Entrevistas |Einar Solberg

«Nunca he planeado reemplazar a Leprous, sino hacer algo distinto»

Por: Jason Cenador

Foto: Elena Sihida

Es uno de los más reconocidos y reconocibles personajes del rock progresivo de la actualidad, alma máter y vocalista de los imprescindibles Leprous y un creador que ha sabido como muy pocos sacar punta a las emociones humanas desde una música a veces compleja, otras profunda pero rodeada siempre por un aura de genialidad especial. Ahora, el noruego Einar Solberg ha decidido diversificar su carrera con '16', un primer disco bajo su propio nombre cuyas canciones ha compuesto codo a codo con músicos como Ihsahn (Emperor), Ager Mygind (Vola), Heidi Solberg (Star of Ash), Magnus Børmark (Gåte), Tóti Guðnason y Raphael Weinroth-Browne (chelista de Leprous). Jason Cenador tiene el enorme placer de volver a charlar con él, un tipo agradable, transparente y encantador.

¿Por qué decidiste que era el momento ideal para publicar tu primer disco en solitario y cuál fue la razón para titularlo simplemente ‘16’?

“No es que escogiera un momento en particular, sino que cuando todo lo del Covid pasó es cuando tenía intención de sacarlo. Después, de repente Leprous volvió a ocuparme mucho tiempo y lo dejé aparcado por un tiempo. La idea de hacer este disco surgió a finales de 2018, al regresar a casa después de un año repleto de conciertos. Me encontré en mi casa mirando mi agenda y no había nada programado para los siguientes meses, lo cual no me gustaba. Así que necesitaba ponerme con algún otro proyecto.

También me di cuenta de que había tocado toda mi vida en la misma banda, y casi todos los demás del grupo habían tenido otros proyectos diferentes, de modo que pensé que necesitaba aprender cosas de gente nueva y hacer algo nuevo, algo que sumase. Nunca he planeado reemplazar a Leprous o hacerlos de menos, sino que simplemente tenía el plan de hacer algo distinto y expandir mi carrera”.

¿Tenías un poco de celos de tus compañeros de banda por el hecho de que tuvieran otros proyectos además de Leprous?

“No, no (risas). Simplemente intenté hacer algo nuevo. Después de haber hecho lo mismo durante toda la vida, uno quiere tener algunas influencias nuevas, trabajar con gente nueva y pasarlo bien. Creo que esto va a ser fenomenal para Leprous, porque ahora me siento superinspirado al trabajar con nuevo material de Leprous. He variado, y es genial regresar después de haber estado trabajando con otras cosas”.

Foto: Elena Sihida

Cuando publicasteis ‘Pitfalls’ (2019) con Leprous, que confieso que es mi disco favorito de la banda, hubo quien dijo que ese álbum debió haber salido como un disco tuyo en solitario. ¿Te animó eso a desarrollar tu carrera en solitario?

“La verdad es que no, ya había decidido hacer un disco en solitario en aquel momento, antes de sacar ‘Pitfalls’. Como he dicho en muchas entrevistas, ‘The Congregation’ (2015) es más cercano a lo que sería un álbum mío en solitario que ‘Pitfalls’. Creo que hubo gente que tenía una perspectiva superficial por la cual, como las voces tenían un rol más prominente en ciertas canciones y las guitarras no eran tan fuertes y pesadas como en muchas otras bandas, automáticamente pensó que Einar estaba dictando que él tenía que tener tanto protagonismo como fuera posible, lo cual es cien por cien falso.

Yo he sido el principal compositor de Leprous desde hace eones, desde ‘Bilateral’ (2011) creo, y gradualmente he ido haciendo más y más, también porque ha habido cambios de miembros, entrada de nueva gente… ‘Pitfalls’ supuso un trabajo muy colaborativo a la hora de elaborar su sonido.

Yo compuse la mayoría de las canciones, pero, por ejemplo, en ‘The Congregation’ yo compuse casi todas las partes de guitarra, muchas partes de batería y mucho del resto de los instrumentos. En ‘Pitfalls’ lo que hice fue el esqueleto de las canciones, y el resto de los miembros pudieron añadir cosas sin que yo les dijera lo que tenían que tocar, sino haciéndolo por ellos mismos. Fue una manera de trabajar mucho más interesante.

El problema que tienen muchas bandas de rock hoy en día es que todos tocan siempre a la vez, y así es imposible crear una dinámica. Quizá es por eso que alguna gente percibió que había mucho protagonismo en las partes vocales en comparación con lo que acostumbran a escuchar en otras bandas de metal.  En mi opinión, es una forma muy superficial de verlo. En Leprous, todos estamos al cien por cien en la misma página musical”.

¿Cuáles dirías que son las principales diferencias en el proceso compositivo y en su estructura que las canciones comprendidas en ‘16’ tienen respecto a los últimos discos de Leprous?

“Este álbum en particular es muy especial, porque empezó como una colaboración compositiva. Siete de las once canciones son colaboraciones con otros compositores. Habitualmente, lo que hacía era mandar unas pautas al otro compositor con el que trabajaba para la canción y él hacía lo que quería con ello y me lo mandaba de vuelta, tras lo que yo también hacía todo lo que quería.

