Crónicas

Pixies + Wunderhorse: Ya era hora

«Al contrario que muchos otros comebacks, Pixies muestran, ahora sí que sí, que son una banda viva, que sigue construyendo legado al tiempo que mantienen la identidad de sus hits»

10 marzo 2023

WiZink Center, Madrid

Texto: Sergio Julián (@sergio42). Fotos: Alfonso Dávila

Pixies

En ocasiones, los regresos no son lo que esperabas. Cuando Pixies volvieron a las andadas en 2014, con el flojísimo ‘Indie Cindy’, acompañaron el regreso de una gira que nos dejó fríos. Piloto automático, protagonistas desubicados, falta de ritmo y la inevitable comparación con su pasado noventero. Sus sucesivas giras habían sido también divisivas, pero el concierto que dieron en Madrid hace unos días no dejo lugar a dudas: por fin se marcaron un concierto que hizo honor a su legado y a su futuro, con un ‘Doggerel’ fantásticamente recibido, cuyas canciones se integraron a la perfección a una gran selección de clásicos.

Antes, no podemos dejar pasar lo mágico que fue el concierto de Wunderhorse. Una buena forma de descubrir si te ha gustado un concierto es preguntarte a su término si volverías a verlos al día siguiente. En mi caso, esa sensación llegó a la tercera canción, emocionado con su rotundidad, elegancia y futuro.

“Tienen la mirada del tigre”, escuché entre un respetable que se volcó desde el comienzo hasta el final en una descarga de siete cortes que se pasaron volando. Sonaron completamente noventeros con “Poppy”, recordando en guitarrazos y tonos graves al grunge de Pearl Jam; sonaron cercanos a The Smashing Pumpkins con “Butterfly”; despuntaron en los desarrollos de sus temas a los Crazy Horse más desbocados; recordaron a Tom Petty, demostrando que sus ídolos recorren varias décadas, e incluso se atrevieron a lanzarse a un blues rock manteniendo su identidad. Les sobra la ejecución. Solo les faltan temazos de esos que se quedan grabados. Como siempre, la canción: eje y gran asignatura pendiente de la inmensa mayoría de grupos.

Wunderhorse

En lo que respecta a los grandes temas, Pixies no tiene rival en el noise noventero. Pocas bandas pueden presumir de contar obras tan rotundas como ‘Come On Pilgrim’, ‘Surfer Rosa’ y ‘Doolittle’, acompañados de una evolución coherente con ‘Bossanova’ y ‘Trompe le Monde’ (dejemos de lado la triada ‘Indie Cindy’, ‘Head Carrier’ y ‘Beneath The Eyrie’ de su regreso).

Su concierto en el WiZink Center fue una absoluta maravilla. 36 temas, uno tras otro, sin apenas descanso, sin saludos, ni bises, ni mierdas. A piñón fijo y, ojo, a tocarse casi entero (sin que decayera el ritmo) ‘Doggerel’, lo que certifica que su nuevo disco está al nivel de su legado. Y es que este largo no es una mera colección de canciones a medio gas, sino cortes con personalidad propia que dibuja una línea coherente que continúa los 'Bossanova' y 'Trompe le Monde' con los que se despidieron.

Pixies

El setlist no solo fue lo que hizo elevar este concierto frente a sus últimos directos postreunión, sino que la actitud marcó la diferencia. Frank Black se dejó la voz en los momentos que era necesario, sin reservarse lo más mínimo; David Lovering, sin su momento de fama con “La La Love You”, fue una apisonadora, conduciendo con rotundidad cada uno de los cortes; Joey Santiago, afortunadamente recuperado (por ahora y por mucho tiempo, esperemos) de sus problemas de adicciones, dio todo un recital, clavando cada uno de sus fraseos, creando las texturas necesarias y haciendo ruido cuando el ruido era necesario; y Paz Lenchantin ya no es un monigote: está completamente integrada, tiene protagonismo no solo en los cortes clásicos, sino en los coros de muchos de los temas, y ya parece uno más.

Y es que esa es, quizá, una de las claves del éxito de la noche: los Pixies vuelven a ser una banda viva, cohesionada entre los miembros, con un disco nuevo que presentar que les motiva y con pequeños caprichos salpicados en la selección de temas, como la versión de “Head On” de The Jesus and Mary Chain que llevan tocando desde el 91 o la maravillosa “Winterlong” de Neil Young con la que decidieron cerrar la noche, habitual desde su regreso en 2004.

