Winger + Houston: La excelencia de las melodías ochenteras

Winger

De hecho, nada más entrar al recinto, nos encontramos en las pantallas el anuncio de que los neoyorkinos Tyketto completaban el atractivo cartel en el que ya estaban incluidos Hardline, Perfect Plan, Jaded Heart, Treat, The Night Flight Orchestra y Hackers (entradas a la venta aquí).

Houston no son una formación que se prodigue mucho por aquí, no ocurre como con sus compatriotas Europe, Eclipse o H.E.A.T, que vienen a presentar cada nuevo álbum o que figuran con naturalidad en algunos carteles de los innumerables festivales de la geografía española. La última vez que los vimos fue en mayo de 2015 junto a los madrileños Tokio, que en breve nos presentarán su nuevo disco.

Abrían la velada con “She Is the Night”, de su cuarto trabajo hasta la fecha con temas originales, ‘IV’, publicado en 2021. Los teclados del inicio, las melodías, los coros y los estribillos iban a ser una constante en su actuación en la mejor tradición del AOR que tanto nos gusta y que era muy habitual en los ochenta.

Canciones como “Live Forever”, la maravillosa “Everlasting”, en la que pedían al público que acompañara con las palmas, o la excelente “You’re Still the Woman", mostraban que el combo bebe de las fuentes de las grandes bandas del género como Journey, Foreigner, Toto o Survivor.

Su vocalista, Hank Erix, único miembro original que queda desde sus inicios, con una alargada barba más propia de grupos con sonidos más duros, se mostró muy agradecido y emocionado con el recibimiento del público.

Otra de esas intros con teclados de enloquecer como es la de “On the Radio”, mantenían el buen pulso de su actuación, que gozaba de un sonido limpio y nítido, mientras que en la festiva “A Lifetime in A Moment” Hank se lanzaba con una parte en un español muy entendible: “Señorita sigo pensando en ti. Espero que la vida te trate bien”.

Houston

La parte final fue una auténtica delicia con cortes como “Truth Slips”, una exquisita pieza que aparecía en su álbum de debut en 2010 con la vocalista Helena Alsterhed, como también la siguiente, una intimista “Hold On”. Con una elegante y sofisticada “1000 Songs” y la extraordinaria “Runaway”, versión de los americanos Dakota que aparecía en el primero de los discos que tienen de la serie “Relaunch”, dedicada a realizar covers de los artistas que les entusiasman, pusieron un bonito broche final tras cincuenta minutos de actuación que nos parecieron oro puro.

Winger

A las nueve y tres minutos salían al escenario los americanos Winger, banda formada en 1987 y capitaneada por el cantante, bajista y compositor Kip Winger junto al guitarrista Reb Beach (Whitesnake, Black Swan, Dokken, The Mob), el batería Rob Morgenstein (Dixie Dregs, Fiona, Platypus, Steve Morse Band) y el guitarra rítmica y teclados Paul Taylor, todos miembros originales de la formación, a los que se unía el guitarrista Howie Simon (Soto, Alcatrazz, Stryper).

Arrancaban tras una pequeña intro y con el logo en grande en la pantalla posterior del escenario con “Stick the Knife In and Twist”, una de las canciones más potentes de su último y brillante álbum, 'Seven', cuyo título enumera el orden en su discografía, y que ha sido muy bien acogido por la crítica y el público.

Con “Seventeen” y “Can’t Get Enuff” llegaban dos de las maravillosas composiciones que contienen el primer álbum, 'Winger', y el segundo, 'In the Heart of the Young', respectivamente. De hecho, estos dos discos iban a ser la columna vertebral de su repertorio, con más de la mitad de los temas del total. El calor del público era fantástico, coreando cada estribillo que les llegaba de verdad a los músicos.

En “Down Incognito”, salieron a relucir las grandes cualidades de un combo con hechuras de supergrupo, luciéndose John con un solo de guitarra y tomando la alternativa Reb con la armónica, mientras que las líneas de bajo de Kip le daban su toque personal.

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Tiempo después para otro de los cortes y el último que iba a sonar de ‘Seven’, como era el machacón “Proud Desperado”, en el que Kip contó con el gran apoyo en los coros de Reb, Paul y John, una gran labor que realizaron durante todo el concierto para arropar al vocalista.

Kip Winger, que está a punto de cumplir los sesenta y tres años de edad y que en su currículum figuran colaboraciones con Alice Cooper y Bob Dylan, además de haber compuesto una obra como ‘Ghost’, interpretada por el Ballet de San Francisco en el año 2010, mantuvo muy bien el tipo con la voz. Una de sus facetas menos conocidas es la relacionada con el ballet. Practicó está danza a los 16 años, para acompañar e ir a clase con una novia que tuvo. Lo cierto es que en los vídeos que habíamos visto hace unos pocos días de su paso por el Sweden Rock Festival, nos parecía que sufría al enfrentarse a algunas canciones, sin embargo, aquí, sin  llegar a los tonos de su época de esplendor, sí cantó con mayor soltura y además mostrando una sonrisa y su mejor talante.

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Tras un entrañable “Hungry”, el público coreó los cásicos "oe, oe, oe, oe", momento que aprovechó Kip para sacar el móvil y llevarse un pequeño vídeo de recuerdo. Su balada por excelencia, “Miles Away”, fue acompañada y cantada por los asistentes en uno de los momentos más emotivos de la noche.

“Rainbow in the Rose” dio pie después a una parte instrumental de nombre “Black Magic”, composición de Reb, que enlazó con un solo de guitarra, demostrando su enorme valía y destreza técnica con las seis cuerdas, no exento de un buen gusto y sensibilidad con las partes melódicas.

Volvía Kip a pista tras tomar un poco de oxígeno con la enérgica “Pull Me Under”, con duelo de hachas incluido entre Reb y John, para seguir con “Time to Surrender”. Rob recogía el testigo después con un efectivo y no demasiado largo solo de batería, donde puso de manifiesto sus habilidades y su pegada como maestro del jazz-fusión y profesor del instrumento.

La triada final fue de auténtico ensueño con toda la sala volcada y entregada. A la tremenda “Headed for a Heartbreak” le sucedían una extraordinaria “Easy Come Easy Go”, que tan grandes recuerdos nos traía, y una final (o eso creíamos) “Madalaine”. ¡Menudo himno!

Aquí se produjo un momento que en la actualidad ha perdido el sentido, pues los bises ya vienen incluidos en los setlist de las bandas, pero en esta ocasión la banda volvió a la pista tras el encendido de luces y la música ambiente con la que se concluye cada actuación.

Viendo la entrega del público y lo a gusto que se habían encontrado, nos obsequiaron con una joyita como “Blid Revolution Mad”, tema que abría su tercera obra, ‘Pull’. Un bis de los de verdad, que no estaba incluido en el repertorio. ¡Sombrerazo, amigos, para culminar una noche de nostalgia y grandes composiciones ochenteras!

Las caras de felicidad no solo se reflejaban en los músicos, también en un público que era consciente de que estas delicatesen sonoras no son muy habituales poder degustarlas en nuestro país. Creo que el esfuerzo de un promotor cuando trae bandas de este tipo, que no son nada mediáticas, pero que tienen un público muy fiel, se recompensa con momentos como este y con la respuesta del público, por supuesto. Señores del Lion Rock Fest, nos vemos el día 9 de noviembre en el Palacio de Congresos y Exposiciones de León.

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