Entrevistas |Carlos Escobedo (Sôber)
«Cuando vas con la misma actitud o mayor que los guiris, directamente te los zampas»
Por: Andrés Brotons
Sôber ha reeditado su álbum más emblemático, 'Paradÿsso', (a la venta aquí) y para ello, en una completa entrevista en el próximo número de La Heavy, se hablará de muchas de las anécdotas de la grabación del álbum. Mientras tanto, Andrés Brotons ha charlado también de otras cuestiones interesantes con Carlos Escobedo referentes al pasado y futuro de Sôber, así como a la más reciente actualidad con su proyecto solista, con un inminente concierto el próximo 21 de octubre en el Teatro Eslava donde Carlos dará rienda suelta a su faceta más intimista.
'Paradÿsso' lo mezclasteis en Los Ángeles con un productor muy prestigioso en su época, Ed Stasium, que además había trabajado con artistas como Ramones, Living Colour, Mick Jagger en solitario o Motörhead. Según contáis en el libreto de la reedición, no fue fácil trabajar con Stasium, pues parece ser que le costó un poco cogerle el punto al grupo...
“Sí. Lo primero fue que, para un americano que tiene un premio Grammy, llega un grupo “españolito” que encima cuando les hablas de España se creen que les hablas de México, sobre todo porque el idioma le venía grande y fue uno de los hándicaps que tuvimos.
Para él la voz estaba bien en un sitio, mientras que yo lo escuchaba y decía: “No, tío, esto no va así…”. Le poníamos ‘Morfología’ y ‘Synthesis’ y le teníamos que explicar que había que mantener un equilibrio entre la caña de las guitarras y la batería, pero que la voz tenía que sonar como le decíamos. Y claro, a él le chocaban mucho las “erres”, las “p”, las “t”, porque a la hora de pronunciar soy demasiado pesado en ese sentido. Pero nuestro idioma es muy rico y el castellano es así.
Es más, creo que fue uno de los puntos más álgidos del disco, que metíamos mucha caña pero la voz se entendía perfectamente, entonces, a esa gente que no estaba tan acostumbrada a oír rock le podía entrar bien un grupo como Sôber. Por eso creo que funcionó tan bien el disco, porque al ponerse en radios comerciales la gente dijo: “Coño, ¿y estos quién son?”. A partir de ahí creo que todo el resto ya lo conoce el público”.
"Nuestra música, cuanto más se escuche, mejor. En Los 40 estaban poniendo Linkin Park, Limp Bizkit, Mägo de Oz, Dover..."
En las intensas actividades del grupo durante la promoción de ‘Paradÿsso”, contáis como anécdota en ese nuevo libreto del disco que os ofrecieron actuar en “Gran Hermano” y lo rechazasteis…. (risas)
“Sí. “Gran Hermano” no lo cogimos, pero “Caiga quien caiga” y esa serie de formatos, sí. Hubo un montón de cosas que se hicieron, pero en programas que iban un poco con la filosofía del entretenimiento. Nuestra música cuanto más se escuche, mejor, y creo que al rock le vino muy bien porque hubo un momento en el que en los 40 Principales también estaban poniendo Linkin Park, Limp Bizkit, Mägo de Oz, Dover, Evanescence...
Empezó a sonar rock en las radios más comerciales. Y bueno, como ‘Reddo’ fue ya en 2004, no sé si lo reeditaremos, porque para nosotros no es negocio. Esto simplemente era algo digamos, más emocional y visceral y algo más de recuerdo, porque los derechos son todos de Universal”.
Además, recuerdo que una de las cosas que más me llamaba la atención del grupo era que la imagen la cuidabais mucho en los videoclips, daba la impresión de que eran con bastante presupuesto, tanto el de “Diez años”, que lo grabasteis en Los Ángeles, como el de “Arrepentido”. Contáis que de las primeras imágenes de “Diez años” en Los Ángeles que enviasteis para que revisaran en la discográfica decían desde España que parecía Guadarrama.
