maravillosos redobles de batería. ¿Qué más se puede pedir?
A continuación venía “Gangland”, el tema más flojo del disco, y no es que lo diga yo, es que ya lo dijo Harris en su día: “Simplemente elegimos la pista equivocada como cara B. Creo que si “Total Eclipse” hubiera estado en el álbum en lugar de “Gangland” hubiera sido mucho mejor”. Y eso que la entrada de batería ya es un punto ganado, pero es cierto que luego se diluye un poco. Pero tampoco dramaticemos, el tema no está mal, tiene su caña y sus cositas, de hecho su mayor problema son los vecinos que tiene, y tampoco creo que con “Total Eclipse” el disco hubiera sido mejor.
Cerraba el disco otra obra maestra del género, “Hallowed be thy Name”, los últimos minutos de la vida de un hombre al que van a ahorcar, contados por él mismo. Una maravilla de composición, tanto a nivel de letra como de música. Bruce está magistral desde el principio, ese principio que te pone la carne de gallina. Los fraseos de guitarra son espectaculares, el riff de guitarra es una pasada, el estribillo magistral... Lo que os decía, una obra maestra. Para hacernos una idea de lo que supone esta canción para Iron Maiden, simplemente comentar que ha permanecido en el setlist de la banda desde la grabación del álbum, siendo las únicas excepciones el ‘Maiden England World Tour 2012–14’, y la segunda etapa del ‘Book of Souls World Tour’ en 2017.
En cuanto a su recepción, desde su lanzamiento el álbum ha sido aclamado por la crítica. Por citar un par de ejemplos, AllMusic lo describe como “entre los cinco álbumes de heavy metal más importantes jamás grabados. Una piedra angular del género”, mientras que Guitar World lo sitúa en el puesto 17 en su lista de los “100 mejores álbumes de guitarra de todos los tiempos”. Tiene la certificación de disco de platino en Australia, Canadá (triple), RU y EE. UU., mientras que en Austria, Francia, Alemania, Italia, Holanda, España y Suiza consiguió la de disco de oro. Respecto a las listas, fue número 1 en UK y consiguió un nada desdeñable puesto 33 en el Billboard 200. Respecto a los sencillos, “Run to the Hills” alcanzó el número 7 en las listas británicas y “The Number of the Beast” el 18. Pero como los números son solamente eso, números, lo mejor en un día como hoy es oírlo, que lo disfrutéis.
F. J. Villasante
'The Number of the Beast' también ha protagonizado uno de los contenidos más destacados en el número 439 de La Heavy, en el que Mariano Muniesa nos lleva de la mano a aquel 1982. Deep Purple o Def Leppard también te esperan con destacados artículos en profundidad en este nuevo número. Corre a tu kiosco más cercano o visita nuestra tienda online para no perderte nada.
La bestia volverá a despertar el próximo 29 de julio en el concierto que Iron Maiden tiene programado junto a Airbourne y Within Temptation en el Estadi Olimpic de Barcelona.
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10 comentarios
Gran resumen hacia uno de los mejores álbumes de la historia del Heavy Metal como es The Number Of The Beast de los históricos IRON MAIDEN en su 40 aniversario. Por mi parte solo puedo decir que es un puto placer tenerlo desde hace muchisimos años con todos los álbumes de la doncella.
Felicidades por el artículo. Cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando un compañero de clase me pasó la cinta de casete. El disco es brutal, como cualquiera de los que sacaron en los 80.
También es el cumpleaños de Raqueta
Impresionante ha erlos visto en el 1982. El llamado The Beast on the Road, con el propio the number of de beast como sonido principal.
Excelente revision para conmemorar este momento mágico del heavy metal... Aquí estábamos en guerra, pero lo pudimos disfrutar igual!!!! Abrazo de metal desde Buenos Aires!!!
Aclaro una cosa, los mejores discos son los que vinieron. Sobre todos los dos siguientes, en todos los sentidos. Sonido y producción muy superiores a TNOTB. Es muy obvio que Steve busca ese sonido sobre todo cuando grabó NPFD, e incluso en Brave New World. Discos bisagras que reflejan los cambios.
Si te gustan más los dos primeros...Cómetelos!!!! Iron Maiden no es solo "los dos primeros"....Eres un mediocre escritor .
los mejores álbumes son los 2 primeros con Paul dianno.de echo son mis favoritos,creo qe dianno era mucho mejor vocal qe Bruce,pero qon Bruce llegó la comercialización y tenía qe suceder,the number es un gran álbum,pero qreo qe Halloween be thy name es la mejor cancion de la dama de hierro.seventh son y somehere in time,son 2 grandes álbumes y de ahí,ya no me gustaron los últimos qe saqaron.pero segire amando al maiden por siempre y punto
hagan una reseña de mi álbum favorito qon el creci:el metal heatlh de mi banda favorita:QUIET RIOT!!de la época dorada y la alineación de lujo:carlos cavazos,Rudy sarzo,Frankie banali(rip)y del gran Kevin Matt dubrow(rip).soi de la ciudad de México y saludos al mariskal y a todo su equipo.larga vida al metal!!y a todos los géneros derivados del rock y metal!!
Saludos. Tomamos nota.