Foto: Nacho Argañarás.

¿Cómo surgió el título de ‘Desde flores y entrañas’? Creo que esas mismas palabras aparecen en una canción, ¿no?

(Y) “Sí, respecto a lo de que aparezca en una estrofa, nos gusta mucho trazar pistas o rastros de cosas, a veces en el mismo disco, y otras en relación con otros trabajos. Es algo que hemos visto en grupos que nos molan y contribuimos de esta manera a crear un imaginario del grupo. El disco habla de interioridades, es una mirada un poco hacia dentro y a la gestión de golpes fuertes que puede venir pegando la vida y el paso del tiempo en nuestros cuerpos. Luego también este disco es un gran vaciado porque es mucho más largo de lo que solían ser otros álbumes. Está ahí esa idea de vaciar o darlo todo”.

Este es ya vuestro sexto larga duración. ¿Seguís algún tipo de evolución o simplemente soltáis lo que os sale en un momento determinado?

(P) “Bueno, es que en nuestra carrera han pasado cosas raras. Empezamos haciendo un tipo de garaje mirando más hacia EE UU, cantábamos en inglés incluso, pero luego pasamos de cuarteto a trío con ‘Un sentimiento importante’ y comenzamos a cantar en castellano. Fue como un giro casi impostado, como dos discografías del grupo, la primera parte y ahora estamos en esta segunda. Evolución claro que ha habido, pero más bien fue como un cisma o un gran giro”.

(A) “Quizás más que evolución, lo que nos preocupa es pulir las ideas. Tocamos un estilo de música, que puede ser más garajero o más pop, pero es un poco limitado. Nos gusta ir probando ideas e intentar hacerlo cada vez un poco mejor, tener mejores coros, grabar mejor o tener un estribillo más contundente… Es una evolución que a mucha gente le puede parecer mínima, pero creo que se nota mucho disco tras disco”.

Foto: Nacho Argañarás.

Parece que en este último trabajo ampliáis bastante el abanico en cuanto a géneros, ¿no?

(Y) “Al tener más temas das más opciones a probar nuevas ideas, hay temas que hemos grabado en cinta, en otros Pol ha tocado con dos bajos de tonalidades distintas, algo que nunca antes habíamos probado. Ha sido un aprendizaje que nos ha hecho adentrarnos más en el mundo de los arreglos para cerrar las canciones y dejarlas bien empaquetadas”.

Ya desde el primer tema “Las victorias y derrotas” habláis de los sinsabores de la vida. ¿Habéis acumulado muchos a estas alturas?

(P) (risas) “A nivel personal y de grupo, sí. Como te decía antes, hubo un momento en que nos dejó un guitarra, no es que se haya muerto, simplemente abandonó el grupo… (risas). Hubo luego un proyecto de gira por Estados Unidos, pero tuvimos un problema en la frontera y nos echaron… El disco anterior ‘Siento muerte’ lo sacamos en 2020 y justo nos confinaron… Este álbum estaba planeado grabarlo mucho antes, pero por un problema físico de uno de nosotros lo tuvimos que retrasar. La banda se ha acostumbrado a encajar estos golpes y a convivir con ellos, por eso surgen tantas canciones con ese mensaje de superar las cosas que al final te configuran como lo que eres”.

Justo me estaba acordando de “Se avecina una herida”, un tema sobre uno de esos días en los que no sale nada bien…

(Y) “Bueno, es un tema recurrente lo de levantarse, estar agotado, las noches largas… Tiene un punto autobiográfico, pero a veces también concebimos las canciones como situaciones o escenas que les suceden a personajes”.

(P) “También jugamos con exagerar todas estas ideas, pero no intentamos plasmar seriamente algo, utilizamos la hipérbole y la caricatura para reflejar ese sufrimiento de la vida o de sentirse aplastado”.

Y “No puedo más” evoca esos momentos de desesperación que siempre son complicados de gestionar, ¿no?

(P) “Sí, es un poco encontrarte en una situación que te supera y ver cómo gestionas esos sentimientos. Con este disco intentamos convivir con esas cosas malas que van pasando y así conseguir que esos moratones sean parte de ti y te definan, pero bueno, tampoco hacemos letras con un objetivo de  crítica social concreta, no es que digamos: “Venga, vamos a hacer un tema sobre cómo la juventud está apretada por el precio de los alquileres o el control en el trabajo”. No hablamos de nada directamente”.

Diría que vuestras letras son un poco como de autoayuda…

(Y) “Bueno, intentamos ayudarnos entre nosotros e imagino que eso se traslada (risas). Aunque hablemos de estar en la mierda, intentamos que todo tenga un punto de positividad, e incluso de ridículo. A veces te pones un poco duro en una letra, pero luego metes una frase como de levantar el puño”.

(A) “Realmente, el tema de autoayuda nos cuesta un poco, nos parece caricaturesco, pero sí que habría una cosa como de querer abrirse a la gente, como de derribar algunas fachadas y máscaras que a veces tenemos e intentar tirar hacia delante y reírnos nosotros mismos de algunas cosas que nos pasan. En definitiva, ser generosos e intentar ayudar un poco a los demás”.