“Sí, (risas). Parecía Guadarrama porque salíamos en una montaña y, a ver, tengo que decir que mucho presupuesto tampoco había para lo que era un videoclip en Los Ángeles. Teníamos seis mil dólares. Se acabó el presupuesto en lo que era la parte del playback y ese momento del coche y la montaña. Pero claro, desde España nos decían: “Es que esto puede ser Guadarrama, necesitamos imágenes de Los Ángeles”.
Entonces llegó un momento en que mi hermano Jorge se compró una cámara y tenía mucho material, como del de nosotros entrando a una tienda en la ciudad, etc… Y cara a eso, se pudo complementar el vídeo dando un punto mayor de lo que se buscaba. Estábamos mezclando un disco en Los Ángeles y queríamos también mostrar ese momento, pues estábamos cumpliendo nuestro sueño, porque para nosotros es nuestro paraíso, viviendo un momento muy idílico y nos lo curramos mucho.
Por eso no son videoclips de mucho presupuesto pero sí de mucha ilusión. Con “Arrepentido” pasó lo mismo. Nos juntamos con unos amigos que a su vez hablaron con una empresa de producción que estaban en prácticas. Al cambio sé que costó ochocientas mil pesetas, unos cuatro mil euros o algo así. Vamos, no era un presupuesto de cuatro millones. Nos lo curramos mucho y tengo que decir que yo estuve tres días dentro de una bañera para hacer todas las tomas necesarias”.
Acabarías con un buen resfriado…
“Bueno, acabé sobre todo con un sarpullido en las piernas de la humedad y de llevar el pantalón y demás. Me salieron hasta ronchas en las piernas. Así que lo recuerdo bien ese videoclip. Además, la camisa con la que salgo es de las pocas cosas que guardo con mucho cariño. La tengo ahí, a nivel exposición, porque la camisa se empapó y la tengo como recuerdo”.
El cuarto single, el que da título al álbum, "Paradÿsso", formó parte de la película española “Cosas de Brujas”, del que hicisteis un vistoso videoclip. Así mismo, unos años más tarde el mismo tema volvió a aparecer con una colaboración en la popular serie “Los hombres de Paco”.
“Sí, fue un momento donde “Los hombres de Paco” ya estaba arriba en audiencia, y a mí es que me moló mucho ver cómo se integraba la música rock en la serie. Para mucha gente "Paradÿsso" se pensaba que era el primer disco de Sôber, pero ya era el cuarto disco de la banda, y entonces que saliera en una serie como “Los hombres de Paco”, donde la BSO era de Pignoise, chocó: era otro concepto totalmente diferente.
Y pudimos estar ahí, marcar también una diferencia, y en ese sentido nos apetecía mucho. Tuvimos que hacer un “edit” de la canción porque creo que merecía la pena salir ahí”.
El disco lo cierra un oscuro tema oculto instrumental a piano, que parece casi una banda sonora. De hecho, tengo que confesarte que lo utilicé cuando hice la carrera para un corto, porque es un tema que tiene además ese ambiente misterioso. ¿Cómo surgió acabar el disco con esa aureola de misterio?
“Qué bueno… Pues esto tiene su parte anecdótica y su parte muy emocional, porque ese tema es de Big Simon, de nuestro querido Big Simon. Es del momento en el que yo tengo bastante confianza a nivel amistad con él. Fue él quien nos recomienda a alguien para los arreglos a nivel orquestal, tanto de "Paradÿsso" como de “Hemoglobina”.
Esa persona fue Enrik García, de Dark Moor, es él quien hizo todos los arreglos de esas dos canciones. Entonces Simon tenía muchas ganas de hacer algo, pero como él venía un poco más de la parte electrónica/industrial, no pegaba mucho, y nos decía: "¿Por qué no metemos por aquí unos “pianitos”? Y dijimos: “Hagamos una canción escondida”, que ahora es algo que ya no se lleva, pero antes la gente se ponía un disco entero y se quedaba medio dormida, y de repente pasaban ocho minutos y la gente se asustaba, decía: “Hostia, ¿esto qué es, un réquiem?”.
