Crónicas
Crónica de la cuarta jornada de Mad Cool: Pixies, Kings of Leon o Royal Blood
«He de reconocer que siempre me había parecido que a Pixies les faltaba algo en los discos para que me atraparan de verdad, pero en directo me ganaron.»
9 julio 2022
Espacio Mad Cool, Madrid
Texto: Alex Rico. Fotos: @darachriss
Arrancaba la penúltima jornada de festival y el cansancio se iba haciendo notar. Esto, sumado a las temperaturas que han ido en aumento, provocaba que para muchos el cabeza de cartel de la jornada fueran las fuentes de agua instaladas en los diferentes puntos del recinto. No obstante, era un día con bastante miga en cuanto a grupos se refiere.
Don Broco repetía en el festival tras el gran concierto que nos ofrecieron la última vez en este mismo recinto cuando corría la edición de 2019. Su propuesta no es fácil de explicar o encasillar. Podría definirlo como mezclar metalcore, funk y pop rock con un toque bailable.
Esto hace que desde el primer minuto el público entre en perfecta comunión con ellos. Su líder, Rob Damiani, no paró de pavonearse por el escenario junto al bajista Tom Doyle, que en directo también es una pieza fundamental. Dejaron caer temas como “Pretty”, “Manchester Super Reds No.1 Fan”, “Come Out To LA”, la casi discotequera “Bruce Willis” o “Everybody”. Un concierto de Don Broco siempre es corto.
Mientras tanto, en la carpa de Amazon Music, se preparaban para salir The Struts. Es un grupo que no se prodiga excesivamente por estos lares pero que formaron parte del line up de la primera edición de Mad Cool en 2016. Su vocalista Luke Spiller tiene un timbre tan característico que incluso Mike Oldfield lo reclutó como vocalista para su disco ‘Man On The Rocks’.
Tanto en estudio como en directo se ven las influencias de Queen, The Darkness o Aerosmith, como demostraron en la jornada de ayer a ritmo de “Primadonna Like Me”, “Wild Child”, “Could Have Been Me” o su gran éxito “Kiss This”, que se inclina hacia un lado más glam rock. Deberían estar en partes más altas del cartel.
Nos movíamos a los dos escenarios principales de los que ya no saldríamos hasta el cierre del recinto. En el escenario principal y todavía con luz, los legendarios Pixies pisaban el escenario con la misma fuerza que a mediados de los ochenta, cuando ‘Surfer Rosa’ y ‘Doolittle’ copaban las listas de mejores álbumes del año. No obstante, fueron una gran influencia para muchas de las bandas de grunge y rock alternativo de principios de la década de los noventa, incluida Nirvana, Kurt Cobain se declaró fan confeso de ellos.
Poco antes de que la pandemia paralizara el mundo entero, hicieron parada en La Riviera dentro de la gira europea, por lo que los teníamos bastante recientes. David Loveringa a la batería y la bajista Paz Lenchantin sentaban las bases para arrancar "Gouge Away". con la que demostraron que siguen en plena forma. Se peinaba alguna cana entre el público que coreaba temas como “Wave Of Mutilation”, “Hey” o “Debaser”, y es que estos fueron concebidos hace más de tres décadas.
He de reconocer que siempre me había parecido que a Pixies les faltaba algo en los discos para que me atraparan de verdad, pero en directo me ganaron. Desde la locura de “Isla de Encanta”, el noise rock de “Cactus”, “Caribou”, “Human Crime” o la atemporal “Where Is My Mind”, que muchos conocerán por la película ‘El club de la lucha’. ¡Larga vida a los Pixies!
Desde Nashville, Kings of Leon hacían parada en Madrid dentro de su gira ‘When You See Yourself’. Los hermanos Caleb, Nathan y Jared Followill, junto a su primo Matthew, han ido evolucionando ese sonido de rock sureño e influencias garage que lucían en los primeros discos hasta el actual rock de estadios.
