Crónicas

Loquillo: El rey de la actitud

«Es época de turismo en Cambrils. Loquillo lo tiene fácil para salir ovacionado, pero, lejos de acomodarse y limitarse a sus grandes éxitos, sigue apostando por material nuevo en sus directos. Y eso es de agradecer»

3 agosto 2022

Festival Internacional de Música de Cambrils (Tarragona)

Texto y fotos: Javier Díaz Plaza

La apariencia de Loquillo es de tipo duro, de macarra de barrio, del Clot concretamente. Vestido elegantemente de negro, con chupa incluida aunque el calor apriete, 1'95 metros de altura y tupé canoso. Impone sobre el escenario, físicamente y por lo que representa: es una rock and roll star. Lo es y, además, se lo cree. Tiene la chulería de un barcelonés que ama Madrid y que proviene de una juventud de bajos fondos y malas compañías. Actitud a raudales y también algo de pose y de personaje. El Loco reunió a 1.600 personas en su concierto en el Festival Internacional de Música de Cambrils. El Parc del Pinaret estaba prácticamente lleno.

"Nunca suelo hacer esto, pero dedico esta canción a Fulgencia, que hoy cumple 70 años". Loquillo hizo esta concesión para dar paso a "Cadillac solitario", su tema franquicia, con el que cerró una hora y tres cuartos encima de la tarima. Fue la guinda a una actuación que empezó con casi media hora de retraso y que se desarrolló con un repertorio heterogéneo de temas nuevos y grandes clásicos. De fondo, el logo del pájaro loco con una corona en la cabeza, en referencia a su single "El rey", con el que abre su nuevo disco, ‘Diario de una tregua’ (2022).

Los dos primeros temas, "Los buscadores" y "Sol", fueron taquicárdicos, con un retumbe de batería no apto para corazones sensibles. El sonido se relajó a partir de ahí.

La complicidad de Loquillo con el público es enorme: miradas, gestos, sonrisas y bailes estrambóticos constantes. Bajó al foso para cantar "Carne para Linda" y se fumó tranquilamente un pitillo mientras sus parroquianos coreaban la letra de "El rompeolas". Eso sí, palabras pocas. Del "bona vesprada" del inicio pasó a presentar a su banda en la recta final del show.

Le acompañan seis músicos extraordinarios, entre los que destaca su mano derecha, Igor Pascual, un guitarrista que parece recién salido de un grupo de glam rock. Son como una Torre de Babel a la española, todos proceden de distintos puntos del país: Madrid, Toledo, Granada, Vilagarcía de Arousa, Teruel y Gijón. "Y desde Barcelona ciudad… Aquí sumamos, no restamos", dijo. Loquillo no desaprovechó su paso por Cataluña para lanzar una pulla política.

Se peinó a lo James Dean mientras sonaba "La vampiresa del Raval" (tema compuesto por Marc Ros de Sidonie) y no dudó en recostarse al fondo, en un segundo plano, cuando sus guitarristas se lucían con los solos. Juega en equipo a pesar de ser una "rock and roll star".

Sus temas de siempre fueron los que más triunfaron. "La mataré", "El ritmo del garaje" o "Feo, fuerte y formal" levantaron al respetable, en el que había tantos fans del rocker como curiosos con ganas de pasarlo bien. Es época de turismo en Cambrils. Loquillo lo tiene fácil para salir ovacionado, pero, lejos de acomodarse y limitarse a sus grandes éxitos, sigue apostando por material nuevo en sus directos. Y eso es de agradecer.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • rockandhell dice:

    No creo que tuviera intención de humillar a nadie con eso de sumamos y no restamos. Es sólo un posicionamiento ante un tema, el separatismo, que nos afecta a todos. La verdad, que desamparados estamos los ciudadanos que creemos en lo comunitario y estamos en contra del liberalismo. Y pensar que fueron las izquierdas la que elaboraron la constitución de la Pepa para acabar con las oligarquías y privilegios...

  • Juandie dice:

    Estupendo resumen hacia el gran concierto que se marcó uno de nuestros músicos más ilustres es LOQUILLO y sus buenos músicos en dicha localidad tarraconense.

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