Entonces nos fuimos a su casa, Simon y yo, y empezamos a maquinar, con “unas notas que sean como muy siniestras”. Simon me preguntó: “¿Le vas a meter voz?” y le dije: “¿Sabes lo que podemos hacer? Meter un texto al revés”. Fue así como escribimos en el estudio un texto e hicimos un poco eso, invocando un poco a eso, a lo Black Sabbath (risas) y esa leyenda que decían de ellos, buscando un poco ese rollo de hacer una rareza.
Y tengo que decir que fue genial, porque ese piano que nosotros grabamos en casa dijimos luego: “Vamos a intentar grabarlo bien”, es decir, grabarlo con un piano de verdad, un piano de cola. Y Jorge se encargó de hablar con un pianista, y se pusieron unos micros al piano, en un día donde además había tormenta. Y a partir de ahí, se le empieza a dar un rollo a la canción, que tú estabas hablando que la utilizaste para un corto, pero también significaba para nosotros mucho.
Creo que en una época la utilizábamos hasta de intro, para salir a los conciertos. Fue como un tema oculto y, a partir de ahí, Big Simon se incorpora en 'Reddo' y hace muchos arreglos, que ese disco sí pedía la parte más electrónica, y hasta se viene de gira con nosotros un año entero, con su cresta roja, tocando el teclado y los sintetizadores.
Realmente yo no sé, pero de esa canción oculta nadie te pregunta por ella y no surge, pero la tienes ahí. Y fíjate, por tiempo, me jode mucho, pero no ha podido ir dentro del vinilo. Porque realmente el vinilo tiene que tener cuarenta y cuatro minutos, si no pierde una calidad horrible, y si metíamos la canción nos cargábamos el disco. Así que dijimos que la canción oculta se queda sólo para la edición en CD y la digital”.
Uno de los momentos cumbres de Sôber fue el concierto que distéis en Festimad, que, aunque fue antes de 'Paradÿsso', os sirvió para que los grandes medios se empezaran afijar en Söber y la punta de lanza para que os fichara una multinacional. ¿Cómo recuerdas ese concierto? Porque todo partió de una suspensión del concierto de Limp Bizkit por cómo había quedado el escenario principal tras la lluvia, entonces el público se fue a veros a vosotros al otro escenario.
“Así fue. He de decir que decías bien. Fue un poco el trampolín donde te subes para ya intentar lanzarte hacia fuera. Entonces, ¿qué ocurre? Que lejos de ser algo negativo, pues se mascaba la tragedia dentro de las bambalinas del festival, pues claro, la suspensión del grupo cabeza de cartel podía traer disturbios y muchas historias: hubo retrasos, hubo una serie de cosas y bueno, llegó un momento en el que el público, lejos de venirse abajo dijo: “Pues un grupo español que lo hace tan bien como uno guiri, y que se sube al escenario y lo da todo, ¿por qué no vamos a creer en ellos?”. Y se fue todo el mundo para nuestro escenario.
No recuerdo exactamente el horario, pero inicialmente iba a ser sobre las ocho y media y de repente, pues claro, por los retrasos se fue moviendo a las diez de la noche el inicio de la actuación, quedando como el horario estrella del festival. Y he de decir que todo el mundo se vino con nosotros y empezó a fliparlo.
El público empezó a saltar, a vibrar… Bueno, hasta Antonio Bernardini rompió una guitarra contra el suelo de la emoción, como diciendo: “Hostias, es un momento aquí de que la gente le ha dado la vuelta a la emoción”, y lejos de estar con la ira y estar con ese mal rollo de la suspensión, descargó toda la adrenalina en nuestro concierto.
Al día siguiente todos los medios de comunicación, periódicos y demás, hablaban de que, a Limp Bizkit lo dejaban un poco como de lado, pero decían algo así como que “Sôber estaba a la altura de poder suplir a un grupo como Limp Bizkit, incluso los dejó a la altura del betún”; cosas así se oían. Y claro, eso nos dio un impulso y un revulsivo muy fuerte”.