El punto de inflexión fue el álbum ‘Only By The Night’ (2008), que los catapultó al estrellato con melodías accesibles para todo el mundo. Ante un público entregado, descargaron temas de todas las etapas, como la fantástica “The Bucket”, de su segundo álbum ‘Aha Shake Heartbreak’, “On Call”, con el bajista Jared Followill como capitán del barco, o “Pyro”.
La prodigiosa voz de Caleb es una de sus señas de identidad y lució radiante en “Closer” o ayudado por el público a cantar la archiconocida “Use Somebody”. Aunque el momento de la noche llegó con la festiva “Sex On Fire”, que tenías que seguir a través de los videomarcadores por el mar de teléfonos en alto que inundaban la explanada de Valdebebas. ¿Cumplen? Sí ¿Son muy buenos? También. Yo particularmente echo de menos esas raíces sureñas de antaño, ya que tienen una calidad sobresaliente para pecar a veces de ser demasiado lineales.
Para muchos, el gran reclamo de esta jornada era Florence and the Machine, por lo que robaron muchos seguidores que probablemente si no se hubieran solapado habrían asistido al concierto de Editors. Mala suerte para los de Birmingham.
Pasadas las 00:25 de la noche, Florence Welch hacía su salida al escenario con una especie de túnica roja y completamente descalza para evangelizar su indie rock a cada uno de los espectadores que dirigían su mirada hacia el escenario principal. “Heaven Is Here” y “King” fueron dos de los primeros cartuchos que gastaron.
“Dejad los teléfonos y abrazad a la persona que tenéis al lado”, se dirigió acertadamente Florence a la audiencia. Realmente tenemos un verdadero problema con esto, nadie va a sentir lo mismo desde el sofá de su casa que el que lo está viviendo en directo, así que disfrútalo. “Dog Days Are Over” fue una de las más aclamadas con el arpa navegando entre su pentagrama, la celestial “Cosmic Love”, “Spectrum” o “Never Let Me Go”, realmente emotiva con la voz desnuda de Florence en un tema que, según nos contó, está datado de cuando tenía problemas con la bebida.
No faltaron tampoco “Shake It Out”, coreada hasta la saciedad, ni “Rabbit Heart (Raise It Up)”, que cerró un espectáculo brillante. La presencia escénica de Welch te envuelve en un aura mística que no te deja salir. No necesita fuegos artificiales ni parafernalias para llenar el escenario.
Última parada del día para una de las bandas con más porvenir en el mundo del rock, Royal Blood. Más que palabras para un dúo sin guitarras formado por el vocalista y bajista Mike Kerr junto al batería Ben Thatcher. Sí, habéis leído bien, sin guitarra. Su álbum debut homónimo, ‘Royal Blood’ fue sin duda una revolución y casi el boca a boca los puso rápidamente donde merecían.
Iniciaron con un par de temas de su último disco, “Typhoons” y “Boilermaker”, que abrían paso a los maravillosos riffs de “Lights Out” y “Come On Over”, un sonido que Mike Kerr consigue con esa distorsión tan característica que te golpeará el pecho. Parece increíble que no haya seis cuerdas reventándonos el oído. Nos deleitaron con “Hook, Line & Sinker”, “Little Monster” (mi favorita), “How Did We Get So Dark?” y otro éxito como “Figure It Out”. Ben Thatcher, salvando las distancias, parece un pequeño John Bonham tras los parches. “Out Of The Black” es su momento y él lo sabe, bajándose tras ella a tirarse al público. En poco más de una hora que tenían programada seguro que se fueron con miles de nuevos seguidores.
1 comentario
Extenso resumen hacia las cojonudas descargas de estas buenas bandas como son una de las más grandes que dio el Rock Alternativo Americano como THE PIXIES que junto con KINGS OF LEON y el duo de ROYAL BLOOD dejaron el listón muy alto en dicho festival madrileño.