Primavera Sound 2018

Ezra Furman | Foto: Dani Cantó

Este año fuimos precavidos y hasta el mismo jueves, después de una siesta, nos adentramos en las entrañas del verdadero festival, el oficial, el masificado, aquel con el que todo el mundo se identifica. El Parc del Fórum era la cita a la que teníamos que acudir para poner nuestro granito de arena a la historia de un festival que lleva 18 ediciones de las cuales catorce han acontecido en este macro espacio de hormigón.

Esta edición contaba con 10+1 escenarios en los que disfrutar de música. Empezamos en el grande (SEAT) con las chicas del momento, queridas y odiadas a la par, Hinds ofrecieron un concierto con músculo y unas tablas que en anteriores ocasiones quizás todavía no tenían. Su actuación a las 18 de la tarde en el mismo emplazamiento donde luego tocaría Björk dice mucho de su ascensión y de su estatus en 2018 y con dos discos bajo el brazo. Rápidamente fuimos a ver las delicias del renovado Hidden Stage, antes con menos caudal y oscuro, y ahora a pleno aire libre y con acceso limitado. Allí pudimos disfrutar de una bestia parda como Lee Fields & The Expressions, el James Brown para los hipsters asistentes. Maestría, funk y una guitarra que bebe de tantos y tantos antepasados. Un concierto que se disfrutó hasta que nos fuimos a visitar a Ezra Furman al escenario Ray-Ban, un clásico ya del evento donde tiene lugar la despedida con Dj Coco. Al ritmo de su "Suck The Blood From My Wound" nos hizo quitarnos el sombrero ante su intensa ejecución. Una grata sorpresa. Rápido fuimos a Pitchfork (uno de nuestros recurrentes) para ver que nos ofrecían The Twilight Sad. Esa delicadeza oscura y triste de los The Cure más clásicos que nos ofrecieron maravillas como ‘It Never Was The Same’ y cerraron su set con ‘Keep Yourself Warm’ como tributo a Scott Hutchison, cantante de Frightened Rabbit fallecido a los 36 años el pasado 11 de mayo.

Warpaint | Foto: Sergio Albert

Y empezamos nuestra carrera de fondo personal yendo hasta el SEAT a disfrutar de Warpaint, unas chicas que han perdido aquel ímpetu de sus primeros discos. Tuvieron algún fallo de sonido y como curiosidad uno de sus miembros más fugaces fue Josh Klinghoffer, el actual guitarrista de Red Hot Chilli Peppers. Tras ellas, era momento de inaugura nuestro favorito Adidas Originals. Allí es donde los inclasificables ZA! volvieron a demostrar que en el caos reside la belleza más pura. Y acto seguido, estábamos en la cola del Hidden para ver a Amaia de Operación Triunfo. Ella ante un piano colosal y acompañado en ciertos pasajes por el grupo The Free Fall Band, sacó de la chistera once piezas que nadie hubiera augurado. Desde M-Clan hasta la BSO de Narcos, pasando por "Zorongo Gitano" y "Reflektor" de Arcade Fire, que un año antes tocaron, por sorpresa, en el mismo emplazamiento. De camino al Mango para ver a The War On Drugs nos paramos en el Pitchfork para ver a Mavi Phoenix, inclasificable chica al frente de un dúo ecléctico que bebe de M.I.A o artistas como MØ con canciones como "Aventura" o "Janet Jackson". Ha llovido mucho desde agosto de 2017 pero todavía tengo en mi retina asistir al show de Jimmy Kimmel para disfrutar del directo de Adam Granduciel (otrora en Kurt Vile and The Violators) y compañía. The War On Drugs tocaron poco tiempo pero muy bien. No hay objeción posible ante temas como "Pain" o "Red Eyes". Escuchad su último ‘A Deeper Understanding’.

The War on Drugs. | Foto: Eric Pàmies

Antes de afrontar a Björk como cabeza de cartel, me dejé caer por el adidas para ver ¿quién era Anna Von Hauswolff? Sueca menuda que nos presentó las canciones de su reciente ‘Dead Magic’. Un acierto. Durante canciones como "Ugly and Vengeful" no pude resistir acordarme de Jóhann Jóhansson, quien recibía su merecido homenaje en el Auditori Rockdelux de la mano de Echo Collective y Dustin O’Halloran, dupla que interpretó ‘Orphée’. Apenas duré dos canciones de C. Tangana que llenó el Ray-Ban. La parte final de Björk Guðmundsdóttir demostró su valía como vocalista y artista multidisciplinar y confirmó el cambio generacional que ha sufrido la presente edición del festival. Nuestras obligaciones laborales impidieron disfrutar del set del señor Nick Cave and The Bad Seeds. El crooner del infierno volvió a darse el baño de masas que acostumbra a recibir cuando toca en el PS y además tuvo momento ancestral y de mirada cómplice encima de las tablas con Alfred de OT (novio de Amaia). Finalmente, aconsejar a todo el mundo que escuche a Carpenter Brut. Aunque fueron ubicados en el Bacardí Live a las 03.55: tuve la suerte de verles en directo en Berlín el pasado 10 de marzo y son una mezcla infalible entre el metal de los ochenta y la electrónica más punk. En noviembre regresan a España.

Primera jornada. Agotado pero contento. Y con ganas de más.

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