¿Qué anécdotas y recuerdos tenéis de vuestro encuentro en aquellos años teloneando antes del pelotazo a grupos como HIM, o incluso cuando estuvisteis en Los Ángeles, donde llegasteis a compartir momentos con varios músicos internacionales?
“Anécdotas, muchas. Ya fue en uno de los siguientes Festimad, con el cantante de Disturbed, yo soy muy fan de Disturbed, porque me ha molado siempre el rollo de las melodías con mucha caña. Y ese día el cantante, David Draiman, se acercó a mí y me dijo: “Hostias, te acabo de ver en un vídeo en la MTV, estaba en el hotel, he puesto la tele y has aparecido”. Y fue él quien se acercó, cuando tendría que haber sido al revés.
Anécdotas como esa o, por ejemplo, cuando estuvimos teloneando en la Plaza de Toros de Móstoles a Deftones, donde nosotros, lejos de venirnos abajo, nos vinimos muy arriba. Y hay que decir que ahí hicimos un show muy potente. Llevábamos nuestros propios técnicos, pues Deftones no nos dejaron su mesa de sonido y compramos una que la tengo ahora mismo en el estudio, una mesa sólo de directo, porque no nos prestaban la suya, y claro, como que el telonero era ese grupo que abre ahí y no le hacen ni puto caso y dijimos: “¿Sí? Pues se van a cagar”.
Entonces montamos toda la parafernalia para hacer un show donde mucho público salió diciendo (y está feo que lo diga yo): “Tío, cuando tocasteis con Deftones, infinitamente mejor que Deftones, que fueron una puta mierda, no se entendía nada, el cantante no sé qué, vosotros sonasteis de la hostia”. Y dices: “Pues a lo mejor es que estábamos haciendo en ese momento algo bien”.
Siempre tenemos un poco ese rollo de que nos sentimos como más pequeños, porque parece que los guiris son más y es sólo un problema de actitud. Cuando tú vas con la misma actitud o mayor, directamente te los zampas”.
En la reedición del disco, aparte de los bonus tracks de demos, hay algunos temas en directo y también versiones en acústico. Recuerdo que Sôber siempre habéis hecho ese tipo de unplugged, sobre todo a nivel de promoción, pues os vi y cubrí un concierto promocional acústico de Murcia cuando regrabasteis 'Paradÿsso', por eso te quería preguntar, ¿estos temas en acústico son de la época o son regrabados ahora?
“No, son de la época. Está Albertito (NdR: Alberto Madrid, el batería original de la banda, fallecido en un accidente en 2006), que no hemos hablado de Alberto, pero yo creo que cuando esté viendo desde arriba la revisión estará diciendo: “Lo habéis hecho bien, está guay”, porque queríamos cuidar un poco, tanto por él como por sus familiares, el hacer algo que fuera muy digno y se pusiera en valor el trabajo que hicimos en su día, y creo que en ese sentido queda de manifiesto.
Entonces, siempre yo personalmente, soy el precursor de los acústicos porque, como compositor, las canciones siempre surgen desde ahí, desde una guitarra acústica, como muy “en estado puro”, como lo llamo ahora. Luego lo que hacemos ya es darle toda esa grandilocuencia y meterle muchas guitarras y muchas baterías. Pero las canciones realmente surgen de una melodía y de una guitarra acústica en el noventa y cinco por ciento de las veces.
Así que llevar esas canciones justo a lo contrario, a la esencia, a donde surge la emoción, creo que el público lo valora muy bien. Es una cosa como lo que viste tú en Murcia, creo que a la gente que le gusta una canción y de repente la hagas en acústico puede ser que le guste hasta más. Personalmente, ahora estoy haciendo algunos conciertos en solitario en acústico y a la gente le gusta mucho oír canciones antiguas en formato acústico, y a mí me encanta el poder llevarlas a ese sonido. Y ahí es cuando te das cuenta que una canción es grande, cuando te la puedes llevar hacia un lado o hacia otro y sigue teniendo esa personalidad”.
