Crónicas

La Renga: El banquete perfecto

«Barcelona vibró al ritmo de La Renga, dejando claro que su música sigue resonando fuertemente en el corazón de sus seguidores. La fiesta fue total, el cierre perfecto y el banquete perfectamente servido»

22 junio 2023

Sant Jordi Club, Barcelona

Texto: Fernando Tranchida. Fotos: Pablo Gándara

Desde Mataderos, barrio de Buenos Aires, la capital de Argentina, llegaba al escenario del Sant Jordi Club en Barcelona La Renga, con sus ya 35 años de trayectoria en la mochila, emblemáticos y a la altura de los más grandes de la historia del rock argentino. Una banda conocida por cada uno de los argentinos, con un enorme poder de convocatoria, donde al día de hoy siguen presentándose en estadios repletos, y reconocida entre las mejores bandas de rock de Latinoamérica.

La cita era en la noche del 22 de junio, bajo un marco espectacular junto a cuatro mil personas, con su gran mayoría proveniente de la extensa comunidad argentina en Barcelona, y además, con la congregación más masiva después de los festejos de la copa del mundo de fútbol en diciembre de 2022.

La extensa cola fuera del recinto provocó un retraso de una hora para el comienzo del show, que estaba previsto para las 20:30. Al llegar, nos encontramos con los murales repletos de banderas pintadas artesanalmente por los fans, muchísimas camisetas de fútbol entre el público, donde cada uno representaba su origen, su país, su barrio. Y por supuesto, en la previa al show, no faltaron los cánticos sobre la selección argentina de fútbol, como el famoso "Muchachos..."

La presentación de La Renga en Barcelona marcaba su regreso a la ciudad después de varios años de ausencia. La banda ha dejado huella, sin lugar a dudas, mostrando su peso en el ambiente del rock. Esta única fecha en Barcelona formaba parte de la gira europea que continuaría dos días después en Londres.

 

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Sobre las 21:20 se apagan las luces y Chizzo, cantante de La Renga, comienza a rugir con su "hola a todos, ¡yo soy el león!". "Panic Show", perteneciente al álbum 'La esquina del infinito', lanzado en el año 2000, rápidamente encendió la llama de la multitud.

Con un escenario sobrio, de telón pintado y una gran pantalla en el fondo, el repertorio continuó con "Buena pipa" y "Desnudo para siempre", temas que llevaron a los fans a cargarse de energía.

Siguieron "Tripa y corazón" y "Parece un caso perdido". Riffs pesados en las guitarras y la contundencia de la batería del "Tanque" resonaban en cada rincón, generando un sonido espectacular desde todos los puntos del Sant Jordi Club.

El público coreó cada una de las canciones, saltó y traspiró en una noche muy calurosa, mostrando su amor por la banda. "Motoralmaisangre" y luego un himno como "Cuándo vendrán" unieron a todos en un mismo sentimiento.

 

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Continuando bajo un muy caluroso techo del Sant Jordi, sonaron luego los acordes de "Canibalismo galáctico" y "Corazón fugitivo", que hicieron vibrar los corazones. Más tarde, "Elefantes pogueando", de su disco más reciente de estudio.

El viaje musical continuó con temas más tranquilos (advertidos por Chizzo previamente), como "Mujer del caleidoscopio" y el archiclásico "Balada del diablo y la muerte", que hicieron emocionar hasta las lágrimas a la gente presente. Este último incluyó un solo de guitarra inmenso para extender lo más posible el sentimiento.

Y después de tanta emoción, el público quería volver a saltar y cantar, entregándose por completo. Y La Renga siempre cumple: "En el baldío" y "Bien alto" retomaron la intensidad en lo más alto. Luego, un clásico como "El revelde" que generaron un masivo pogo en el Sant Jordi.

Gabriel "Tete" Iglesias, su legendario bajista de siempre, no dejó de moverse por todo el escenario y conectar con el público, incluso bajando al foso, cerca del vallado.

Continuaron repasando toda su discografía desde 'Despedazado por mil partes' hasta su último trabajo de estudio, 'Alejado de la red'.

Llegaba el turno de "El rey de la triste felicidad", "Oscuro diamante" y "La razón que te demora", y para lo que parecía el final del show, su clásico "El final es en donde partí". Luego de una pausa, llegaba un encore perfecto con tres temazos de su disco que más los hizo trascender en 1996, el ya citado 'Despedazado por mil partes'. Un último desahogo en la fiesta argentina llegaba con "Lo frágil de la locura", "El viento que todo empuja" y "Hablando de la libertad".

En resumen, el recital de La Renga en el Sant Jordi Club de Barcelona fue un derroche de energía y pasión. Con una selección de canciones que abarcó diferentes etapas de su carrera, la banda logró conectar con su público y crear una atmósfera cargada de emoción.

Barcelona vibró al ritmo de La Renga, dejando claro que su música sigue resonando fuertemente en el corazón de sus seguidores. La fiesta fue total, el cierre perfecto y el banquete perfectamente servido una vez más por La Renga.

 

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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