Crónicas

Palaye Royale + Starbenders + Yonaka: Un paso más hacia la cima

«Palaye Royale sigue su ascenso, y si nada los derriba, como pudimos comprobar, llegarán a ser estrellas de ese rock que sigue muy vivo»

15 febrero 2023

Sala Apolo, Barcelona

Texto: Markceröck. Fotos: Pablo Gándara

Palaye Royale

Palaye Royale llegaba a Barcelona, donde una gran expectación llenó la sala para recibir a los hermanos canadienses, llamados a escalar a la cima del rock and roll en los próximos años.

Los rockeros americanos Starbenders abrieron la noche facturando un rock de alto octanaje, mientras que los ingleses Yonaka pusieron el sello del rock alternativo para una velada que arrancaba con dos bandas lideradas por vocalistas femeninas.

El talento en forma de canciones llegaba por parte de estas dos bandas que caldearon el ambiente de la sala sobre un reducido escenario. Primero temas como "Holy Mother", "Coming Up Roses" o el definitivo "If You Need It" nos dejaron el buen sabor de la banda americana, y más tarde serían "Ordinaty", "Greedy" o "Seize the Power" los encargados de que tomáramos la matrícula a los británicos.

Entrados ya en el horario nocturno, las estrellas de la noche llegaban precedidas por un conocido mensaje: “Is everybody in?... The ceremony is about to begin”, nos anunciaba una fantasmagórica voz del inmortal Rey Lagarto, Jim Morrison, por las bocinas del Apolo.

Un mar de brillantes ojos de smartphones registraban la entrada triunfal de Palaye Royale, banda en la que teníamos al trío formado por los hermanos Kropp: Remington Leih, Emerson Barret y Sebastian Danzig, a los que unían un par de colaboradores en el bajo y la segunda guitarra.

“Nightmare” fue el detonante para la fiesta de rock adolescente, capaz de aniquilar todo vestigio de música basura que predomina en el dial del mainstream. Por suerte, podemos seguir afirmando con pruebas que “el rock no ha muerto”.

No faltó la pirotecnia desde el primer minuto. Mientras lanzaban “No Live en L.A.” Remington, ataviado con chaqueta americana y falda escocesa roja y negra, no paró de agitar a las masas herederas de la emoción del rock and roll.

“You'll  Be Fine” fue la siguiente en hacernos creer que estábamos en un concurso de "si la sabe, cante", adornada con las audiovisuales que emergían detrás de la plataforma de la batería elevada de Emerson Barrett.

Las revoluciones no se frenaban y venía un temazo como “Broken”, un medio tiempo que provocaba el primer hype de la noche, con el estribillo interpretado en la lengua de Cervantes: “Destrozado y Roto” emitía la voz del canadiense en un perfecto spanglish.

La línea de bajo fue soberbia, destacando en temas como “Fcking With my Head”, que invitaba  a sonidos más discotequeros, con la entendible anécdota de invitar a "España" a saltar, quizás la próxima vez tengan más información sobre este detalle. Incluso el guitarrista se hizo con una bandera de España entre el público y la instaló en su micrófono, demostrando hermandad y no confrontación por un pedazo de tela. Momentos como este demuestran que la música es universal y no tiene fronteras.

Palaye Royale

“King of The Damned”  fue el momento de llamada a las barricadas de su cantante, que se tiró a un bote hinchable y desafió las leyes de la gravedad surfeando por las cabezas de sus fanáticos en ambos sentidos de la pista, mientras fuegos de artificio coronaban la parte trasera del escenario.

Los ánimos se calmaron con otra balada, “Paranoid”, esta vez el cantante se dispuso al costado izquierdo de los teclados, haciendo la intro para retomar su posición en el centro del podio, ya sin chaqueta, a torso desnudo, luciendo su colección de tatuajes.

Consumida ya la mitad del concierto, las canciones seguían funcionando como churros con chocolate, y el repertorio se centró básicamente, como era obvio, en lo más reciente editado por los canadienses, 'Fever Dream', con temas como “Oblivion”, pero no dejaron atrás temas del pasado como “Ma Chérie” de 'Boom Boom Room'.

“Puching Bag", bajo un manto de luces azules, reflejaba la melancolía y fuerza interpretativa de su base rítmica, mientras se rompía el hielo con el público alzando las manos al aire de un lado a otro en una bonita postal de concierto.

Afinación pertinente y pregunta capciosa: "¿Han tenido una buena noche?" Y volvíamos al primer disco con "Mr. Doctor Man", que tuvo un gran cierre con redobles antes de llevar el éxtasis a lo actual con “Off With The Head”, agradeciendo su recibimiento en su primera vez en  Barcelona con un “muchas gracias” en perfecto español, que rubricaba este tema muy parecido en la intro al “Take Me Out” de Franz Ferdinand pero llevado a su terreno más rockero y enérgico.

Tras abandonar las tablas volvieron nuevamente al escenario con “Fever Dream”, que  fue la encargada de disparar los decibelios al son del maldito rock y generar esa sensación de rock de estadio en una sala para mil personas con una comunión perfecta de artistas y público.

Un bonito final con un sentido “te amo” de su simpático cantante bajo una  lluvia de confeti y rosas rojas despidiéndose así de este affaire musical con la ciudad.

Los canadienses van en ascenso y si nada los derriba llegarán a ser unas estrellas del rock encabezando los festivales de verano por medio mundo. El rock no estaba muerto, andaba de parranda.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Cojonudo resumen para las curradas descargas por parte de estas tres buenas bandas presentando sus nuevos álbumes en dicha sala de la ciudad condal.

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