Entrevistas |Caroline Spence
«Prefiero no fijarme en ningún género en concreto»
Por: Alfredo Villaescusa
El ritmo incesante al que nos somete nuestra rutina diaria en ocasiones hace complicado apreciar propuestas que requieren dedicar tiempo con mayúsculas. Sentarse en un sofá o sillón cómodo y entregarse a ese placer casi prohibido en la actualidad de escuchar un disco con atención. Encontrar ese momento de sosiego necesario en la existencia es lo que propone Caroline Spence en ‘True North’, el último trabajo con guiños a la poesía y a la naturaleza de una cantautora con cada vez mayor relevancia en la escena alternativa. Desde un lugar tan bullicioso como un aeropuerto la artista afincada en Nashville atiende a Alfredo Villaescusa.
¿De dónde surgió el título de ‘True North’? (ndr: auténtico norte)
“Hace referencia a ese momento revelador en el que decidí cuál sería mi propósito como artista. He recibido ofertas para enfocar mi trabajo de otra manera, pero prefiero seguir mi propio camino”.
¿Ha habido algún tipo de evolución entre este álbum y el anterior ‘Mint Condition’?
“Bueno, en realidad no creo que las canciones sean muy diferentes entre uno y otro, pero me parece que en esta ocasión hemos ampliado mucho más el abanico a nivel sonoro. Intentamos no centrarnos en un género en concreto y pienso que eso se nota también en la producción. Diría que me he abierto más que nunca como artista”.
Hablando del disco, ¿es “Mary Oliver” un homenaje a la poeta estadounidense del mismo nombre?
“Sí, de hecho ese era el nombre que tenía la canción en un inicio cuando no sabía cómo titularla. He leído también sus poemas, que son bastante espirituales, casi son como textos religiosos”.
En “Clean Getaway” quizás se aprecie más que en ningún otro tema el alejamiento del country tradicional por su combinación de antiguos y nuevos elementos…
“En efecto, esa era la dirección que quería seguir a nivel sonoro. Tenemos por una parte ese aire fresco, contemporáneo, pero también otras cosas que pueden recordar a la música de los noventa”.
¿Qué te parece la etiqueta de country alternativo con la que se suele asociar tu música?
“En ese aspecto estoy muy segura de mí misma, porque no considero que haga para nada country, lo de alternativo ya me suena mejor… (risas). Supongo que el tono de mi voz podría encajar en el country, y también he aprendido a componer canciones en ese estilo, por lo que es probable que haya algo de todo eso en mis temas. No obstante, a la hora de componer, prefiero no fijarme en ningún género en concreto. La verdad es que muchos de mis artistas favoritos son de country, pero intento que eso no me condicione demasiado”.
La naturaleza cobra un papel vital en este lanzamiento en piezas como “Blue Sky Rain”…
“Exacto, aunque en esa canción tenemos una metáfora. Hablo de un lugar intermedio en el que no se trata de un día caluroso perfecto, pero tampoco de una tormenta, un punto en la mitad que quizás posee ambas cosas. Me pareció un tema muy interesante sobre el que escribir y creo que adoptando la imagen a la que hace referencia el título podía llegar a más gente”.
¿“Icarus” hace referencia a la mitología clásica o en realidad hablas de otra cosa?
“Sí, pero al igual que en el caso anterior se utiliza a modo de metáfora para darle un nuevo significado. Me refiero a esos momentos en los que te da por explorar, probar nuevas cosas y entonces te das cuenta de que tal vez has volado demasiado alto y cerca del sol, como le sucedió a Ícaro”.
Tus composiciones parecen sencillas, pero se nota que existe cierto trabajo detrás…
“Sí, procuro tomarme mi tiempo para asegurarme de que cada palabra empleada está en el lugar adecuado, por lo que lo mismo me salen canciones de inmediato que espero lo que sea necesario hasta que adquieran la forma definitiva. No me importa dedicar horas hasta conseguir que un tema sea directo, conciso y emocionante, eso es lo más importante para mí”.
Nashville es una capital importante en lo que respecta al mundillo musical, ¿te ha influenciado eso de alguna manera?
“Totalmente. Me siento además muy involucrada con la comunidad de artistas asociada a la ciudad de la que formo parte, no solo en términos de inspiración y demás, sino también desde una perspectiva emocional y afectiva. Todo eso te hace sentirte querido, hay buena gente, me encanta vivir en Nashville”.
Creo que naciste en Virginia, ¿por qué te mudaste?
“Así es, pero llevo en Nashville desde 2011. La verdad es que no me mudé por un motivo concreto, porque ni siquiera sabía lo que quería hacer con mi vida, pero supuse que estaría bien estar allí mientras lo descubría” (risas).
Te han comparado con la cantautora Emmylou Harris, ¿cómo te lo tomas?
“No creo que sea cierto, es una de mis artistas favoritas, y soy lo suficientemente humilde como para no imaginar que alguien me haya podido comparar con ella. Lo cierto es que trabajé con ella en el disco anterior y fue muy amable por haber dedicado parte de su tiempo a mis canciones. Creo que tuve bastante suerte en ese aspecto porque cuando compuse esa pieza en la que colabora ella siempre desee que algún día la cantara. Fue como un sueño hecho realidad”.
¿Qué planes de gira tienes en estos momentos?
“Pues he estado por Estados Unidos, así como por Reino Unido o Escandinavia. Espero algún día poder tocar en España, me encantaría ir allí porque nunca he estado. Me parece que hubo algunos shows cerrados para 2020, pero lamentablemente se tuvieron que cancelar. Me gustaría ir, aunque solo fuera de visita, no me hace falta tocar” (risas).
¿Cuentas con banda para los conciertos o te lo montas por tu cuenta?
“Depende, porque suelo hacer ambos tipos de espectáculos. Normalmente cuando se trata de un festival suelo acudir con grupo al completo, ya que de lo contrario es complicado que se te escuche”.
¿Te agrada el término de cantautora o prefieres considerarte una artista en general?
“Diría que soy más cantautora que otra cosa porque la verdad es que me encanta el trabajo de componer canciones, por eso lo pongo por encima de otros aspectos”.
¿Recuerdas cómo empezaste a componer?
“He estado vinculada al mundo de la música desde que era una niña, ya sea yendo a conciertos o cantando en algún coro. A los 14 comencé a componer canciones y a actuar en algunos sitios de Virginia. Una amiga tenía un concierto y me propuso ser su telonera, esa fue la primera ocasión en la que pude cantar canciones escritas por mí. Creo que a partir de entonces no dejé de soñar en repetir aquello. Ese fue el comienzo de todo, sí. Estaba nerviosa, por supuesto, pero me acuerdo que fue más que nada divertido, me pareció muy interesante la emoción que se sentía. Conseguí muchos más conciertos después de aquello, así que supongo que no lo debí de hacer tan mal” (risas).
Creo que tenías a la venta una camiseta con las palabras “Sad Songs, Happy People”… (ndr: canciones tristes, gente alegre)
“Sí, es cierto. Sé que mi música a veces puede tornarse demasiado intensa, pero yo en realidad soy una persona alegre que se toma las cosas con tranquilidad y que entre canción y canción no duda en hacer bromas. Precisamente, creo que gracias a componer ese tipo de temas soy más feliz, los que estén acostumbrados a escuchar esa clase de música, seguramente lo entenderán”.
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