Háblame de esos conciertos en solitario que estás haciendo en acústico, creo que también con piano. Ese formato creo recordar que empezó a surgir en la pandemia, cuando comenzaste a realizar grabaciones en Youtube de algunos clásicos de Sôber a piano y voz.
“Sí, los conciertos son a piano, cello, guitarra y voz. Y así sucedió, fue muy anecdótico, porque justo cuando estábamos encerrados, pues claro, la mente la tienes a tope, y aparte de hacer alguna composición, yo esas canciones ya las tocaba ahí en casa; para divertirme, por pasar el rato. Y dije: “Pues esta tiene mucho rollo” y con mi compi, Carlos Clerencia, que lo conociste tú también, porque en esa gira acústica promocional de Sôber que hicimos tocaba el cello, le dije: “Hazme unos pianos para esta canción, va así”.
Me mandaba el piano, la cantaba, la subíamos a Youtube con unas imágenes, por tener contenido, y de repente veías cómo la gente se iba enganchando: “Pues esta es muy bonita”.
Y al final, haces una especie de medio repertorio y dices: “¿Por qué no las tocamos un día?" O me han llamado alguna vez para hacer una Masterclass y explicar un poco de dónde vienes y quién eres como productor, “pues vente y hacemos algo”.
Y así empezamos Carlitos y yo a hacer cositas y a la gente le encantó, y a nosotros también. Como es algo que está como en paralelo y son cosas diferentes, algunas canciones se tocan y hay otras que no. Ahora mismo acabo de editar el single “Lucha de gigantes”, que es de Antonio Vega, y es un homenaje más al cantautor que uno lleva dentro, no tanto quizás el rockero, pero sí el contar historias: cómo te sientes, narrar emociones a través de algo muy simple como puede ser una guitarra acústica o un cello”.
O sea, que tu idea es seguir compaginando este lado más intimista con Sôber. ¿Crees que se podrán editar en formato físico o en el resto de plataformas digitales esas primeras grabaciones que hiciste de versiones de Sôber? Porque sí vi que los Clubs de Fans, que están siempre ahí, han recopilado muchos de esos temas para poder hacerse cada fan un CD, diseñando incluso portadas y contraportadas, sin ánimo de lucro. Pero ahora es cuando tú le estás dando cancha y editando singles más a menudo en todas las plataformas digitales. Creo que estaría muy bien que esas versiones más intimistas de cortes como “La prisión del placer” o “Arrepentido”, que grabaste con Carlos Clerencia al piano, estuvieran disponibles en todas partes.
“Sí, puede ser, porque ahora tengo un concierto el día 21 de octubre en el Teatro Eslava y me estoy planteando mucho el poder grabarlo y poder tener ese recuerdo, y quizás editarlo.
Pero bueno, como bien dices tú, sin ánimo de lucro, sin ninguna pretensión más allá de disfrutarlo, porque yo tengo que decir que a nivel cantante o a nivel vocal, cuando estás haciendo un tipo de acústico, tienes mucho más margen, y como cantante estás en otra onda.
Con Sôber me lo paso increíble, con el rock y con el metal, es una cosa en la que llevo muchos años y me flipa, no lo cambiaría por nada del mundo. Pero esto me ha abierto también como cantante, como instrumentista, esa parte más interpretativa de las canciones, de una manera más pausada, sin claquetas.
No sé, como sin estructuras, porque hay veces que le doy dos vueltas al estribillo porque me apetece, porque estoy en ese momento. Es como darle rienda suelta al cantante que llevas dentro, no a la parte de tu hueco en la banda”.
Viendo lo bien que ha funcionado la reedición de ‘Paradÿsso’, ¿se prevé entonces tras este contacto con vuestra antigua discográfica que haya también una futura reedición de ‘Reddo’?
