Cuando AC/DC y Metallica conquistaron Barcelona en un festival irrepetible

Acostumbrados a las cifras mastodónticas que se manejan en los festivales veraniegos, quizás decir que 45.000 personas se juntaron en 1991 en el estadio olímpico de Montjuic (Barcelona) para ver a AC/DC, Metallica, Tesla y Legion suene a poco. No perdamos la perspectiva del tiempo, pues en aquella época se trataba de una marca bastante considerable en un país que empezaba a despegar en lo que respecta a grandes eventos internacionales.

Según relataba El País, numerosos autobuses llegados de todos los puntos de España se hacían notar con pancartas y banderas, lo habitual en circunstancias similares. Lo que ya no resultaba tan normal era una pancarta que llevaba la delegación madrileña en la que se criticaba al alcalde de la capital por no haber podido disfrutar de un concierto semejante en Madrid. Algo completamente impensable hoy en día, teniendo en cuenta el acercamiento populista de muchos políticos al rock con el mero objetivo de recaudar votos para su causa.

Antes de que el recital comenzara, los aficionados pudieron matar el tiempo con las imágenes de competiciones deportivas que se proyectaban por las pantallas del estadio. No se optó por el fútbol o por un deporte de masas, sino por algo tan pintoresco por aquel entonces como el voleibol.

En el escenario había una plataforma de 55 metros de ancho y 30 de profundidad, aparte de esos 21 cañones pirotécnicos que serían utilizados por AC/DC en uno de los momentos cumbre de la velada. A pesar de que pudiera parecer espectacular todo esto, en realidad se trataba de un montaje bastante austero en el que sobresalía la falta de decoración.

El cuarteto catalán de thrash metal Legion, reactivado recientemente, abrió la velada cuando en el recinto se encontraban en torno a las 10.000 personas, aunque esta cantidad aumentó a casi el doble al término de su actuación. Entre las piezas de sus dos álbumes editados hasta entonces, destacó su clásico “Mili K.K.”, contra ese secuestro de Estado que suponía el servicio militar obligatorio, o su versión metalizada de “We Will Rock You” de Queen.

Los norteamericanos Tesla tomaron el relevo, que habían acabado en el cartel de manera un tanto casual, puesto que fueron sustitutos de Queensrÿche. Algunos fans no comprendieron qué hacía una banda de sus características, con un hard rock en la senda de Aerosmith, en un evento donde se estilaban propuestas bastante más contundentes.

Metallica saltaron a las tablas con luz artificial en el recinto, tres pantallas en acción y algún despliegue pirotécnico. Por aquel entonces, los hombres de negro ya utilizaban la gloriosa introducción de “The Ectasy of Gold” de Morricone y en el repertorio destacaron himnos como “Enter Sandman” o “Sad But True” de un álbum homónimo que había salido hace poco más de un mes, en concreto, el 12 de agosto de 1991. No faltaron del mismo modo cortes que ya eran fundamentales como la adrenalínica “Creeping Death”, “Master of Puppets” o “Seek & Destroy”, entre otras.

Para los bises reservaron la revisión de Misfits “Last Caress”, precedida de una jam en la que sonaron “Wherever I May Roam” junto a “Sin City” o “Let There Be Rock” de los protagonistas de la velada. Certificaron su devoción a la NWOBHM con “Am I Evil?” de Diamond Head y para rematar el demoledor e inapelable “Battery”.

AC/DC, por su parte, provocaron el éxtasis entre los aficionados desde el comienzo con “Thunderstruck”, pocos cortes podrían existir que metan más a la gente en un concierto. No disminuyeron en absoluto la emoción la siempre infalible “Shoot to Thrill” o el himno “Back in Black”.

Como nota curiosa, mencionar que en “Moneytalks”, procedente de ‘The Razors Edge’, el disco que en teoría presentaban, unos cañones lanzaron al público varios millones de dólares con la cara de Angus. Muchos se creyeron que aquello era pasta de verdad, por lo que podemos imaginarnos la que se debería montar para intentar hacerse con tan preciado tesoro. Pieza de coleccionista hoy en día.

Otra anécdota es que Angus realizó un striptease, seguramente en “The Jack”, y al quedarse en calzoncillos mostró la bandera de España, con el consiguiente abucheo generalizado. Tal vez debido a este hecho, los australianos acortaron el set list, aunque incluso en la actualidad no están del todo claras las razones por las que tomaron esa decisión.

Por lo menos, los fieles pudieron darlo todo con “Hells Bells” y sus campanas gigantes, “Highway to Hell”, “Whole Lotta Rosie” o “Let There Be Rock”. Para los bises, remataron con “T.N.T.” y ese “For Those About to Rock (We Salute You)” en el que atronarían sin piedad esos 21 cañones colocados para tal efecto. Una salva final en honor a la única bandera que une y no divide, la del rock n’ roll.

Metallica volverá a nuestro país con la presentación del álbum '72 Seasons' en Madrid. Esto ocurrirá en el verano de 2024 con las dos citas que tendrán lugar los días 12 y 14 de julio en el Estadio Metropolitano de Madrid, con Architects y Mammoth WVH en la primera jornada y Five Finger Death Punch y Ice Nine Kills en la segunda. Las entradas están a la venta en LiveNation.es y Ticketmaster.es.

Metallica también es una de las bandas protagonistas del número 454 de La Heavy, con un gran artículo alrededor del 40º aniversario del lanzamiento de su álbum debut discográfico. Corey Taylor luce en portada de este número en el que también encontrarás a Iron Maiden, U.D.O., Royal Blood o The Dead Daisies entre muchos otros. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.

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Alfredo Villaescusa

Eclecticismo en vena. No hay nadie que no dispare el viernes por la noche, ni hay quien esquive los disparos.

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