Entrevistas |Anna Dobon y Sevi Guilles (Annacrusa)

«Diseñar el espectáculo marca mucho la diferencia, el poder de la música llega»

Por: Borja Díaz

Si piensas que es difícil que un grupo te impresione, dale una escucha al segundo trabajo de Annacrusa, ‘La espina’. Sonido personal, con aroma a grunge pero muy permeable a otros estilos, con letras que se te agarran a la cabeza y alguna que otra sorpresa que los saca de lo convencional. Borja Díaz lo ha comprobado de primera mano en esta entrevista a Anna Dobon (voz y sintetizadores) y Sevi Guilles (guitarra).

A diferencia de vuestro debut, en este el sonido es más compacto, más completo. ¿Es fruto de la experiencia o fue algo buscado?

(S) “Es un sonido que buscamos a propósito. No es que no nos gustara el sonido de nuestro primer disco, sino que simplemente queríamos reflejar lo más fiel posible como sonamos, saliéndonos de las producciones milimetradas que tanto se llevan ahora. Creemos que es algo importante, y que eso te hace crecer como músico”.

No hay dos canciones iguales en ‘La espina’, llenas de matices y todas diferentes. ¿Cómo encaráis la composición de los temas?

(S) “La mayoría de las composiciones nacen con una simple guitarra acústica y una voz, a veces piano. A partir de ahí se dirige el resto de instrumentos y la idea final. Esto hace que la canción tenga una base muy sólida y sea adaptable a varios terrenos”.

Las letras son otro de los puntos fuertes, sin duda invitando a la reflexión. ¿De qué habláis en vuestras canciones?

(S) “Son letras muy personales, pero dan margen a que cualquiera pueda extrapolarlas al sentido que más le convenga al escucharla. Para nosotros es la parte más importante de la canción, y es la que va a dictar si una canción tendrá una base musical intensa, suave, progresiva o experimental”.

(A) “Por matizar, letras personales en el sentido del punto de vista de la vida de quien escribe la letra, pero la fuente de inspiración es la realidad, aquello que vivimos y también aquello que nos toca vivir. Damos nuestra visión de todo esto a través de las letras”.

Con un sonido tan personal y unas letras con tanto peso en la canción, ¿cómo se consigue el equilibrio entre ambas partes?

(S) “Es algo que sale de forma natural, solemos dividir el temario enlazando subidas y bajadas a la hora de crear los setlists. Esto hace que el oyente esté atento a cada momento y cambie su percepción en los conciertos llevándose así una gran cantidad de sensaciones diferentes. Esto también hace que nuestro público sea tan variado”.

El ritmo que tiene “Destino” no es para nada habitual. ¿Qué podéis decirnos de él?

(S) "(Risas) Esta pregunta creo que mejor la conteste Anna, pero puedo decir que es algo así como “El orden del caos””.

(A) “Qué decir de la gran lección de humildad que me dio esta canción… Sevi compuso un ritmo “no orgánico”, lo llamo así porque no tiene una base par. Esto no es nada extraño, ya en el anterior disco se escuchan tiempos no comerciales, pero me costó mucho sacar una melodía de voz que fuera fácil de tararear en “Destino”, mi cerebro estaba constantemente inseguro buscando el golpe fuerte.

Hubo peleas, (más risas) y tuve una pequeña crisis como músico. Pensaba que si a mí me costaba de aprender, al oyente también le costaría y eso no interesaba. Todo quedó en una anécdota. El “Destino” me llevó a interiorizar este ritmo frenético (aún más risas)”.

Algo similar ocurre en “Mal de muchos”, donde aparece una parte de rap, pero la base que le metéis no es la que suele acompañar a este estilo. ¿Por qué?

(S) “Sí. Como he dicho en una pregunta anterior las letras en nuestras canciones son las que dictan el curso final del tema. Fusionar un rapeado encima de una base atípica para mí ha sido poner la guinda en “Mal de muchos””.

(A) “Conceptualmente esta canción es un amalgama, porque el mal de muchos contiene muchas vertientes: lo general, las consecuencias de la pandemia; lo individual: quién eres dentro de ese rebaño; la información:¿tienes criterio para absorberla?; La reflexión: una voz poética pensando en voz alta sobre todas estas cosas, y el clímax final, donde todos estos pensamientos explotan con la última frase del rap: “Simpatizantes de corrientes, comunican normas, se conforman porque el conformismo nunca juega en contra””.

En “Cartas desde el asilo” os lleváis a vuestro terreno esta versión de Reincidentes. ¿Por qué la elegisteis? ¿Cómo surgió contar con Fernando Madina?

(S) “Es una adaptación que personalmente quería hacer ya tiempo atrás. Desde que escuché esa canción en mis principios como músico me impactó la fuerza que tiene el tema, sobre todo por el peso emocional de la letra. Nos venía como anillo al dedo y creo que el resultado es genial. La colaboración de Fer fue cosa de ilusión personal el poder contar con un músico tan ilustre”.

(A) “Un sueño de adolescencia hecho realidad”.

A la hora de llevar las canciones al directo, ¿cómo lo hacéis para transportar el ambiente que tienen en el estudio?

(S) “Es una cosa que trabajamos mucho. Está claro que el directo es otro rollo y hay que aprovecharlo. Por eso es algo que juega a nuestro favor. Somos personas que disfrutamos mucho tocando y eso se nos ve enseguida.

Nuestra forma de actuar termina de completar el aura que necesita cada canción. Como he dicho antes, intentamos jugar con la atención del público. No tenemos ningún problema en tocar en cualquier ámbito ya que nuestra música abarca muchos matices”.

(A) “Me fijo mucho en lo que ofrecen las bandas en directo, no solo a nivel musical, sino como show. Me parece muy importante la dinámica y cómo conduces al público por un viaje de sensaciones. Diseñar el espectáculo, no solo pensando en un setlist marca mucho la diferencia. Al final del concierto siempre aparece gente emocionada que necesita contártelo. El poder de la música llega".

Hace unos días, Anna presentó el libro ‘El dolor de la lucidez’, de José Luis Victoria, con un acústico posterior. ¿Qué conexión hay?

(S) “Yo nunca había tocado para una presentación de disco y creo que se tendría que hacer más a menudo”.

(A) “José Luis es un seguidor de la banda desde el principio. Contactó conmigo sin yo conocerlo a través de un buen amigo. La propuesta me gustó. Leí el libro y en cada página estaba más convencida de la sincronía que había en ellas y todo el universo de Annacrusa. Me recordaba a canciones nuestras y a pensamientos que había apuntado para futuras canciones.

Es como si cogieras la canción “Simulación” y “Mal de muchos” y las convirtieras en un thriller. José Luis tiene un universo muy interesante. Ha sido músico y siente mucho amor por el mundo del metal, así que no me extraña que buscara a alguien relacionado con su manera de ver la vida para esta presentación. ¡Fue muy bien, por cierto!”.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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