“No lo sé, la verdad. Es que no nos lo hemos planteado, porque sí que es cierto que ‘Paradÿsso’ fue un disco que llegó a vender más de cien mil copias, el álbum que supuso un cambio generacional para nosotros también. Veníamos de una compañía independiente a una multinacional y fue un cambio muy grande a nivel de lo que era el rock en España en ese momento. No sé si lo recuerdas, pero el rock estaba sonando en radios y en televisiones muy comerciales. Nosotros fuimos a Telecinco, a programas como “Crónicas Marcianas”, también a “Música Sí” en TVE-1, sonamos en "Los 40 Principales”, etc.”
Vamos a hacer una gira donde juntaremos otra vez a Sôber, Savia y Skizoo y, como colofón, vamos a regrabar y a reestructurar ese 'Torcidos', que lo vamos a llamar 'Retorcidos'
Lo que sí parece inmediato a corto plazo con Sôber es la regrabación del primer disco de la banda, cuando aún os llamabais Sôber Stoned, con el olvidado y denostado 'Torcidos'.
“Sí, eso es lo que empezamos el lunes a hacer” (risas).
Ah, o sea, que estáis ya en el estudio preparándolo todo.
“Eso es, porque ¿sabes qué pasa? Que yo tengo una espinita clavada desde hace muchos años, porque con ese disco tuvimos una estafa, nos consiguieron sacar un millón y medio de las antiguas pesetas que dimos como adelanto y nos grabaron en un fin de semana un disco de mierda, por así decirlo.
Porque 'Torcidos' es un disco al que no se le puso ningún cariño y que se grabó en un fin de semana en Alcorcón en una nave. Llevaron allí cuatro equipos para grabarnos y nos estafaron a unas diez bandas del país. Nos hablaban de Polygram, nos hablaban de tal, pues con 19 años te vienes arriba, tiras para adelante y firmas lo que quieras. ¿Y qué ocurre? Pues que ese disco al final la gente lo oye y tiene un sonido muy de maqueta, y realmente tiene canciones como para complementar un disco y siempre he tenido eso pendiente, porque hasta en directo no tocamos ninguna porque te sientes un poco avergonzado de que la gente lo oiga así.
Se grabó todo en primeras tomas, rápido, de muy mala manera, para lucre de tres personas que estaban justo ahí. Y tengo que decir que después, viendo que pasaba el tiempo y viendo que ese disco se iba quedando cada vez más obsoleto, se nos ocurrió la idea con el tour que tenemos preparado para el año que viene, que hacemos 30 años, pues nos juntamos en 1994.
Vamos a hacer una gira donde juntaremos otra vez a Sôber, Savia y Skizoo y, como colofón, vamos a regrabar y a reestructurar ese 'Torcidos', que lo vamos a llamar 'Retorcidos'. Le vamos a hacer una portada nueva y vamos a hacer que sea un disco de Sôber con dos cojones, porque ahora que tengo maquetadas las canciones y ves un poco el partido y la caña que tienen. Mucha gente se va a sorprender, porque está más cerca de 'Morfología' y de discos así, a nivel de riffs. Lo que pasa es que claro, iba tan rápido y lo hicimos tan rápido, que no se definió nada…”.
Claro, es como si hubierais grabado la demo en su día y ahora lo grabéis de verdad…
“Lo acabas de definir muy bien, porque es como ir un fin de semana a hacer una maqueta, como la que hicimos de 'Paradÿsso', donde vuelcas todo lo que tienes, y luego dices, ahora lo vamos a hacer bien, como hay que hacer un disco: poniéndole cariño.
Yo llevo tres meses haciendo las maquetas, porque hay cambios, por supuesto, dentro de las canciones, de como estaban antes a como están ahora, pero siempre manteniendo la esencia de la canción.
Es una historia que saldrá para el año que viene y que va a incluir además dos canciones nuevas también, una de las cuales será la banda sonora de un videojuego muy importante que desvelaremos para el año que viene.
Así que teníamos ahí un proyecto y dijimos, pues mira, como colofón del 30º aniversario y para celebrar ese cumpleaños, qué mejor regalo que regalarnos ese 'Retorcidos' y quitarnos esa parte oscura del grupo. Porque nosotros hemos tenido mucha suerte con la música, pero quizás ahí hicimos un poco el pardillo, nos la metieron y yo estuve pagando a autores hasta 'Synthesis' sin ver un duro.