Nos lo íbamos mandando entre nosotros hasta que ambos estuviéramos satisfechos. Ese fue el concepto musical con el que se empezó a trabajar en este disco, el de unificar en las canciones dos fuertes personalidades musicales y ver qué punto nos podíamos encontrar. Después, terminé componiendo unas pocas canciones más completamente en solitario”.

Así que el disco no es tan en solitario, sino que es verdaderamente colaborativo.

“Sí, así es, pero sale bajo mi nombre, y siempre iba a ser así, dado que es mi proyecto en cualquier caso. Soy yo quien lo inicié y junté todas las piezas. La próxima vez, seguramente lo componga yo todo. Está bajo mi nombre, pero hay muchas personas implicadas. Es habitual tener colaboraciones en la escena del rock, pero lo más habitual es que sea un vocalista o un guitarrista invitado, un músico invitado. Pero no es tan habitual que haya compositores invitados. Así que eso es básicamente lo que quería llevar a cabo con este álbum”.

Canciones como “Where All the Twigs Broke” muestran que sigues muy metido en terrenos del progresivo en este disco, eludiendo limitaciones y dejando volar tu imaginación sin necesidad de seguir ningún canon. ¿Esa es la forma en la que siempre compones música?

“Sí, sí, y más aún al componer este disco, porque nadie esperaba nada de él, nadie sabía que iba a publicarse este álbum hasta hace bien poco. En ese sentido, había mucha libertad y podía hacer exactamente lo que quería. Para mí, el progresivo es el condimento que uso cuando empiezo a cansarme de algo. “Where All the Twigs Broke” estaba concebida como una canción solo con un piano solemne y voz, pero de repente se volvió diferente (risas). Ya la hemos tocado en directo, y fue muy épico tocarla, muy divertido. También me he dado cuenta de que este disco es muy cinemático, tal vez más que Leprous”.

“Crecí escuchando hip-hop cuando era adolescente, y siempre he querido adentrarme en ello”

Una de las canciones que mejor demuestran que te has dejado llevar por completo es ‘Home’, con ese carácter jazzístico que evoca a Nueva Orleans y en la que de repente aparece un rapero que se marca una larga estrofa. Cuando yo la escuché, me quedé como: ¿Qué es eso?

“Esa canción cuenta con la colaboración de Ben Levin, un amigo norteamericano que tocaba en una banda llamada Bent Knee y que ahora tiene una carrera en solitario en la que prácticamente todo tiene cabida. De hecho, él es uno de los músicos con los que toco en directo ahora, el guitarrista, y también hace esta parte rapeada y coros.

Es un músico fantástico. Él y yo somos muy diferentes musicalmente hablando, pero también es verdad que yo crecí escuchando sobre todo hip hop cuando era adolescente, y siempre he querido adentrarme en ello en algún momento.

No me voy a volver rapero, no tengo experiencia ni el flow para ser un buen rapero. Una vez compusimos esa canción juntos, simplemente pensé que Ben podía reapearse algo. Él ha rapeado en varios de sus proyectos, así que simplemente se puso a ello. Fue gracioso tocar una canción así en un festival progresivo en Países Bajos, el Prognosis, y a la gente le encantó (risas)”.

¿La complejidad es, para ti, una herramienta para incrementar la expresividad de la música?

“Creo que la complejidad por sí sola no sirve para nada, como pasa con cualquier otro ingrediente por sí solo. Pero si la utilizas en la buena dirección, puede ser realmente buena. Pasa con todos los ingredientes que tienes a tu disposición, puedes juntarlos de buena manera o no. Para mí la complejidad es algo que no hago a propósito, no digo: “Oh, voy a hacer esto complejo”.

Siempre que hago algo que es complejo, es más para hacer algo que sea un poco aleatorio e impredecible, para así crear un poco de caos. Así es como yo lo veo. En general, no me gusta la música instrumentalista en general; me gusta la música instrumental, pero no la música instrumentalista,  esa que va de exhibir tus habilidades. Es algo que no aprecio, es como si fuera un deporte para mí”.

Foto: Elena Sihida

Es como el arte versus el deporte, ¿no?

Exacto, y las emociones versus simplemente estar impresionado. Yo no escucho música para impresionarme, sino para sentir algo. La complejidad, para mí, es solamente una de las muchas cosas que puedo usar. Hay dos canciones complejas en este disco, una es “Where All the Twigs Broke” y la otra es la última, “The Glass Is Empty”. En los ensayos, creo que empleamos más tiempo en estas dos canciones que en todas las demás juntas (risas).

¿Qué clase de emociones te marcaron más a la hora de escribir estas letras?

“La cuestión es que estas letras hablan más del pasado que del presente. Creo que, de todas las veces que he compuesto un álbum, esta ha sido probablemente la vez que mejor me encontraba mentalmente. Y lo cierto es que compongo mejor  cuando estoy bien que cuando me siento mal.

Algunos artistas dicen que componen mejor cuando están en un momento oscuro, y yo no lo entiendo. Entiendo que eso pueda ser de inspiración una vez te has vuelto a poner en pie, pero cuando estás en una depresión no entiendo cómo alguien puede tener la eficacia para hacer algo bien. La única canción de este disco que trata sobre la depresión es la primera, “16”, que va sobre mí sentado y reflexionando sobre cómo las cosas se han convertido en lo que se han convertido.

Antes me preguntabas sobre el significado de “16”. Cuando tenías dieciséis años, fue la primera vez que empecé a experimentar cosas importantes en mi vida que eran muy malas. Algunas de ellas eran buenas también. No voy a entrar en detalles, pero no es algo de lo que me guste hablar. Ya lo hice en una entrevista, así que todo el mundo puede recurrir a ella para saberlo. No es cómodo hablar de eso cien veces seguidas. Pasaron muchas cosas desde que tenía dieciséis años hasta los diecinueve, y de eso va este disco. Cada canción versa sobre una cosa específica que pasó, ya sea buena o mala.

Fue la época con los momentos que más definieron mi vida, tanto buenos como malos.  No va necesariamente sobre emociones actuales, pero cuando cantaba las canciones en el estudio, realmente podía volver atrás y sentir algunas de esas emociones que he estado guardándome dentro y que afloran hasta que no cantas sobre ellas, que es como abrir un libro para poder cerrar ese capítulo por fin”.

Recuerdo que ‘Pitfalls’ giraba mucho en torno a una etapa de depresión, y en aquel momento, esa tristeza te resultó muy inspiradora.

“No en ese momento, sino después, porque después de eso tienes mucho sobre lo que escribir. Al menos yo, cuando estoy en mis momentos más bajos no puedo hacer nada, ni componer ni hacer nada útil. Pero cuando me recupero y entro en un periodo más normal, sí que puedo escribir sobre cómo me sentía cuando estaba en mi peor momento. En ese sentido, ‘Pitfalls’ y también parte de ‘Aphelion’ (2021) se basan en un periodo duro, pero yo sigo pudiendo escribir sobre cosas tristes y melancólicas incluso aunque no esté en ese estado mental en ese preciso momento”.

Me pregunto si, dado que en este proyecto has expuesto tu lado más íntimo, eso llevará a que en las próximas composiciones de Leprous vuelques tu faceta más enérgica.

“No pienso en la música de esa manera porque no la planeo. Puedo planear algunas cosas, como por ejemplo hemos planeado que el próximo álbum de Leprous esté más enfocado en todos los instrumentos que tenemos en la banda fija, tal vez con menos aportes de cuerdas. Hemos hecho mucho material orquestal últimamente, así que podría estar guay explorar algo diferente, si bien es algo sobre lo que simplemente hemos hablado, no sabemos todavía sí va a ser exactamente así. Cuando compongo una canción, no lo hago con el propósito de que sea más potente o más tranquila, simplemente me dejo llevar y sale lo que sale. Si resulta enérgica, pues genial, siempre y cuando sea lo que la canción necesita.

Lo que sí queremos es redefinir nuestro sonido y no volver atrás a cualquier cosa que hayamos hecho con anterioridad, ya sea ‘Pitfalls’, ‘The Congregation’, ‘Bilateral’… ninguno. Queremos hacer algo diferente, algo nuevo. Y me he dado cuenta de que los fans de Leprous esperan eso de nosotros. Antes, les defraudaba si sacábamos algo diferente a lo anterior, pero ahora les decepciona que no lo hagamos. Con ‘Aphelion’, dimos el paso más pequeño que hemos dado entre un disco y otro, y eso fue por razones obvias, porque no pudimos terminar el ciclo de ‘Pitfalls’ antes de que fuera tiempo de hacer un nuevo disco a causa del Covid.

Para nosotros es importante que un álbum represente dónde estás en ese preciso momento. Si el próximo será más enérgico, más calmado, más pomposo o más seco lo sabremos cuando empecemos a componer como es debido. En este punto, solo hemos esbozado algunas pequeñas cosas. Hemos estado muy ocupados con los conciertos, pero en adelante tendremos más tiempo”.

¿Cuáles son tus planes más inmediatos de futuro tanto en el marco de tu carrera en solitario como con Leprous?

“Lo próximo es hacer algo nuevo con Leprous, pero quiero que ambos proyectos coexistan, porque siento que necesito algo de variedad. Leprous ha ido brutal durante muchos años de gira y eso ha sido incluso demasiado para algunos miembros de la banda, así que creo que va a beneficiar a Leprous que seamos más selectivos con lo que hagamos. Vamos a seguir girando mucho, pero tal vez, en vez de hacer ciento veinte conciertos por año, podemos hacer setenta”.

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Jason Cenador
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Esta entrada fue escrita por Jason Cenador

1 comentario

  • Juandie dice:

    Para ser sincero no me han gustao na estos tres temas. Prefiero a este vocalista con la buena música de los noruegos LEPROUS.

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