(P) “De hecho, por eso hemos creado lo de “El club de los sentimientos”, que nos lo tomamos en serio, pero también tiene un punto de cachondeo. Hicimos un buzón para que la gente nos mandara sus dudas existenciales y encontrara un poco de apoyo emocional en algo. Hemos recibido mil mensajes, literal, ¿eh? Ahora seguramente serán muchos más. La peña nos preguntaba cosas, nos pedía consejo... En este sentido, lo de la autoayuda aquí está clavado, pero también es una excusa para formar una comunidad, para tener un contacto directo con los fans”.

¿Qué preocupaciones os han trasladado los seguidores?

(P) “Hay muchas cosas amorosas, como de pareja, ¿no?”

(Y) “Sí, cosas en plan: “Tengo el corazón roto. ¿Cómo puedo superarlo?””.

(A) “Luego también rollo: “No sé si hablar con él o ella. ¿Qué debo hacer? Estoy a punto de cagarla….””.

(P) “Todo eso combinado con: “¿Cuándo venís a Albacete? ¿Cuándo venís a Valencia?”” (risas).

(Y) “Y hay un pequeño porcentaje que nos dice: “No entiendo cómo funciona el club de los sentimientos…”” (risas).

¿Cómo abordáis las consultas de tipo sentimental?

(Y) “Bueno, pues con positividad. En la vida a veces pasan cosas que te superan, que no sabes gestionar o que no haces bien. Intentamos llevar todo al cachondeo. En la última newsletter puse algo en plan, hay que aceptar las cosas, a veces las personas no congeniamos, la convivencia es difícil…Mi recomendación fue no te duches, no te laves los dientes, quédate en casa escuchando canciones tristes hasta que no puedas soportar estar así y entonces te duchas y dices: “Bueno, me voy a salir por ahí a tomar algo”” (risas).

(P) “La gente manda las consultas consciente de la broma que puede suponer y nosotros respondemos en el mismo tono”.

Volviendo al disco, la canción de “Si piensas en mí” parece un homenaje a los ochenta, con las referencias a “Espacio vacío” de Séptimo Sello o al “Problemas no” de Diseño…

(Y) “Pues lo de Séptimo Sello justo lo pensé ayer cuando la volvimos a escuchar en la furgoneta y vi que realmente estaba lo de “Espacio vacío”. Llevamos ya un par de discos que nos han vinculado a los ochenta. Creo que incluso ayer veíamos un comentario que decía: “¡A mí me recuerda a Los Modelos!””.

(A) “Y lo de Diseño cien por cien sí. Es un tema que nos encanta, tenemos el single los tres. De hecho, el título es como un comentario que hacemos cuando alguien viene muy preocupado o está liándola mucho. Eh, problemas no” (risas).

(Y) “Íbamos a hacer una versión, pero un grupo madrileño, que además son muy colegas, Rata Negra, se nos adelantaron, y encima lo editaron, así que ya no lo podíamos hacer”.

¿Os pudo en ese momento la nostalgia?

(P) “En realidad, nunca hemos sido un grupo nostálgico, ni siquiera haciendo garaje miramos al revival ochentero, ni incluso al garaje original de los cincuenta o sesenta. Miramos al garaje que se hacía entonces por 2007 o así, y si nos acercábamos a algún tipo de revival, era por un ejercicio de estilo puntual”.

En “Diciendo que me quieres” aflora la mala leche en la onda de Los Punsetes…

(Y) “Gracias, porque es un grupo que nos flipa. En el anterior EP colaboramos con Ariadna y tener su voz en una canción fue una sensación increíble. Pero no sé, me ha descolocado un poco la comparación, porque la gente nos habla tanto de Los Brincos…”.

(P) “Bueno, la letra la puedes coger desde muchos sitios, y si puedes ver ironía o recelo, puedes encontrar mala leche. Nosotros lo vemos más desde el punto de vista sentimental o pasional”.

Tenéis ya la gira prácticamente organizada hasta bien entrado el 2024. Prometéis “magia” y “consultorio sentimental”. ¿Estaréis a la altura?

(A) “Hombre, no lo dudes…

(P) “Van a flipar con la magia” (risas).

(A) “¡Vente y lo verás!”.

Regresando a lo de “El club de los sentimientos”. ¿Hace falta más gente sensible hoy en día?

(P) “Bueno, ese es uno de los temas del disco también…”.

(A) “Yo creo que hace más falta que la gente hable sin ningún tipo de miedo o prejuicio. No sé si es por la edad o qué, pero nosotros tenemos claro que cada vez nos apetece hablar más de lo que nos pasa. La gente se está también acostumbrando a hablar más de lo que le pasa”.

¿Invitaríais a algún político a vuestro exclusivo club? Carles Puigdemont tal vez necesite hablar…

(P) “Realmente, no sabemos si está ya dentro del club…” (risas).

(A) “Bueno, habrá que montar una federación ahí en Waterloo, ¿no?

(Y) “De momento no nos ha escrito ningún político, pero si tiene alguna duda de tipo sentimental, intentaremos responderla, claro”.

(P) “Ayudaremos a Puchi si hace falta” (risas).

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Alfredo Villaescusa

Eclecticismo en vena. No hay nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los disparos.

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