Crónicas

The Interrupters + Les Testarudes en Bilbao: Una gran familia feliz

«No contábamos con la gran familia feliz que tienen detrás a estas alturas y que a buen seguro se incrementará progresivamente con visitas tan celebradas como esta.»

4 junio 2024

Sala Santana 27, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

El punk es ante todo un movimiento que favorece el sentimiento de hermandad. No en base a criterios tan aleatorios y rancios como el lugar de nacimiento o la raza, sino a la hora de compartir una serie de valores y una forma concreta de entender los espectáculos. Por eso mismo nunca escandalizaron los maridajes entre este género y el ska, con notables resultados por parte de The Clash, The Ruts o The Members, entre muchos otros.

The Interrupters

Los californianos The Interrupters, creados en 2011 por los tres hermanos Bivona junto a la vocalista Aimee Allen, pueden presumir de haber labrado un vínculo especial con Tim Armstrong, cantante y guitarrista de Rancid. Aparte de haber producido varios discos suyos, participó en un tema tan característico de su filosofía como “Family”, un concepto que no dudarían en repetir y aplicar en su bolo bilbaíno en la sala Santana 27.

Toda una sorpresa nos llevamos al encontrarnos un recinto abarrotado hasta los topes un pleno día entre semana. Lo cierto es que no abundan las giras de grupos de este palo, y si a eso añadimos la buena reputación que poseen de banda divertida, no debería extrañar que tengan un poder de convocatoria tan abrumador. Era su primera vez en la capital vizcaína, y en vista del éxito cosechado, seguro que no tardarán en repetir.

Les Testarudes

Amenizaron la velada en primer lugar las chicas de Les Testarudes, que ofrecieron una original propuesta de sonidos jamaicanos que quizás en determinados momentos rayara en la verbena, pero ahí no me meto, eso ya depende del gusto de cada uno. La verdad es que la impactante puesta en escena con hasta nueve mujeres sobre las tablas, que encima tenían hueco para pegarse buenos bailoteos, no dejó a la concurrencia indiferente, pues muchos trataron de reproducir las cuidadas coreografías que se marcaban. Eso sí, quizás deberían prescindir de la chuleta electrónica para las letras que les restaba espontaneidad. Entretenidas.

Que The Interrupters estaban acostumbrados a liarla en grandes festivales, como el reciente Road To Rio Babel junto a Green Day o The Hives, se notaba en el escenario con plataformas para subirse que encajaba más para un evento multitudinario al aire libre que para una sala. Y ya lo hemos dicho, la buena fama que tienen en directo hace mucho. No nos extrañaría que en su próxima visita a estos lares se incrementara su número de seguidores.

The Interrupters

Un icono del género como el “Ghost Town” de The Specials ejerció de intro para la banda antes de que se arrancaran con “Gave You Everything”, el pistoletazo perfecto para desatar las gargantas todas a una. Punks con cresta convivían con señoras mayores con absoluta naturalidad y la vocalista Aimee no tardó en demoler las barreras físicas entre artistas y público al arrimarse a las primeras filas y dar la mano a varios fans, un detalle de artista cercana a la que no se le ha subido el pavo a la cabeza. Y sus compis le sacaban bastante partido a las plataformas pegando saltos o encaramándose como si realmente estuvieran en un estadio mastodóntico.

“Anything Was Better” fue un chute considerable de energía, pero no se entendió que al de poco cortaran el rollo presentando al grupo tan pronto, no era necesario. Por fortuna, recuperaron ritmo con el ska punk deudor de The Clash o Rancid de “Babylon” y “By My Side” volvió a llevar a ebullición al recinto con un temón que podría ser de Anti-Flag. Subieron todavía más escalones con “In The Mirror”, que parecía pensada al milímetro para el directo por los gritos a pulmón que desató. Desde luego no andaban escasos de munición de envergadura para provocar bailes desenfrenados entre el personal.

The Interrupters

Y “Let ‘Em Go”, de su reciente álbum ‘In The Wild’, quizás es aún mejor para que nadie permanezca quieto. Este grupo en un festival como el Rebellion, la meca del punk, la tiene que montar pardísima. Que algunos coros se asemejaran a los de Mumford & Sons se convirtió en un detalle sin importancia que no podría deslucir la solidez que exhibían sobre las tablas.

La frontwoman Aimee se lo curró de lo lindo, legando interpretaciones encomiables y sin parar ni un segundo de un lado a otro, con frecuentes visitas para dar la mano a los fieles y que estos sientan que realmente se trataba de un auténtico toma y daca. En este doble intercambio ganaban ambas partes.

The Interrupters

Pero tampoco fueron a piñón fijo, pues se pusieron emotivos con ese canto a la diferencia llamado “Alien” y luego sorprendieron enlazando con el “Hallelujah” del bardo canadiense Leonard Cohen, todo un detalle de grandeza. Y encima Aimee lo bordó, algo que tampoco era sencillo. Esto sí que no lo vimos venir en absoluto.

Entre las primeras filas divisamos cuando tiramos fotos un cartel que ponía “Raised By Wolves”, así que tocaba complacer a los seguidores con esa pedazo canción para elevar garganta al infinito. “She Got Arrested” desató un pogo tan descomunal que alguien hasta se desmayó, por lo que banda paró el recital por unos momentos para preguntar si había un médico en la sala, como en las películas. Por suerte, se trató de un susto sin importancia, pues el tipo del desvanecimiento un rato después volvía a disfrutar del concierto como si nada.

Fans de The Interrupters que venían desde lejos.

Su versión del “Bad Guy” de Billie Eilish no nos sedujo demasiado, aunque tal vez fuera por la edad, nunca nos llamó ni siquiera la estrella adolescente original. “Take Back The Power” sí nos puso la piel de gallina con ese épico estribillo para incendiar las calles y que dejaba el estandarte en una posición inmejorable antes de despedirse por unos breves momentos.

Regresaron al de poco para dar el puntapié con el cántico solidario “Family”, la manera en la que se preocuparon por el seguidor desmayado certificó que lo suyo no era para nada postureo. Y para terminar definitivamente lo adecuado se tornaba prender fuego a todo con “She’s Kerosene”, una bomba sonora para que el recinto se viniera abajo por última vez antes de la lluvia de confeti final. Deflagración total.

Pues fue un recital muy dinámico en el que no se sintió ni la más mínima señal de aburrimiento. Al contrario, se trató de una fiesta muy respetable para un bolo en el que pensábamos que íbamos a estar solo cuatro amigos. No contábamos con la gran familia feliz que tienen detrás a estas alturas y que a buen seguro se incrementará progresivamente con visitas tan celebradas como esta. We’re a happy family, que decían los Ramones.

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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Buen resumen hacia estas dos descargas por parte de ambas bandas que a su estilo estuvieron a la altura en la Santana 27 bilbaina.

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