Entrevistas |Alejandro Hervás (Blacktown Band)

«Estamos más cerca de Uriah Heep que de Pink Floyd, pero encontrarás temas que evocan a los de Gilmour»

Por: Alfredo Villaescusa

La visión más potente y actual de los sonidos clásicos del rock es la que caracteriza a Blacktown Band, formación madrileña que nos presenta el álbum 'Moonmaker', el segundo trabajo que llega firmado por Alejandro Hervás al bajo, Esteban Rabadán a las teclas y Nina Agudo como vocalista, núcleo al que se unen Marcus Tautz (guitarra) y Glenn Welman (batería). Alfredo Villaescusa es el encargado de indagar junto al bajista en esta nueva etapa.

¿De dónde surge el título de ‘Moonmaker’?

"El título del álbum siempre lo elegimos al finalizar la grabación. Cuando recogimos ideas para el nombre del disco, estábamos todos de acuerdo en que 'Moonmaker' es un gran título, que da mucho juego para la portada, además de que tiene una historia detrás.

A parte de todo esto, la canción "Moonmaker", la de mayor duración, tiene en un solo tema todos los elementos que puedes encontrar en Blacktown: riff poderoso, pasajes de improvisación y partes rápidas con solos de guitarra y hammond, además de acabar con la pedazo de voz de Nina bien arriba".

Creo que en este último disco habéis apostado más por los sonidos clásicos, diría incluso que es más Led Zeppelin que Pink Floyd. ¿Compartís dicha apreciación?

"Estas en lo cierto. Si bien estamos encantados de cómo quedó nuestro primer disco, 'I' (One), para este segundo queríamos dar un poco más de pegada, temas más directos, dar importancia mayor al hammond, que Nina se luciese más, que el bajo tuviera una distorsión potente…

El resultado de todo esto, sumado al estilo del primero evoca bandas más rockeras de los setenta. Estamos más cerca de Uriah Heep que de Pink Floyd, pero aún así puedes encontrar temas como "Mother", que evocan mucho a los chicos de David Gilmour".

“Drive”, por ejemplo, pegaría bastante para abrir los conciertos. ¿Lo habíais pensado?

"Desde luego, es una de las opciones. Para mí los conciertos deben empezar con una buena dosis de potencia, y "Drive", desde luego, la tiene. Además, la parte central da mucho juego, con combinaciones de solos entre teclado y guitarra.

Es uno de los temas que más me gusta el resultado final. Todavía sigo tarareando el estribillo de vez en cuando. Es una canción que inicialmente fue pensada para abrir el disco. Yo tenía el riff y me recordaba mucho a algún tema de Rainbow, y Markus cogió el tema y lo llevó a un terreno mucho más actual. Desde luego, resume muy bien el sonido de Blactown".

En “My Medicine”, por ejemplo, el Hammond cobra mayor protagonismo y hasta podría recordar a Sex Museum. ¿Es uno de vuestros referentes?

"Si bien sí que tengo alguno de sus discos y les he llegado a ver en directo, no diría que sean referentes. El tema es que creo que ambas bandas tenemos influencias y direcciones muy parecidas. "My Medicine" es un tema compuesto hace unos cuantos años, que quedó un poco en el trastero, pero cuando Esteban la escuchó y se puso a tocar por encima con el hammond le dio una dimensión completamente nueva, y es ahí cuando lo retomamos.

Fíjate, es un tema conducido por el hammond en los riffs y el bajo le da la melodía en los puentes. Dentro de ser un tema que no inventa la pólvora, siempre nos gusta jugar y cambiar un poco los estándares".

Hablando de influencias, ¿han cambiado de cara a este último trabajo?

"No tanto y sí a la vez. Te diría que, aunque todos  tenemos en mente los grandes de los 70, te confirmo que no son los discos que más escuchamos, más bien bandas actuales, que tienen ese sonido pero que aportan algo más actual.

Te hablo sobre todo de Von Hertzen Brothers, que son una influencia clarísima, o Band of Spice, Rival Sons y por supuesto The Tea Party. En fin, es una pena que, con la cantidad y calidad de bandas actuales que existen hoy en día, se les dé tan poca cabida en el panorama. Bandas nacionales como King Sapo también son grandes influencias".

La espectacular voz de Nina sigue siendo uno de los grandes activos del grupo. ¿Condiciona esto a la hora de componer o sois más de improvisar en ese sentido?

"Condicionar no sé si es la palabra, pero sí que obviamente piensas en las herramientas que tienes cuando vas a componer. La voz de Nina es clave en la banda, es poderosa, melódica, pero a la vez es dulce y cercana. Lo tiene todo para ser el punto diferenciador.

Cuando compones un tema como "Moonmaker" y escuchas el resultado final, donde Nina expone todos sus registros, de principio a fin ves la evolución y las características de su voz. Desde luego es lo primero que le llama la atención a la gente, ¡y además es buena persona! (Risas)"

¿Tenéis fechas de directo a la vista?

"Hemos tenido alguna dificultad durante este año para poder salir a la carretera, pero para el año que viene estamos empezando a organizarnos de la mano de Lady Stone Music, para hacer una pequeña gira por la península y quizá, quién sabe, meter la cabeza en algún festival. Estad atentos, que iremos contando próximamente actualizaciones sobre los directos".

Aparecéis en el álbum homenaje ‘The Many Faces of Pink Floyd’. No creo que muchas bandas estatales puedan presumir de eso. ¿Cómo se gestó exactamente?

"La relación que tengo con Versailles Records es larga. Con una banda anterior, Quatermoc, aparecimos en cuatro discos de versiones: Whitesnake, Alice Cooper, Metallica y Deep Purple. Cuando la banda se disolvió y comencé con Blacktown Band, les presente una muestra de lo que podíamos hacer y les gustó mucho, así que nos incluyeron en el disco de Pink Floyd.

Hay que decir que la colaboración continua, y este mismo año hemos grabado dos versiones para próximos discos de Rush y los Stones. Seguramente en las próximas semanas haremos un anuncio, porque también las publicaremos por nuestra cuenta en todas las plataformas".

¿Qué hay acerca del nombre del grupo? ¿“Blacktown” hace referencia a Madrid?

"Así es. Todos en ese momento vivíamos en el centro de Madrid, y aunque todos queremos a nuestra ciudad, lo cierto es que no deja de ser un pozo de contaminación y ruido, así que somos la banda de la ciudad negra porque la hemos respirado y vivido mucho.

El término “band” lo añadimos por motivos como que es más sencillo de identificarnos en las redes. Más tarde hemos descubierto que existe en Australia una ciudad que se llama Blacktown, ¡así que espero que nos paguen un buen viaje para tocar allí! (Risas)"

Escucha 'Moonmaker' en Spotify:

Redacción
Etiquetas: , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *