Crónicas

Marea + Bocanada en Barakaldo (Bizkaia): Los últimos de una estirpe

«No especificaron si su despedida de las tablas en la última fecha de la gira era definitiva o momentánea, porque con ellos “nunca se sabe”, pero, salvo impulsos creativos de sus componentes, no parece probable que renuncien a seguir viviendo un instante demasiado dulce para decir adiós.»

25 noviembre 2023

Bizkaia Arena BEC, Barakaldo (Bizkaia)

Texto: Alfredo Villaescusa. Fotos: Iñigo Malvido

Es curioso comprobar el paso de grupos humildes a la primera división de las actuaciones en directo, esto es, a los estadios o grandes pabellones que abarrotan algunas estrellas internacionales. Pese a que para muchos ese sea el baremo para calificar a un grupo de “grande”, lo cierto es que nada de eso surge de la noche a la mañana y con frecuencia es fruto de un largo esfuerzo y de concatenar tanto buenas decisiones creativas como encomiables trabajos en estudio.

Marea

En el caso que nos ocupa, todavía recordamos cuando a Kutxi Romero y compañía se les podía ver en el Kafe Antzokia bilbaíno o en la sala Rock Star, antaño situada a no mucha distancia del mastodóntico recinto del BEC. Que peten un recinto así las tendencias populares del momento entra dentro de lo esperable, lo que ya no resultaba tan habitual es que esa gesta la protagonice un grupo de rock urbano, “los últimos de una estirpe” que se inició con Leño, según comentaría el frontman a lo largo del bolo de esa noche.

Con la pista y las gradas todavía a medio fuelle, irrumpieron Bocanada, y su vocalista Martín Romero, hermano del propio Kutxi, supo ganarse el favor de un público que se fue incrementando a medida que avanzaba la actuación. Y la verdad es que resultó un recital muy dinámico al que lo único que podría achacársele es una propuesta excesivamente similar a la de los protagonistas de la velada, “la mejor banda de rock del mundo”, como les definió el voceras en alguna ocasión.

Bocanada

Pero no cabe duda del evidente atractivo que poseen piezas como “Tu nombre se escribe con sangre”, “Que me arranquen el pellejo” o “Campo a través”, aparte del carisma que desprende un vocalista que sabe cómo encantar a las masas. Tal vez aquella promesa de “un directo que no habéis visto en vuestra puta vida” fuera una sobrada, pero a modo de entremés valió de sobra para mantener la atención.

Tras un breve vídeo que aludía a ‘Los potros del tiempo’, Marea tomaba el escenario del BEC con “Otra cicatriz”, que también abría su último disco de estudio. El entusiasmo de la afición estaba más que garantizado, sobre todo si no perdían tiempo pisando acelerador en “Más me duele a mí”, otro de los cortes de su última obra que mejor funciona en directo.

Marea

No faltaron los guiños de Kutxi a la parroquia local asegurando que “Berriozar es un barrio de Bilbao” y la cita subió un peldaño más con “Mierda y cuchara”, con el vocalista espoleando al guitarra César con un “¡Vamos a hacer rock and roll!”. Con un buen catálogo de temas acumulado en su trayectoria, no era complicado configurar un repertorio atractivo, sin obviar temas como “El temblor”, que marcaron el regreso de la banda tras un largo parón de más de un lustro.

“Manuela canta saetas” elevó las gargantas hasta la estratosfera, como era de esperar, y “En las encías” tomó el relevo con bastante dignidad, demostrando la plena vigencia de su anterior placa de estudio. Kutxi ironizó sobre la tendencia de la gente a pasar de los cortes más recientes y anunció “un par de viejas”. Lo cierto es que hubo piezas de su último disco que se acogieron como si fueran auténticos clásicos, así que ese supuesto desinterés tampoco era tal. Y eso por no mencionar a una entregada muchedumbre, cuyo entusiasmo no desfallecía en ningún momento.

Piñas, uno de los grandes protagonistas del concierto.

