Crónicas
Z! Live Rock Fest en Zamora: Una buena mezcla
«Fue una edición muy exitosa con una hermosa ubicación el jueves en Toro y una buena mezcla de bandas nacionales e internacionales en la capital de provincia de Zamora.»
Del 9 al 11 de junio de 2022
Plaza de toros, Toro (Zamora) y Auditorio Ruta de la Plata (Zamora)
Texto y fotos: Hughes Vanhoucke
La vuelta a la normalidad es algo que se puede sentir ya a muchos niveles. Un indicativo evidente es el regreso sin restricciones de todos aquellos festivales que se celebraban a lo largo y ancho de la geografía nacional cuando empezaba a apretar el calor. Es el caso del Z! Live Fest, una cita que ya podría calificarse como histórica dentro del panorama y que en esta ocasión contó con dos escenarios tan atractivos como las ciudades de Toro y Zamora. Toda una reivindicación de esa diversidad que no se ciñe solo a las grandes capitales.
Debido a una serie de inconvenientes técnicos, las puertas del Teatro Latorre de la ciudad histórica de Toro (Zamora, Castilla y León) abrieron poco más de media hora más tarde de lo previsto. Después de un recorrido de 1.600 kilómetros, esto puede influir, aunque una adversidad técnica le puede pasar a cualquiera.
Afortunadamente, todo empezó a tiempo excepto la apertura de las puertas. El lugar del evento fue la hermosa plaza de toros de Toro en la provincia de Zamora.
A las 19:00 los ganadores del concurso de bandas zamoranas del mismo festival, Atomic Megalodon, abrieron las actuaciones con algo que me recordó a los años del rockabilly, aunque no había nacido en aquella época, mezclado con el punk de los años setenta.
El trío zamorano, compuesto de un guitarrista y cantante, un contrabajista y un batería, tocó sus temas en inglés mientras el público se echaba a la sombra a una temperatura de unos treinta grados. Treinta minutos de agradable psychobilly y mucho sol. Tras el set, el contrabajista sacó de las sombras al público de unas cien personas arrojando un puñado de camisetas de la banda frente al escenario.
Después de un abrazo en el escenario por parte de los cuatro miembros de la banda, Antecessor apareció a las 20.00 bajo un sol todavía abrasador. Lo primero que pensé fue que si Luis Suárez se había decolorado el pelo tras su contrato con el Atlético de Madrid y se había unido a Antecessor como aporreador. Una linda reconversión, pero por supuesto fue Rodrigo Arroyo quien estaba en la batería y ya hace seis años que forma parte de la banda que celebró su vigésimo aniversario. Lo hizo en Toro con un sólido set de death metal.
Me impresionó especialmente el tranquilo guitarrista principal Óscar Díez, quien se vistió con una camiseta de Gojira para la ocasión.
A las nueve en punto era el momento adecuado para la primera de dos bandas teutónicas con una larga trayectoria a sus espaldas: Grave Digger. Justo antes de que los caballeros subieran al escenario, el respetable aclamó a un acompañante de la banda vestido con una capa y una máscara de calavera.
Los caballeros alemanes pudieron contar con un apoyo contundente del público, que se había vuelto mucho más numeroso. Liderados por su único miembro original, Chris Boltendahl, interpretaron una mezcla de temas antiguos y nuevos, entre estos últimos, del álbum que verá la luz en agosto, el ya vigesimoprimero en sus años de carrera titulado “Symbol of Eternity”.
El mismo hombre con máscara de calavera volvió al escenario luego de unos 45 minutos para tocar la gaita antes del penúltimo tema del set de los de la región de Colonia. Después de cincuenta minutos, Boltendahl se despidió del público zamorano pero muy poco después volvió con su banda para un bis, “Heavy Metal Breakdown”, para redondear la hora.
El cabeza de cartel del primer día del festival apareció con bastante retraso. Destruction comenzó su espectáculo a las 22:45 con una mezcla de lo antiguo y lo nuevo, una concepción del espectáculo de acuerdo con los buenos hábitos de los festivales donde las bandas tienen que presentarse a un respetable que no solo son fans, sino también gente que nunca antes escuchó a la banda. Inicialmente, la audiencia pudo escuchar seis canciones antiguas antes de unas canciones del último álbum ‘Diabolical’.