Sufrimos una estafa, pero si todavía hubiéramos grabado un buen disco, pues mira, pero no fue el caso: los timbales no se grabaron, hubo que ir a otro estudio y regrabarlos y cosas así, porque fue una chapuza”.
"'Retorcidos' vendrá con esas dos canciones nuevas y en una cajita muy chula que vamos a sacar también: algo bastante cuidado, es como un capricho"
Ya que me hablas de esa gira aniversario, ¿se puede adelantar ya algo? Porque recuerdo que cubrí el concierto de Valencia en 2015 de ese tour, que además fue espectacular, con Skizoo y con Savia. ¿Va a tener una estructura similar o va a ser diferente?
“Diferentes, porque hemos hablado con algunos festivales y la verdad es que les apetece, pero claro, en festivales no puedes hacer shows de tres horas como hacíamos. Así que estamos condensando para hacer un show muy rápido para el oyente, para el que esté viéndolo, que estén pasando cosas todo el rato, en vez de hacer bloques muy significativos de Savia, o de repente Skizoo.
Vamos a hacer cosas que puedan tener muchísima dinámica y creo que el público lo va a disfrutar mucho, porque habrán pasado ya casi diez años desde que hicimos aquella gira. Porque nos retrasamos, tendríamos que haberla hecho en 2014, pero al final la hicimos en 2015, y este año dijimos: “Vamos a celebrar el cumpleaños cuando es”.
¿Y hay también planes de reedición, aprovechando esta gira, de los discos de Savia o Skizoo? Recuerdo que incluso Savia grabó un concierto final en DVD que nunca llegó a ser editado, y quizás sería una buena idea rescatarlo en algún tipo de recopilatorio, tal y como ha hecho Leo Jiménez en una reciente reedición de su proyecto 037 con un concierto de esta etapa. ¿Qué opinas?
“Bueno, yo en principio creo que no, porque esos discos están muy bien hechos, no hay por qué rehacerlos, otra cosa es que las compañías quieran hacer nuevas ediciones para lucrarse, pero de momento, como estamos con este aniversario de Sôber, no queremos mezclar tampoco mucho.
Puede ser que más adelante, y mis compañeros también, sea Skizoo o Savia, recuperemos algún material, como algunas canciones que tengo guardadas, que no se llegaron a grabar de la etapa de Savia, porque hay cositas. Pero de momento, para el año que viene, ya tenemos bastante con la reedición.
'Retorcidos' vendrá con esas dos canciones nuevas y en una cajita muy chula que vamos a sacar también: algo bastante cuidado, es como un capricho. Porque piensa que la parte física es ya como muy anecdótica y, por lo menos, ya que lo haces, hazlo bien, y haz un formato que mole y que te guste tener.
Porque al fin y al cabo mucha gente, y entre ellos yo, en los coches ya no puedes poner ni siquiera los CDs, así que al final, ya que sacar un casete es algo anecdótico, que por lo menos sea bonito. A lo mejor ni lo abro (risas), dejo el plástico puesto, lo tengo como recuerdo, porque luego para escucharlo casi todo el mundo tira ya de Spotify o plataformas similares”.
Escucha 'Paradÿsso (20º Aniversario)' en Spotify:
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Extensa entrevista hacia uno de nuestros mejores músicos como es Carlos Escobedo de los históricos SOBER hacia la nueva reedición de uno de sus mejores álbumes como es Paradysso celebrando su vigésimo aniversario. Ojala esta cojonuda entrevista salga para disfrutarla leyendomela en la futura nueva HEAVY ROCK del mes de Octubre. Se merecen la próxima portada de LA HEAVY los madrileños SOBER celebrando el vigésimo aniversario de el álbum que los hizo grandes en nuestro pais aunque mi favorito será siempre otra obra maestra como fue Morfologia.