Una de las que no podía faltar en un recital de los navarros era “Corazón de mimbre”, que en esta ocasión además resultó especial por la presencia de Aarón, el hijo de Kutxi Romero. Padre y vástago se marcaron un dueto espectacular y dejaron abonado el terreno para otro subidón con "Que se joda el viento". Y la rotunda frase de “la tierra para el que la trabaja” hizo de introducción para “Viento de poniente”, otra de las más coreadas que finalizó con las proclamas “¡Viva Andalucía libre!” y “Gora Euskadi Askatuta”.

Pero uno de los momentos más gloriosos en los shows de Marea siempre fue cuando el bajista Piñas, “el mejor cantante de rock and roll”, según Kutxi, toma el micro y se arranca con “Trasegando”, todo un himno, y “Alfileres”, en la que intercaló “Whole Lotta Rosie” de AC/DC. Ojalá le concedieran más tiempo, de lo mejor del concierto.

Kutxi junto al guitarrista César.

El recuerdo al fallecido Boni estuvo presente en “El trompo” de Barricada, con carga emocional adicional al tocarla con la guitarra que perteneció al desaparecido artista. Los arcaísmos y el vuelo poético hacen que mucha gente no entienda realmente las letras de los de Berriozar, pero Kutxi intentó en una canción ir a lo básico y así nos lo contó al presentar “Te voy a decir la verdad”. Los ánimos se volvieron a disparar en “La rueca” y “La luna me sabe a poco”, esta última con otro invitado de excepción como Carlos Escobedo de Sôber.

Antes de “Nuestra fosa” quisieron realzar la labor discreta del teclista Fredi Peláez, para el que pidieron “un aplauso mayestático”, y recuperaron brío con “Esta puta soledad”. Si algo quedaba claro de esa noche es que los temas más recientes se han incorporado sin apenas estridencia a un repertorio demoledor, dinámico y destinado a no permitir momentos de bajón. Ni un segundo de aburrimiento.

Kolibrí Díaz (Marea)

La recta final fue del mismo modo impepinable con “En tu agujero” y “Como los trileros”, con la habitual colaboración del hermanísimo Martín Romero de Bocanada. Y los bises no desentonaron con la tónica ágil de la velada al apostar por “Jindama”, con la ayuda de Luter, “el último exponente del rock madrileño”, en palabras de Kutxi.

La reivindicación de la diferencia de “El perro verde” era otra jugada maestra, con el vocalista cediendo el micro a las primeras filas, y como colofón, no podría entenderse otra cosa que no fuera “Marea”, con un último invitado como Ibai del colectivo Motxila 21. El toque emotivo.

Menos detalles con los asistentes tendría el Partido gobernante al ofrecer únicamente servicio de metro cada media hora para casi 20.000 personas tras la finalización del concierto y así obligarnos a ir como sardinas en lata en condiciones infrahumanas. Ese día no tocaba postureo rockero.

Volviendo a Marea, no especificaron si su despedida de las tablas en la última fecha de la gira era definitiva o momentánea, porque con ellos “nunca se sabe”, pero, salvo impulsos creativos de sus componentes, no parece probable que renuncien a seguir viviendo un instante demasiado dulce para decir adiós. Son los últimos de una estirpe por derecho propio.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Extenso resumen hacia el gran concierto que se marcaron una de nuestras mejores bandas como son los navarros MAREA presentando su último álbum que junto a sus temas más clásicos lo volvieron a bordar. Gran actuación igualmente la de una banda consagrada como los navarros BOCANADA presentando su nuevo álbum como digna banda telonera.

  • Curro dice:

    Yo estuve allí y fue un gran concierto. Me emocioné mucho como fanático de Ac/DC q tocaran una pequeña parte de Whole lotta Rosie y presentarán a César como su Malcolm Young. Bestial. We salute you

  • Metrito dice:

    Falso que el transporte publico fuera cada media hora. Se pusieron trenes especiales para el concierto. Informate mejor antes de tirar porquería a la gente que estuvo trabajando para llevaros a casa.

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