Lo que también era nuevo es Martín Furia, quien después de seis años como ingeniero de sonido ahora también es guitarrista, un hombre que se ha ganado sus galones en Argentina, Bélgica y mucho más allá.
Después de “Diabolical” Schmier contó al público que el último álbum es genial y llegó a agradecer la asistencia con algunas palabras en español antes de tocar un último tema.
De la agradable y hermosa Toro y la encantadora plaza de toros del primer día de festival, nos trasladamos a la capital provincial de Zamora para asistir al segundo día del igualmente agradable festi en el moderno Auditorio Ruta de la Plata a las afueras de la capital zamorana.
La primera banda que pudimos ver en el escenario Copper Stage fue la banda local Sin Control. El Copper Stage fue instalado entre el estadio de fútbol y el auditorio, en el césped donde era agradable tumbarse. A unos cincuenta metros del escenario se podía comprar todo tipo de bebidas a precios razonables para los estándares de festivales y un poco más allá había un puñado de food trucks, cada uno con sus especialidades respectivas. Un poco más adelante, casi frente al auditorio, había un metal market donde se podían comprar parches, camisetas, sudaderas, plásticos, vinilos y similares.
En Sin Control nos encontramos con un viejo conocido, el batería de la primera banda de anoche asumió el papel de cantante y guitarrista. El guitarrista principal es otro conocido, tiene el mismo papel con José Andrëa y Uróboros. El grupo local trajo una mezcla de thrash, groove y metal extremo que fue del agrado del público ya presente mientras las temperaturas rondaban los treinta grados con apenas una nube en el cielo.
La primera banda en el escenario principal lamentablemente tuvo que arreglárselas con no tanto público, lástima por el excelente grupo portugués que trajo trabajo nuevo y un cantante que se comunicó con el público en un español impecable. Los experimentados músicos del norte del país vecino trajeron una forma moderna de groove metal, basándose en los cuatro álbumes que han lanzado hasta ahora liderados por el cantante Raça.
Hacia el final del set nos obsequiaron con un pequeño wall of death organizado por el cantante después de varios pogos.
Al comienzo del set de Arwen, el sonido era horrible en la inmediaciones del escenario, sobresaturado. Pronto se hizo evidente que Arwen tenía un guitarrista con talento y un teclista que es un valor añadido para esta banda madrileña con un sonido estadounidense que podía despertar bastante interés a la hora relativamente temprana en la que se les permitió actuar. Sin duda, las melodías eran fundamentales para Arwen.
Cualquiera que aún dudaba de Beast in Black con su popular power metal fue convencido de la calidad que traen. A excepción del cantante, ha quedado claro que a los caballeros les gusta posar para los fotógrafos, lo que no le quitó valor al hecho de que la banda internacional tocó música excelente y cautivadora. Por supuesto, tocaron bastante temas de su último y tercer elepé mezclado con algunas canciones de los dos primeros álbumes. Beast In Black fue lo mejor que habíamos visto en Zamora y Toro hasta el momento.
A la hora en que se emitía el informativo de la tarde en TVE, nos llegaba la segunda banda portuguesa en Zamora, nada menos que Moonspell, aunque las noticias ya llevaban un tiempo cuando subieron al escenario.
Cuando el frontman Fernando Ribeiro preguntó si había algún portugués entre el público, la respuesta fue enorme. La cercanía de Portugal no era ajena. Los señores de Lisboa formaron su banda hace 30 años y lo están celebrando en 2022. Ribeiro y sus amigos dieron todo mientras el líder se arrodillaba varias veces y también se preguntaba si los vampiros españoles no beben más Red Bull y vino que sangre en estos días. Varias canciones estaban dedicadas a todos los vampiros de Zamora y alrededores, bastantes de esos himnos se pueden encontrar en ‘Wolfheart’, su segundo y exitoso álbum con el que se dieron a conocer mundialmente.
Poco antes del final del set, el cielo se cargó de nubes amenazantes mientras los caballeros de Lisboa concluyeron con el antiguo clásico “Alma Mater”.
MorphiuM comenzó su show un poco más tarde, ya que Moonspell se demoró más de lo previsto. El cantante Alex Bace comunicó al público que quería asegurarse de que todos tuvieran que ir al fisioterapeuta el lunes y lo hizo con un conjunto sólido bajo nubes amenazantes. Con los catalanes llegó la lluvia que era inevitable, lo que ciertamente no impidió que MorphiuM me sorprendiera de manera positiva con su metal con influencias industriales. A pesar del mal tiempo, la multitud acudió en gran número para apoyar a la banda.
Korpiklaani ofreció un entretenido espectáculo de casi una hora y media lleno de folk finlandés interpretado en su propio idioma y aquí y allá algunas canciones en inglés. Casi sin parar, los siete músicos tocaron un folk agradable y entretenido para deleite del numeroso público del Auditorio Ruta de la Plata a las afueras de Zamora, hubo tanta gente que se batió el récord de asistencia. Después de casi una hora y media se nos presentó un primer bis, una canción en la que se cantaba sobre cerveza en diferentes idiomas, un tema muy presente en las creaciones de Korpiklaani.
“Drinking is good for you, España” fue uno de los últimos mensajes al público del vocalista Jonne Järvelä, el único miembro original que queda de la banda formada hace casi veinte años.
Si ya me impresionó MorphiuM, me marcó todavía más Vita Imana. La banda se encargó de que los que se habían quedado dormidos despertaran instantemente.
La energía que irradiaban los madrileños era ilimitada y sin parar, solo interrumpida por la sección de objetos perdidos donde un teléfono móvil se devolvió pronto a su dueño. El nuevo cantante Mero Mero realmente convenció, cosa que hicieron también los dos guitarristas. Un pogo espontáneo sobre la hierba mojada surgió poco después de las primeras canciones.
Después de Vita Imana esperábamos Avalanch con una banda casi nueva, a excepción de Alberto Rionda, Mike Terrana y Jorge Salán. Disponían de nuevos vocalista, bajista y teclista, aunque lo más probable es que no sea una nueva versión definitiva de Avalanch. No hay duda de la calidad de los dos guitarristas y el batería. Personalmente, tampoco dudo de la calidad del nuevo cantante brasileño Alirio Netto mientras que vimos al teclista Pablo Serrano tocar con alegría vestido con una camiseta de Céline Dion.
El bajista de este viernes 10 de junio también hizo un buen trabajo en mi humilde opinión. En cuanto al repertorio, nos tocó uno bien clásico, ya que no había nada nuevo desde ‘El Secreto’ del 2019. Disfruté mucho del espectáculo de Avalanch junto a muchos otros asistentes.
Blaze The Trail, de la vecina Valladolid, tuvo la suerte de poder abrir el último día de esta edición de Z! Live, en mi opinión ya una cita exitosa. Blaze The Trail trajo una mezcla de hardcore y metalcore interpretado en inglés, incluida una nueva canción que se interpretó en vivo por primera vez. El bajista y uno de los dos guitarristas mostraron mucha energía y saltaban con frecuencia, especialmente el primero. Una apertura intensa para el tercer día de festival.
El inglés es claramente el idioma utilizado por las primeras bandas españolas de la última jornada. 1945 (nineteen forty-five, para que quede claro) abrió el escenario principal. La banda salmantina liderada por Sheyla Sergio fue la primera banda con una cantante femenina , ese mismo día tendríamos también a Lacuna Coil con Cristina Scabbia y Bloodhunter con Diva Satánica.
La enérgica cantante, que forma parte del grupo desde este año, junto a sus acompañantes trajo heavy metal clásico durante los 40 minutos que tuvieron para tocar. El clásico del rock “Ace of Spades” de Motörhead fue la canción de cierre, los demás temas eran propios.
La primera banda internacional de la tarde fueron los italianos Fleshgod Apocalypse, naturales de Perugia, que interpretaron death metal sinfónico con sus miembros ataviados con trajes teatrales. Fleshgod Apocalypse elevó el listón mucho más alto gracias a la soprano Veronica Bordacchini en sus filas y un nuevo batería, Eugene Ryabchenko de Ucrania.
Tuvimos un comienzo bastante fuerte, pero con la llegada de lluvia ligera se redujo un poco el acelerador, pero afortunadamente duró poco. Musicalmente todo estaba bien, pero la lluvia se hizo más persistente y de repente, al igual que el viernes, tuvimos precipitaciones más intensas acompañadas de fuertes truenos y relámpagos. El set se canceló cuando todavía quedaban dos canciones en el setlist.