Pixies

Comenzaron un minuto antes de la hora descargando con “Cactus”, del ‘Surfer Rosa’, con la que ya se vislumbró que la actitud no iba a ser un problema. La gran explosión llegó un par de temas después con “Vamos”, con Santiago jugando con el switcher de su guitarra, un bombo de esos que quita el aliento y un Frank juguetón.

“Here Comes Your Man” fue el primer mar de móviles de la noche, lo que me sirve para mostrar dos tendencias nuevas en el panorama del postureo conciertil: grabarse con el flash mientras bailas y cantas un tema de espalda al grupo, y estar todo el puto concierto con el brillo al máximo mientras hablas con todos tus grupos de WhatsApp y compruebas el estado de tus inversiones. Será cosa de la edad.

Pixies

Siguieron otro buen puñado de temas como “All theSaints”, “Nimrod’s Son”, “Death Horizon” o “The Holiday Song”, que demostró que se puede transmitir mucho sin moverse un palmo. Son los Pixies; a ver, no le vamos a pedir peras al olmo.

A continuación, momento de ‘Doggerel’: diez cortes seguidos que fueron fantásticamente recibidos. Sonaron especialmente bien “Vault of Heaven”, más cercana a la vertiente chill de los Jesus and Mary; “The Lord Has Come Back Today”, con una melodía de esas que se te graba en la mente; “Get Simulated”, que pudo ganarse una gran ovación, y “Dregs of The Wine”, todo un revival de los Pixies del comienzo con sus fraseos en español y gran intensidad.

Este tema, para no faltar a la verdad, sonó un poco mal, pero fue la excepción que confirmó la regla: el WiZink Center, en su formato Ring Plus (8.706 espectadores), sonó de lujo. Quizá ayudaran las telas que aíslan de las zonas de grada sin ocupar, o la maestría de su técnico de sonido, que mezclaba los temas sin apenas pregrabados y sin setlist como guía en la mesa de sonido.

La traca se cerró con “Doggerel”, para la que Frank Black se despojó por primera vez de su acústica para coger la eléctrica, que serviría para este tema y para “Hey”. Se abrió la veda de los clásicos, ya que después cayeron “Gouge Away” o “Bone Machine”. No nos vamos a engañar: ni pizca de comparación la rotundidad y recepción de estos temas frente a los de su último disco. Pero demos tiempo para que las canciones vayan creciendo poco a poco. "It’s a long way to the top".

Pixies

El final del concierto fue todo intensidad, y uno de los mejores momentos de música en directo que he vivido en los últimos tiempos. Una tras otra, nos hicieron gritar y levantar los brazos “I’ve Been Tired”, “Nomatterday” (también del ‘Doggerel’ y que quedó súper integrada con un extra de visceralidad), “Planet of Sound” (con un juego de luces tremendo en el que dejaron en penumbra al WiZink para recordar el rollo de una sala de conciertos), “Caribou”, “Debaser”, “Wave of Mutilation” (en sus dos versiones) o la dupla “Isla de Encanta” y “Crackity Jones”.

Sin respiración estábamos, pero el coro de Paz en “Where Is My Mind?” nos dejó caer que nos acercábamos al final. En este punto, a Black, hasta los mismísimos de cantar esta canción siempre, le dio por cambiar el fraseo de las estrofas de los temas, lo cual hizo un poco más complejo el karaoke. A pesar de ello, gran broche, seguido de “Winterlong”, previamente reseñada.

Antes de ir al concierto, pensaba si esta sería la última oportunidad que les daba en mucho tiempo, tras la bajona que fueron las últimas ocasiones que los vi. Me alegro muchísimo de que me hayan callado la boca. Al contrario que muchos otros comebacks, Pixies muestran, ahora sí que sí, que son una banda viva, que sigue construyendo legado al tiempo que mantienen la identidad de sus hits. Y esta no es una tarea nada fácil.

Sergio Julián Gómez
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Esta entrada fue escrita por Sergio Julián Gómez

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Extenso como currado resumen hacia el gran concierto que se curraron una de las bandas más grandes que dio el Rock Alternativo estadounidense como son THE PIXIES a través de estos clásicos que ostentan en el histórico Palacio De Los Deportes de la rockera ciudad de Madrid. Tampoco hay que olvidar la digna actuación que se curraron WUNDERHORSE como digna banda telonera.

  • vxvx xc dice:

    todo mentira, dedicaros a hacer churros o porras.

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