Vhäldemar: Oda a la honestidad del metal

Tras la intro y con la máquina del humo a pleno rendimiento, Vhäldemar salían en tromba con “Dreambreaker” y “Devil’s Child”, dos cortes de su nuevo álbum que sonaron como dos auténticos cañonazos para deleite de todos los fieles seguidores. Las constantes de los vizcaínos salían a relucir desde el inicio: poderosos y punzantes riffs, una demoledora base rítmica y unas líneas vocales muy bien trabajadas con esos estribillos que enganchan a la primera, apoyados en unos coros que engrandecen su propuesta.

Cómo nos gusta “Metalizer”, una canción con un ritmo marcial, incluida en el magnífico disco ‘Against All Kings’, que te pone las pilas de verdad y que podría ser carne de los  teutones Accept. Con “Death to the Wizard!” quedaba de manifiesto la fuerza de esos estribillos y las melodías que aportan las líneas de teclados.

Vhäldemar funcionan como una maquinaria de precisión, con un efusivo vocalista como Carlos Escudero, que con su pie de micro encadenado a modo de báculo lo da todo, arenga al público con ese gracejo y socarronería que le caracteriza, mientras que la guitarra afilada y punzante de Pedro J. Monje aporta esa dosis de energía necesaria en una banda de metal. Claro que no están solos y se acompañan de una arrolladora sección rítmica, con el versátil bajista Raúl Serrano y el poderoso batería Jandro Camuñas “Takutake”, mientras que los teclados de Jon Koldo “Jonkol” Tera (Incursed, Orion Child), ponen el aderezo melódico que enriquece su sonido.

A vueltas de nuevo con las composiciones más recientes, llegaban el épico y neoclásico “Old King’s Visions (Part VII)", que incrementa un nuevo capítulo en cada lanzamiento, y el majestuoso “Deathwalker”, que mantenían al grupo muy enchufado.

“Bastard” fue una de las canciones más coreadas, siendo dedicada a muchos indeseables con los que nos encontramos en nuestro día a día, adentrándose después en todo un himno y una declaración de principio como es “Heavy Metal”, que va para clásico a pesar de ser de la nueva hornada.

En el vertiginoso “Howling at the Moon”, contaron con un gran vocalista como es Rubén Miranda, que también grabó la canción en el disco y del que pronto tendremos noticias de un nuevo álbum con su banda After Lapse, en la que ejerce de vocalista. El momento lo  aprovechó Carlos para mezclarse entre el público y ejercer como un fan más cantando arropado por todos los asistentes.

La solidez de la banda también está cimentada en la gran labor que hacen en los coros tanto Jonkol como Raúl, sobre todo en temas como “Fear”, destacando este último al llevar las riendas vocales en algunos momentos hasta llegar a los dúos con Carlos. Del trabajo de Pedro poco podemos comentar que no hayamos dicho anteriormente, siendo su ejecución de los solos de guitarra y de las partes más rítmicas impecable y con dominio de la escena.

 

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Volvían a recurrir al disco ‘Metal of the World’, un pilar indiscutible en su repertorio, con “River of Blood”, para seguir con el adictivo “The Old Man”, volver al citado trabajo con “Dusty Road”, continuar con una de sus grandes enseñas, como es “Against All Kings”, que daba nombre a su quinto trabajo, y desembocar en el contundente “Metal of the World”, que cerraba el capítulo de su tercer álbum y servía para tomar un poco de aire.

A medida que una formación cumple años y aumenta su producción discográfica, cada vez se antojan más complicados los descartes para encajar un setlist, en el que lógicamente las nuevas canciones tienen que abrirse paso. Siendo conscientes de esto, la tríada final iba a ser un regreso al pasado con el potente “Breakin’ All the Rules”, de aquel ‘I Made My Own Hell', y el maravilloso e imprescindible “Energy”, de su ópera prima, ‘Figh to the End’, intercalando “1366 Old King’s Visions (Part V)” entre ambos, en un intenso final con toda la sala entregada y con caras de satisfacción en una auténtica catarsis colectiva.

Sin lugar a dudas, Vhäldemar, junto a Lords of Black, Easy Rider, Hitten o Blackheart, son la punta de lanza del heavy metal español al margen de los clásicos. Deseamos que sigan manteniendo la llama, sobre todo si son capaces de facturar discos de tanta calidad y con producciones de nivel internacional como los recientes que estamos escuchando. ¡A muerte!

Vhäldemar es una de las bandas protagonistas en el número 462 de La Heavy, el que ha llegado a los kioscos y a nuestra tienda online con Yngwie Malmsteen en portada y contenidos destacados de AC/DC, Mötley Crüe, Extreme o El Drogas entre muchos otros. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.

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