Así que fui al escenario Copper Stage bajo la lluvia, pero pronto se hizo evidente que el set de El Altar del Holocausto no podría empezar debido a la tormenta. Cuando amainó la lluvia, quedó claro que el espectáculo no podía continuar, el escenario estaba parcialmente inundado.
Dos horas y 45 minutos más tarde de lo esperado, el público obtuvo lo que estaba esperando, Lacuna Coil, no sin que se tomaran varias medidas para mantener la seguridad del público. Al final, el festival se cerró por poco menos de cuatro horas. En las primeras filas vi a innumerables señoras de todas las edades que habían sido muy pacientes. El jueves en Toro vimos a dos bandas alemanas, el viernes pudimos ver a dos bandas finlandesas y dos portuguesas y el sábado había dos de Italia.
Estaba claro que Lacuna Coil aún garantiza excelentes espectáculos y eso no fue diferente el sábado 11 de junio a pesar de la tormenta y el tiempo algo largo para montar el escenario. Sin embargo, la larga paciencia no fue recompensada con un set completo, su actuación duró solo 45 minutos, un repertorio intenso y variado que incluía “Now or Never”, interpretada en directo únicamente en dos ocasiones. Se trataba de una canción de ‘Black Anima’, su último álbum hasta la fecha, a pesar de que anunciaron nuevo material para este año.
Los gallegos de Bloodhunter trajeron un set enérgico con una líder con pelotas y dos guitarristas dotados de mucho talento, y al igual que con Lacuna Coil, mucha gente que no había visto en ningún lado antes de la tormenta, parecía que la asistencia se había duplicado.
Diva Satánica se desplazó por el escenario de una forma muy sensual con movimientos de balanceo de caderas y ataviada con un ajustado traje negro. Musicalmente no hubo nada que decir en sentido negativo, los gallegos dejaron una impresión muy fuerte presentando su nuevo álbum recién salido del horno, ‘Knowledge Was The Price’.
La banda alemana de power metal liderada por Hansi Kürsch, Blind Guardian, fue el cabeza de cartel del tercer día y bastantes personas se presentaron para eso. Lo primero que dijo el cantante alemán fue lo siguiente: “Nada puede detener a los españoles. Ni la lluvia, ni truenos y ni relámpagos.”
Inicialmente nos sirvieron tres temas de los noventa para luego tocar de manera integral ‘Somewhere Far Beyond’, uno de los discos más exitosos de la historia de la banda que les catapultó al estrellato del power metal. El público recibió una serie de temas que la banda nunca había tocado en directo en España como “Black Chamber” o “Theatre of Pain”. Novedad para España también fue el nuevo bajista holandés, Johan van Stratum, conocido de VUUR o The Gentle Storm, entre otros.
A modo de bises, Blind Guardian tocó tres temas más de los noventa con “Valhalla” y “Mirror Mirror” que volaron el proverbial techo del auditorio Ruta de la Plata de Zamora.
Esto concluyó el festival alrededor de las 3 de la mañana en lo que a mí respecta. A pesar de las lluvias, fue una edición muy exitosa con una hermosa ubicación el jueves en Toro y una buena mezcla de bandas nacionales e internacionales en la capital de provincia de Zamora.
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2 comentarios
Ha sido todo un puto placer haberme leído este extenso resumen hacia uno de nuestros mejores festivales metaleros como es el Z LIVE Zamorano organizado por partida doble en la localidad de Toro como en la ciudad de Zamora. En lo que respecta a las bandas participantes todas estuvieron a la altura de las circunstancias pero las que sobresalieron un poco por encima de otras fueron los lusos MOONSPELL, ARWEN, GRAVE DIGGER o los históricos BLIND GUARDIAN.
Voy con retraso en la lectura de la web, y puede que este mensaje se quede en la nada, puntualizar en lo dicho sobre Moonspell
y su disco Wolfheart. Se podría decir que oficialmente no es el segundo disco de la banda, sería el primero ya que el Under the Moonspell fue editado como un EP, pero bueno, cuestión de criterios, supongo.